cap 7

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(________)

La familia de liam es bastante linda, sus hermanas estuvieron molestándolo todo el almuerzo, por eso me agradan aun mas, su padre es encantador, me recuerda al mío, y su madre es adorable, no me hicieron sentir incomoda y me invitaron a participar en la conversación familiar, también me contaron anécdotas de liam cuando era pequeño.

-pasa, si quieres puedes dejar tu mochila ahí- señalo un pequeño sofá azul al lado de una guitarra, deje mi mochila y me senté en este.

-creo que sería bueno comenzar con lo de literatura- me dijo sacando algunos libros de una repisa completamente llena de estos.

-¿te gusta leer?- pregunte algo sorprendida, la verdad liam no me parecía del tipo de chico intelectual, en realidad ni si quiera me había molestado en etiquetarlo como algún tipo de chico, solo lo conocía por el irritante acosador ex novio de danielle.

-sí, mira, tal vez en estos libros podamos encontrar algunos poemas inéditos o algo así- me entrego varios libros de poesía romántica, sigo en shock, tal vez y liam si sea el príncipe azul de danielle, digo, en el autobús parecía caballeroso cuando trato de ayudarme con mi mochila, y le gusta la poesía, en secreto, pero le gusta, su familia es como sacada de un programa norteamericano familiar de los 50’s, y es guapo, muy guapo.

-este me gusta, pablo Neruda es uno de mis autores favoritos- dijo el sacándome de mi lectura de comprensión, me levante del sofá con pereza y me dirigí hasta donde él estaba sentado en su cama.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Termino de recitar el poema, pero todavía no salía de mi trance, durante toda palabra que emitía, yo miraba los lunares que le enmarcaban el rostro, su nariz respingada y hecha bolita que le hacía ver tierno, sus labios carnosos color rosado, sus ojos color almendra que con el sol se ven más claros, y su cabello que desobediente caía tapando su frente, ¿wow, esperen, yo dije todo eso?, dios que horror, deje de mirarlo y me concentre en ver mis pies.

-me gusta, es lindo- le dije tratando de ocultar mi sonrojo, él se puso de pie y tomó su laptop.

-sí, ¿tu ya encontraste alguno?- me dijo sin si quiera mirarme, entonces yo volví al libro que hace unos segundos tenía en las manos.

-creo, pero no me convence-

(liam)

Ambos estábamos callados y concentrados en busca de poemas cursis que seguro te inducen al vomito, entonces encontré uno de pablo Neruda que me gusta mucho, incluso una vez lo recite en la clase de literatura avanzada, tal vez al pequeño duende le guste.

-este me gusta, pablo Neruda es uno de mis autores favoritos- le dije, entonces ella dejo de leer y me prestó atención a mí, ¿se había soltado el cabello?, ahora ella avanzaba hacia mí, se sentó a tan solo unos centímetros y comencé a leerle el poema.

-me gusta, es lindo- dijo algo sonrojada, no la culpo, la verdad yo también estaba sonrojado, tal vez era que hacía mucho calor, ¿debería abrir la ventana?

-sí, ¿tu ya encontraste alguno?- ella volvió a mirar su libro y hojeo algunas páginas.

-creo, pero no me convence- nos miramos por primera vez desde el autobús, de nuevo sentía algo extraño cuando el contacto se mantenía.

-¿Cuál es?- entonces ella se levanto y comenzó a recitar el dichoso poema.

Ah.
Y ahora dices que me amas,
ahora que como tela de araña
de la cara el pellejo te cuelga,
que el magnífico color de tus ojos
ahora lo enmarcan un par de cadavéricas cuencas
y tu vanidad de macho viste de luto.
Ah,
ahora me amas como el primer día,
hoy que dejaste de ser el más codiciado,
la nota principal en todos los diarios,
hoy que famélica se encuentra tu billetera
y se agotó la cosecha de rubias y trigueñas.
Bien,
te agradezco decir que soy todo en tu vida
- todo lo que te queda -.
Tus días dejaste bordados en decenas de almohadas
y los billetes verdes, los grandes,
repartidos en muchas bocas color ambición.
Pero ven, tomemos una taza de café,
noto cuánta falta te hace.
Hoy tienes mal semblante,
hueles a abandono,
a gripe ¿o será a viejo?
Pasa,
ahora la sala principal es la cocina,
mi refugio preferido en tantas noches de espera
las otras habitaciones ya tienen polilla
y han olvidado sonreír las puertas.
Acércate,
toma asiento en la que siempre fue tu silla
aún sin sentir el peso de tu cuerpo.
Alégrate, hoy tenemos visitas,
llegaron aquellos niños que no sabes ni cuándo
dejaron de serlo;
una trae consigo al primer nieto
el otro, como tú, es un gran ejecutivo
al que casi nunca veo.
Aprovecha este día y diles cuánto los quieres
tanto como me quieres hoy a mí.

-ese es lindo, si fueras a recitarlo a tus abuelitos- ambos sonreímos.

-____________ llegaron por ti- entonces deje de verle y me fije en la hora, las 6:00 pm, ¿Cuándo se había ido así de rápido el tiempo?, parecía que lleváramos solo minutos en mi habitación, entonces ella tomo su mochila y yo me ofrecí a acompañarla abajo.

-bueno, en parte adelantamos algo, el lunes en tu casa o en la mía?- ella se encogió de hombros.

-creo que lo justo es que sea en mi casa, hasta el lunes liam- esperaba algo así como un gesto de adiós agitando la mano o un leve apretón como cortesía, pero ella me dio un beso en la mejilla que dejo ardiendo hasta que me duche.

-_________ es linda, y su acento americano me encanta- Ruth y Nicola no dejaron de hablar del duende feliz, y yo no podía dejar de pensar en ella ni un instante.

-mañana ¿vendrá a comer?- pregunto mi mamá sacándome de mis pensamientos.

-es sábado mamá, la veré hasta el lunes- dije de lo más normal.

-pasas mucho tiempo con ella- mi mamá y sus sugerencias, odio que me mire con esa cara de mamá picara, ahora esta insinuando que __________ me gusta, lo cual es totalmente falso, eso ni en sueños puede llegar a pasar.

-es nueva y va en todas mis clases, me ofrecí como compañero eso es todo- Ruth y Nicola comenzaron a canturrear que yo estaba enamorado y que el duendecito y yo en un árbol besándonos y quien sabe que estup*ideces mas, me levante de la mesa irritado y me fui a mi habitación, estaba dirigiéndome al baño cuando algo en el suelo trono, mire lo que había pisado, era una esclava de oro, con el nombre del duendecito feliz grabado en ella.

My girl (LIAM PAYNE y TU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora