Capítulo 9

23 2 0
                                    

Saqué mi certificado de votación y mi cédula de la billetera mientras Sakura aún me miraba con sorpresa.

-Bien, porque les queda diez minutos- dijo Neeji.

-El resto de mis documentos están en la base de datos desde que era un niño- informé y él asintió imprimiéndolos.

-Sasuke- me dijo sin comprenderlo aún.

-Podemos hacerlo ahora o esperar que tu padre nos encuentre- dije tomándola de los hombros- o puedes casarte con el idiota de Naruto si lo prefieres.

-Los papeles de Sakura son todos los que te había dado primo- dijo Hinata rompiendo el silencio que reinaba en el lugar.

-Está bien- dijo Sakura aún en trance.

Naruto entregó su DNI también para servir como testigo.

-Hey, pequeña- dije abrazándola y hablándole al oído- sé que no era así como lo querías pero justo ahora no tenemos opción, prometo romper los huesos de Itachi.

Ella al fin me sonrió ante el escenario de yo golpeando a mi hermano.

-Después de todo serás la señora Uchiha- dije riendo cuando Neeji me pasó el documento legal.

-Parece que sí- dijo Sakura dedicándome una sonrisa.

Hinata y Naruto firmaron como testigos y Neeji nos declaró oficialmente casados. Cuatro minutos después estábamos afuera de la comisaria riéndonos por lo que había sucedido.

-Tu padre no tardará en encontrarlos- dijo Naruto dejando de reír- ¿no quieren huir al menos por unos días?

Lo miré desconcertado, el padre de Sakura- tu suegro Sasuke- tenía mucha influencia como para descubrir si nos alojábamos en algún lugar de la ciudad y obviamente revisarían los departamentos de todos nuestros amigos.

-No creo que los encuentre en el mar- dijo Naruto leyendo mis pensamientos y entregándome las llaves de uno de los barcos de su familia.

-A los Uzumaki nos encanta dar soluciones a sus problemas- repitió el lema familiar.

-Hay que huir- me miró Sakura.

-Hay que huir- repetí.

No nos tomó mucho rato llegar al puerto, Hinata y Naruto nos abrazaron a ambos y nos despedimos con rapidez.

-Le tomará al menos un par de días encontrarnos- dijo Sakura con la misma sonrisa que me daba de niña cuando cometía una travesura.

-Podemos incluso si nos movemos rápidamente en el siguiente puerto ocultarnos por más días- avisé y a ella pareció gustarle la idea.

-Señor y señora Uchiha- nos interrumpió un camarero- el señor Uzumaki nos pidió que preparáramos su cena apenas avisó que vendrían.

Nuestros estómagos gruñeron en respuesta, creo que ninguno de los dos había podido comer en todo el día.

-Creo que amo a Naruto- dije cuando nos sentamos a comer.

-Creo que lo amo también- reímos.

-Señor y señora Uchiha- dijo el camarero cuando nos traía el postre- su habitación está preparada por su quieren hacer uso de ella.

Ninguno dijo nada y solo asentimos dejándonos guiar hacia la habitación, no entendía como habían preparado el escenario para un par de recién casados con tan poca antelación pero alguien debía alabar su eficiencia.

Las cosas que no podía negarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora