(liam)
Todo era tan confuso con ella, primero estaba enojado y tenia deseos de vengarme de ella, luego, me dice todo esto y parece sincera, muy sincera, sus ojitos mojados, mirando con ternura son irresistibles y uno no puede enojarse por mucho con el duendecillo adorable.
-en realidad no, pero, ¿y la escuela?- vi como miraba el edificio con cierta pesadez, la verdad no tenía ganas de estar enclaustrado dentro de la cafetería, el patio o la biblioteca esperando el momento de entrar a clases.
-nos quedan 3 horas, creo que estaremos aquí antes de las 10:00 am, ¿vamos?- ella asintió regalándome una tímida sonrisa, lo dicho, el duendecito adorable volvió a ser feliz, ella caminó hasta donde estaba la salida del estacionamiento, la hale del brazo delicadamente y ella giro a verme confusa.
-¿pasa algo?- recordé a mi bebé, dios, la idea de mostrárselo a ella primero que a nadie me entusiasmaba y mucho.
-si de hecho, no tomaremos el autobús- ella frunció el ceño, entonces yo saque mi billetera y le mostré mi licencia de conducir.
-por dios, que bien, y sales muy lindo, felicidades- seguro parezco un *****, estoy sonrojado y mi corazón late a mil.
-esta mañana ocurrió el milagro, y mi papá me regaló un auto, ven serás la primera en conocer a mi bebé- tomé su mano, esta vez no había intención de molestarla, solo quería sentir su mano con la mía.
-fiu fiu, tu bebé es lindo, “espero tu padre te cuide como mereces”- sonreí, ella estaba loca, como yo, y charlaba con mi auto.
-y serás la primera en subirte en él- le mire de reojo y no pude evitar sonreír como ella.
-bueno, ¿estás dispuesto a tele transportar duendes a milkshake city?- no pude evitar sonreír demasiado cuando ella dijo lo de los duendes, eso significaba que ya no le molestaba que yo le llamase así.
-solo si el duendecito promete no golpearme- ella me miro con los ojos entrecerrados.
-solo si el “caballero” promete dejar pagar al duende su malteada- le saque la lengua y ella me devolvió el gesto, le abrí la puerta y ella subió encantada, no pude evitar sonreír al darme cuenta de que ella llevaba la etiqueta de su uniforme por fuera de este, así que se la acomode por dentro rozándole un poco el cuello.
-¿Qué haces?- dijo ella sonrojada.
-la etiqueta la trias de fuera- si ella no se podía sonrojar más me equivoque, y si, se veía tremendamente adorable.
-gracias, supongo- así subimos a mi auto, y comenzamos a andar por las calles de Londres, la ventana estaba toda abajo así que su cabello volaba en dirección a todos lados.
-sube un poco la ventana, hoy me peiné- yo solté una carcajada y le hice caso subiendo a la mitad el vidrio.
-¿acaso te peinas?- sentí su pequeño puño en mi brazo.
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My girl (LIAM PAYNE y TU)
Hayran Kurgutienes la etiqueta del vestido colgando detrás los cordones de los zapatos desatados y tu cabello hecho un desastre ero nadie te podría ver como yo. abres las ventanas cuando empieza a llover si, todo el mundo piensa que estás loca pero nadie te pod...