Can't Let Go |Pietro Maximoff/ Quicklisilver|

12; Vacio.

Pietro's POV

-No creo que sea buena idea que veas a Leigh- dice Steve parándose frente a la puerta. Frunzo el ceño comenzando a molestarme.

-Steve tiene razón Pietro- la voz de Wanda mi lado intenta tranquilizarme-. Algo esta sucediendo con Leigh, y no es algo bueno.

-¿Intentas tranquilizarme con eso?- la miro con ironía, logrando que su cuerpo se tense-. Escuchen, solo quiero verla...- suspiro-. Quiero saber que esta bien.

Steve respira profundamente y se hace a un lado, dejándome pasar. Miro a Wanda antes de abrir la puerta, y su mirada logra que un escalofrío recorra mi cuerpo. Abro la puerta por completo y una vez adentro de la habitación la cierro a mis espaldas.

-Vaya, hasta que alguien se digna a entrar- su voz hace eco en mi cabeza.

La chica que está detrás de la pequeña mesa de metal, con las muñecas enredadas por cadenas, no es Leigh. Aquellos ojos que alguna vez transmitieron el brillo que iluminaron mis noches mas oscuras, fueron remplazado por unos completamente vacíos. Como si jamás hubiera existido la chica que salvó mi vida, como si Leigh jamás hubiera existido.

-¿Es lo mejor que tienen?- se burlo al mismo tiempo que una sonrisa divertida se enganchan en sus labios-. ¿Un sujeto con un mal teñido?

-¿No sabes quien soy?- preguntó con cautela, esperando que solo sea una clase de trampa.

-¿Acaso debería saberlo?- vuelve a burlarse sin vergüenza alguna-. ¿Eres alguna clase de príncipe sokoviano?

-Leigh...- su nombre se resbala de mis labios y rápidamente un destello atraviesa sus ojos, logrando confundirla. 

-¿Cómo demonios sabes mi nombre?-su actitud divertida repentinamente cambia a ser agresiva. Se levanta de su lugar de golpe y comienza pelear contras las cadenas-. ¡Responde!

Siento como el miedo la inunda, lo se, la conozco mejor que a cualquier persona. Pero se niega a mostrase débil, como si estuviera luchando contra sí misma.

-Leigh, ¿no sabes quien soy?- preguntó sintiéndome débil.

Sus ojos me miraron con cautela, buscando algo en mi, vacila intentando buscar una respuesta, como si no quisiera lastimarme con lo que va a decir.

-Yo... No, lo siento- susurro desviando la mirada.

Vació, eso fue lo que sentí en lugar de mi corazón...