Por cada cosa

Tus recuerdos II

Especial Hakyeon

Llega temprano al departamento, antes que todos, se fija la hora y ve que son las 7:21 PM. Suspira cansado y decide tomar un baño caliente. Media hora después se tira en la cama.

Piensa en su familia, la nostalgia lo abruma, sonríe. Piensa en sus amigos del pasado y en cómo ya no se hablan más, le invade la tristeza y hace una mueca de enfado, no debe recordar eso. Recuerda su vida después de debutar, suelta una carcajada al recordar momentos graciosos y únicos, caídas, golpes, chistes malos y un montón de cosas inolvidables.

Escucha la puerta de entrada abrirse, se fija en la hora 8:38 PM, supone enseguida que es Hyuk, sólo espera que haya comprado comida.

—Hyung, Hyung —entra el más chico a su habitación, N sabe lo que pedirá: comida—. Aliméntame —se acuesta a su lado y golpea con suavidad su cabeza con el hombro del mayor, como si fuese un gatito.

—Cuando Hongbin llegue pídele comida.

—¿Paso algo?

—Nada.

—Sabes que puedes confiar en mí.

—Sí, lo sé.

—¿Entonces?

—Eres un pedazo de cosa molesta —le dice sentándose en la cama, Hyuk sonríe divertido.

—Soy una persona hermosa —se alaga, logrando que su líder sonría— ¿Qué pasa? ¿Estás triste?

—Sí, un poco. Mi amigo de la vida robo a mi mejor amigo, sabes —confiesa fingiendo dolor en su pecho, llevándose una mano allí para hacerlo más dramático.

—Estás celoso —N le mira mal—. Me tienes a mí, soy más lindo que ellos dos juntos —afirma apuntándose a sí mismo.

Hakyeon está por decir algo para contradecirle pero ambos escuchan que la puerta se abre y suponen que es Hongbin así que corren para ver si trajo comida.
Minutos después: se ponen a cocinar ya que por desgracia Hongbin trajo ingredientes y no una comida preparada. A la hora llegó Ken, Leo y Ravi, estos dos últimos como visita. Hace una semana que no cenaban todos juntos y ya se hacía extrañar.

—Esto me da miedo —dice Ravi al ver la comida ya servida en cada plato, Hongbin a su lado suelta una risita.

—Di ‘Ah’ —le pide con los palillos extendidos con algunas verduras en él, Ravi hace una mueca de desagrado pero al final termina comiendo las verduras.

—No está tan mal —dice N, probando su propia comida, Ravi asiente no muy seguro—. Coman, no tiene veneno —les ordena a todos un poco enojado.

El resto se pone a comer, todos haciendo muecas de duda y disgusto. No sabia mal, sólo era un sabor al que no estaban acostumbrados.

—Ravi, cariño, hace siglos que no pasamos tiempo juntos, tengamos una cita —le pide N, con ojitos tiernos, todos ríen ante eso, excepto Leo.

—Está bien, cielo —responde el moreno tirándole un beso, sonríe y estalla a carcajadas al ver como su novio le mira—. Es sólo un juego, Leo.

—No me gustan esos juegos.

—Ken jugaba así contigo antes, no tienes porque enojarte —le recuerda Hyuk, sonriendo.

—Ken jugaba, yo no jugaba con él.

—Y siempre me terminaba golpeando —recuerda el castaño, hace un puchero tierno y todos sonríen.

—Leo golpeaba a todo el mundo antes —dice N, bebe de su vaso y casi se atraganta al recordar algo—. Recuerdan que nadie quería hablarle cuando lo conocieron y me tiraron a mí de carnada —fulmina con la mirada a los dos ‘gemelos’ que comienzan a reír.