Can't Let Go |Pietro Maximoff/ Quicklisilver|

11; Sueña despierto.

Un año después.
Pietro's POV

-¿Como es posible que no sepan nada de ella?- Wanda esta completamente frustrada mirando los archivos completamente vacíos sobre la mesa.

-¿No puedes entrar a su mente?- esta vez es Natasha la que habla. Esta en las mismas condiciones que nosotros. Desesperada por alguna señal de vida sobre Leigh.

-No- contesta mi hermana respirando profundamente-. La ultima vez que lo hice, fue cuando se fue...- masculla desviando la mirada.

Clint entra en la habitación con la mirada pegada en el suelo, no esta bien. Nadie lo está realmente, no después de lo sucedido entre Steve y Tony. Mucho menos después de que se enteraran de la partida de Leigh.

-Hay alguien que quiere hablar contigo Pietro- dice y no logró descifrar lo que su mirada intenta transmitirme-. Hay un rastro de Leigh, en Roma.

Asiento lentamente al mismo tiempo que me levanto, salgo del salo y me dirijo a la habitación continúa. Bucky y Steve están sentado al rededor de la mesa, con un un aparato raro y unas hojas.

-¿Como lo lograron?- preguntó mirándolos. Bucky sonríe de lado.

-En la segunda guerra, no habían tanta tecnología como la de ahora- dice señalando el viejo aparato sobre la mesa-. Pero para ese entonces, ya existían los chips de rastreo y Hydra se encargo de que tu novia tuviera uno, para asegurarse de siempre tenerla en la mira- explica.

-Si fuera así, cuando se escapo luego de lo de Ultron, la hubieran encontrado en unos instantes- digo cruzándome de brazos.

-Es tecnología antigua amigo- contesta como si fuera lo más obvio-. Los dispositivos de ahora no logran captar las señales de baja frecuencia como el de ese chip.

-Encontramos este aparto en las viejas instalaciones de SHIELD- habla Steve acercando el aparto y encendiéndolo-, y ha captado la señal de Leigh... En Roma.

•••

-¿Estas seguro de esto?- la voz de Wanda resuena en mi cabeza. Gruño por lo bajo-. No hagas eso, se ve mal cuando lo haces.

-Wanda, estoy bien- contestó en mi cabeza-. Solo deja de meterte en mi cabeza, me pones nervioso.

-Bien- masculla y puedo jurar que a rodado los ojos-. Avísame cualquier cosa que pase- ordena y asiento, aun sabiendo que no puede verme-. Y Pietro... Se delicado con Leigh, ya ha pasado un año.

Respiro profundamente al ver la pequeña casa frente a mi, me acerco hasta la puerta y apoyo mis nudillos sobre la madera de esta. Luego de unos largos segundo, golpeo suavemente y me alejo un poco, esperando que alguien abra.

-¿Quién eres?- una pequeña voz sale desde el interior de la casa cuando la puerta se abre, obligándome a mirar hacia bajo.

-Hum... Pietro Maximoff- contestó no muy seguro mirando el pequeño niño.

Parecer tener unos ocho años y siento un cierto alivio al saber que no es hijo de Leigh, no sería realmente posible.

-¿James?- su voz sigue siendo la misma, solo que ahora es un poco mas suave.

Instantes mas tardes una desaliñada y delgada Leigh se encuentra parada frente a mi. Sus ojos me miran con dolor mientras se comienzan a cristalizas y siento mi corazón quebrarse en mi interior

-Pietro...- mi nombre entres sus labios sigue siendo un delirio y es suficiente para acercarme y estrecharla contra mi pecho-. Dios, creí... creí que habías muerto- sollozo mientras escondía su rostro en mi cuello-. Pensé que te había perdido...-

-Leigh- río entre lágrimas-. Princezna meu...- mis manos se aferran a su pequeña cintura y la cerco todo lo posible a mi cuerpo. Sintiendo su cuerpo contra él mío luego de tanto tiempo-. Yo pensé que jamás volvería a verte...- junto su frente con la mía y dejo un pequeño beso sobre sus labios-. Que te había perdido para siempre.

-¡Pietro!- un estruendo me obliga a abrir los ojos de golpe. Miro a mi alrededor y el vacío en me pecho vuelve.

Solo había sido un sueño.

-¿Qué sucede?- preguntó sentándome en el borde de la cama.

Wanda se acerca con precaución y me mira con cierto temor, como si tuviera miedo de mi reacción.

-Han encontrado a Leigh- vacila conteniendo la respiración-, pero algo esta mal con ella.