Can't Let Go |Pietro Maximoff/ Quicklisilver|

2; ¿La verdad?

Leigh's POV

-¿Sucede algo?- pregunta Pietro contra la piel expuesta de mi cuello-. Te noto algo distante...- agregó para luego seguir con sus rastros de besos sobre mi piel.

-Estoy bien- miento mientras me acomodo sobre su regazo, logrando que un gruñido se escape de los labios del platinado, repito la acción.

-No hagas eso para intentar distraerme- se queja y río.

-Esta funcionando, ¿no?- contestó en un susurro en el momento que sus manos se aferran con fuerza mi cintura.

-Leigh...- advierte entre dientes, pero no me detengo.

Llevo mis manos a su cabello y comienzo a jalar levemente de el mientras mueve mis cadera sobre las suyas-. Extrañaba sentirte cerca- digo en su oído.

-Banner dijo que debía tener cuidado contigo- suelta el aire en sus pulmones, recargando su frente en mi hombro.

-No vas a lastimarme- aseguró y dejo un cálido beso sobre sus labios.

Sus manos se dirigen al interior de la camiseta que llevo puesta y dirige sus manos por mis costados-. Vas a hacer que me vuelva loco...- dice mientras sus manos suben hasta mis costillas.

-Las mejore personas lo están- susurro luego de morder su labio inferior.

Llevo mis manos hasta el borde de su camiseta y la saco por su cabeza, para luego lanzar a algún lado de la habitación, mi dedos tocan la tibia piel de su torso desnudo y brazos.

-Pietro, has visto mi...- Wanda entra abre la puerta sin previo aviso. Escucho al platinado soltar un suspiro de frustración-. Ustedes no pierden el tiempo- se burla ella con una sonrisa traviesa.

-¿Qué buscabas?- preguntó mientras me levanto del regazo de Pietro y me pongo mis botas.

-Mi libro, Romeo y Julieta- dice jugando con sus dedos, enarco una ceja.

-No sabia que te gustaban esa clase de historia- río levemente y ella se encoge de hombros-. Recuerdo la primera vez que lo leí... Llore por horas.

Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina, evitando a toda costa encontrarme con Tony o Steve. Luego de la conversación de la semana pasado, había estado evitándolo a ambos.

-Ojitos, que alegría verte- sonreí Tony y gruño-. No me mires así, solo quiero hablar contigo.

-¿Qué quieres?- suelto de golpe, si dirigirle la mirada.

-Que me digas la verdad- exige-. Pero primero deja ese cuchillo- pide con voz suave.

Miro mi mano y me sorprendo levemente al notar que tengo un cuchillo en puñal, lentamente lo dejo sobre la barra y me aferro a ella respirando profundamente.

-¿Qué es lo que sabes?- murmuro controlando la ganas de lanzarle el cuchillo a mi lado.

-No mucho- se encoge de hombros-. Se que mataste a tu hermano...-

Y eso es suficiente para tomar nuevamente el cuchillo y lanzárselo, pero falló, ya que solo llego a un par de milímetros a un lado de su cabeza.

-¡Bastardo hombre de metal!- escupo con dura acercándome rápidamente hasta el. Lo tomo del cuello de su camiseta y lo estrello contra la pared-. ¿Qué demonios quieres de mi?

-Esto es lo que quería ver- dice con cierta emoción y lo suelto, tomando el cuchillo entre mis manos-. Eres muy buena actuando, todos caímos en tu papel de niña que no hace daño.

-No tengo tiempo para tus juegos Stark, solo dime lo que quieres- gruño dejando el cuchillo en su lugar.

-Firma el acta- dice con tranquilidad. Río con amargura.

-No- me niego completamente.

-¿Por qué no?

-Hay un par de cosas de la que no estoy realmente orgullosa- contestó sin nada mas.

-Oh- me interrumpe-. No quieres que el resto del equipo sepa quien eres en verdad.

Entrecierro los ojos-. Deja tus juegos.

-Entonces dime la verdad- sonreí y en ese mismo instante Pietro y Wanda entrar en la habitación confundido.

-¿Estas bien?- pregunta el platinado acercándose hasta mi-. Escuchamos gritos.

-Sonic llegas a tiempo, Leigh Ann estaba a punto de contarnos una increíble historia- dice Tony con una sonrisa triunfante.

-¿Qué historia?- esta vez pregunta Wanda con el ceño fruncido.

Maldigo cerrando los ojos-. ¿La verdad?

-La verdad- insiste Tony.