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Unas horas de viaje en silencio más tarde, Harry y Selena deciden que es hora de parar a comer algo, lo que sea, con tal de almorzar.

Harry estacionó en McDonald's, rendido luego de haber buscado otro lugar por media hora y solo toparse con lugares de comida rápida en medio de la ruta. Selena sonríe al ver como Harry estaciona en uno de sus lugares favoritos para comer.

–No entiendo cómo puede gustarte McDonald's, es pura comida chatarra. –Harry le dice con maldad.

–Y justo cuando creí que estabas cayéndome bien, vienes y lo arruinas. –Le responde Selena al tiempo que rodea los ojos.

Bajan del auto y Harry activa la alarma de este antes de darle las llaves a Selena para que las guarde en su bolso. Al tomarlas, sus manos se chocan sin querer, haciendo que todo se vuelva incómodo por unos segundos.

Ambos disponen ignorarlo y seguir su camino hasta la corta hilera para hacer su compra. Los dos miran las opciones y se deciden a último momento, con una persona antes que ellos.

–Buen día, ¿en qué puedo ayudarlos? –Pregunta la empleada del lugar con la sonrisa más grande que Ronald McDonald.

–Hola, yo quiero una Magnífica con papas y Coca-Cola grande. –Pide Selena con su mejor sonrisa.

–Y yo voy a pedir una ensalada César y un agua, muchas gracias. –Concluye Harry.

– ¿Nada más? –Pregunta la empleada, simplemente siguiendo el protocolo.

–No, eso será todo, muchas gracias. –Responde Selena.

Los dos sacan la billetera al mismo tiempo, pero Harry es más rápido que ella y paga por todo.

– ¿Cuánto te debo? –Le pregunta ella con una sonrisa.

–No te preocupes por eso, es lo mínimo que puedo hacer.

Selena no puede evitar sonreír, por más de que no tiene ganas de hacerlo.

–Hacen una linda pareja –comenta la chica de la caja mientras le entrega el cambio a Harry.

–Oh no, no estamos juntos –responden los dos al mismo tiempo, haciendo que la chica sonría más, si acaso eso es posible.

–Está bien, lo siento. –La chica no puede parar de reír.

–No hay problema –responde Selena antes de dedicarle una sonrisa e ir hasta la segunda fila, la de retiro.

Harry y Selena se miran por unos segundos, todavía algo incómodos por la charla de recién y las llaves previamente.

–No puedo creer que vengas aquí y te pidas una ensalada, es algo que nunca voy a poder entender. –Le dice Selena a Harry para romper el hielo.

–Es mejor que lo que tú te pediste, una magnífica. –Le responde Harry.

–La comida habla sobre uno mismo. Tú eres aburrido y triste como una ensalada, y yo soy como mi hamburguesa, magnífica. –Explica su filosofía Selena.

Harry ni siquiera se gasta en discutir con ella, simplemente mira al techo y menea la cabeza, negando todo lo que escucha.

–Una magnífica y una ensalada –grita la empleada, llamándolos.

Harry va en búsqueda de la comida y Selena se adelanta a buscar una mesa. Consigue una para dos personas pegada a una ventana, y básicamente se tira hacia ella.

Pero antes de que pueda apoyar su trasero en la silla, una chica se sienta, ocupando su lugar.

–Lo siento, pero yo vi el lugar primero. –Comienza Selena. Puede ver como Harry camina hacia ella, confundido por la situación.

–Pero yo senté mi trasero primero niña –le responde.

La mujer no aparenta más de veintiséis años, es rubia y con ojos color café. Es más baja que Selena, por lo que su primer pensamiento es que puede taclearla si es necesario con tal de tener el asiento.

No es que no hay otros asientos disponibles, es simplemente que quiere ese.

–Selena, vamos, podemos buscar otro lugar donde sentarnos. –Le pide Harry, pero ella ni siquiera lo escucha.

– ¿Por qué no escuchas a tu novio y te largas de aquí? –Los dos la miran con una ceja levantada al mismo tiempo.

Ni siquiera gastan su aliento en aclarar la situación, lo único que ambos quieren es la mesa.

–Señora –inicia Harry, pero es interrumpido.

–Señorita –lo corrige.

Harry cierra los ojos y respira lentamente antes de volver a empezar.

–Señorita –le pone un énfasis en la palabra –, lo lamento pero no veo su comida en la mesa.

–Eso es porque mi hermana está comprándola. –Harry sonríe en el instante en que escucha esas palabras salir de sus labios.

–Lo siento, pero si no tiene la comida no puede sentarse, es la política del lugar.

– ¿Y dónde dice eso? –Pregunta la mujer.

Harry levanta la vista y señala el cartel que hay arriba de la mesa que específicamente dice "no está permitido sentarse hasta que no se tenga la comida" y le dedica una sonrisa llena de victoria.

La mujer se levanta, no sin antes hacer un gesto obsceno hacia ambos, y se retira de la mesa haciendo muecas.

Harry y Selena se sientan y chocan los cinco una vez que Harry deja la bandeja en la mesa.

– ¿Cómo sabías sobre la política del lugar? –Pregunta Selena, todavía sorprendida por cómo actuó.

–La verdad es que vi el cartel antes de llegar a la mesa, vaya suerte la que tuvimos.

No pueden evitarlo, comienzan a reír sin poder parar. Probablemente el haber dormido mal por el horrendo hotel con las peores camas y que es víspera de navidad hace que pierdan un poco la cabeza y rían por cualquier cosa.

–Pero yo no actué solo, me hubiera rendido de no ser porque insististe. –Le reconoce Harry.

–Hacemos un buen equipo –comenta Selena.

–Creo que tienes razón.


Christmas with a stranger | Harlena | #JustWriteIt #HolidayChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora