Capìtulo 3: Bienvenidos a Poké York

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La ciudad es muy grande, pero desde luego no es un pueblo, así que descarto que sea mi pueblo natal.

—¿Buenos días, en qué podemos ayudarle? —me dijo la recepcionista de la entrada a la ciudad—. ¡Bienvenido a Poké York, la gran PokéManzana!

Me quedé algo atónito, pero aún así le agradecí la presentación y proseguí.

Habían muchos edificios, y las calles eran muy transitadas. Pero luego, ví un Pokémon saliendo de un edificio que al parecer era un restaurante: era un Absol.

Giró la cabeza y se quedó con la mirada fija en mí. Creí que había hecho algo mal, así que salí corriendo. No quería tener problemas. Aún así ese Absol se me hacía muy conocido. Pedí hospedaje en un hotel y me quedé a dormir ahí. Durante los siguientes dìas el evento del Absol se repitió varias veces: me miraba atentamente y yo salía corriendo. Increíble, una ciudad tan grande y me encontraba con el mismo Pokémon prácticamente cada día.

Hasta que un día se me acabó el dinero y ya no pude seguir en el hotel. Tuve que dormir en la calle. Esa mañana desperté en una lujosa habitación.

Justo entonces entró por la puerta ese Absol.

—¡¿Blue!? ¡¿Eres tù!? —me preguntó eufórico.

—¿Cómo sabes mi nombre...? —le respondí introvertidamente.

—¿No me recuerdas? ¡Soy Laz, tu vecino del antiguo pueblo!

—M-mi vecino... ¡¿qué!?

En ese momento tuve una visión y recordé algo de mi pasado: mis vecinos eran un Haxorus y... un Absol llamado Laz, que era uno de mis pocos amigos.

—L-Laz... ¡no puedo creer que seas tù!

En Busca De mi Memoria (Pokémon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora