Por cada cosa

Tus caricias

Los chicos de VIXX pasaron una tarde increíble, entre risas, gritos, música, golpes y comida.
En la noche, todos se ducharon excepto Leo, quien ya lo había hecho. A las 23:30, Leo y Ravi están en la sala, sentados juntos en el suelo uno al lado del otro, sin decir nada. Los demás están en sus habitaciones.

Taekwoon, voltea a mirar a su novio cuando siente que éste le agarra la mano vendada, Ravi le sonríe mientras coloca la palma abierta de él sobre su mejilla lastimada.

—Es con la misma mano que me golpeaste —Leo asiente aunque no fue una pregunta, con cuidado acaricia la mejilla del menor.

Ambos se miran a los ojos, el moreno se acerca y besa los labios de Ravi, comparten un beso tierno y cariñoso. Cuando se separan sonríen como dos tontos.

—Ravi, no sé como compensarte —confiesa Leo, el nombrado sólo sonríe—, pensé en darte un regalo, pero ya lo he hecho, y también pensé en otras cosas pero no creo que nada sea suficiente —no aparta la mirada de los ojos del otro y ni dejar de acariciarle la mejilla.

—Leo, sabía que no encontrarías nada, no importa. Estar así contigo, esta bien... —confiesa Ravi, logrando que el corazón de Leo se hinche de amor.

—No, no —repite Taekwoon, recordando las palabras que le había dicho N—. Deja que yo sea el que te consienta. Quiero hacerte feliz —susurra lo último, sintiendo sus mejillas arder.

Ravi se muerde el labio inferior. Para él, su novio es lo más hermoso, y lo matará de amor si sigue así, con las mejillas rojas, esa mirada tan intensa y cargada de cariño, un cariño dirigido a él, eso lo llena de alegría. Wonsik se acerca, pone sus manos en las mejillas de Leo y lo besa, quiere transmitirle sus sentimientos así que lo hace de una manera suave y lenta, acaricia sus labios, los prueba queriendo comérselo.
Se separan con lentitud, juntas sus frentes.
Taekwoon llegó a la conclusión de que Wonsik es lo más lindo y especial que le ha pasado.

—Ravi —susurra, siente algo en su interior, algo que siempre hace que su corazón lata con mucha fuerza—. Ravi —vuelve a decir, lanzándose sobre su novio y besándolo con mucha pasión.

Ravi queda recostado en el suelo con Leo encima, no se separan, el beso se convierte en una guerra de dominio, sus lenguas se encuentran, se acarician y se empujan, mientras sus labios se vuelven rojos de tantos roces y choques. Apenas se separan y se vuelven a unir, sus labios se atraen como imanes. Entre besos y besos la temperatura de sus cuerpos va aumentando.

—Leo, tranquilo —dice Ravi divertido pero su expresión cambia a una sería cuando ve la mirada de su novio— ¿Qué pasa? —pregunta preocupado.

El menor, acaricia la nuca de Leo, éste tiene una expresión de pena y sus labios están entreabiertos como si quisiera decir algo. En este momento la mente de Leo es un torbellino, sus recuerdos con Ravi van y vienen, sus pensamientos con respecto a eso no lo dejan hablar, sus sentimientos están a flor de piel. Quiere decir algo pero las palabras están atascadas en su garganta. Wonsik aún está debajo suyo, así que él pone sus manos a cada lado de su novio y se separa un poco.

—Ravi —le llama una vez más Leo, el nombrado no ha apartado la mirada y le desespera que la voz de su novio suene tan suplicante—, te amo —Taekwoon, siente sus mejillas arder y su corazón latir a mil por segundo.

Wonsik lo esperaba todo pero menos que Leo se confesara, sonríe y comienza a reír, esas palabras salidas de la boca de su novio fue la mejor recompensa que le pudieron haber dado. Lo atrae hacia él y une sus labios. Esta tan feliz que quiere comerle a besos.

—Leo, es la mejor recompensa que me pudiste haber dado —le dice Ravi, sonriendo como un bobo enamorado—. El haberme dicho tus sentimientos —aclara al ver la mirada extrañada de su novio—. Yo también te amo —declara, agarrando el rostro del moreno para besar sus labios.