Pas de Deux Grand, ADAGE*

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Narra Liv*

Kygo- Stole the show ft. Parson James

ADAGE

Después de lo caótico que había sido compartir esas palabras con las amigas de mi novio y que por fin quedaron satisfechas con la respuesta, ya que según ellas mostraba un poco de carácter y después de transcurrir hora y media para llegar del punto A al punto B osea el puerto de Boston, no pintaba mal el fin de semana. Según Edgar se colo en nuestro carro por seguridad mía y por el simple placer de robarme la atención con Daniel sospecho.

-Danny que te parece si cuando lleguemos yo podría ser tu segundo en mano en el barco o bueno no se si requieras en otras partes-.dijo coquetamente .

Osea mas facilote no se podía ser, que descaro solo se lo paso por ser tan el y porque a pesar de ser mi mejor amigo se que no corro peligro.

-Am si claro Edgar, según tengo entendido los bailarines saben mucho sobre navegación no?-tan sarcástico el.

-Si claro entre aprender las posiciones y los estiramientos también nos dan navegación!.-le contesto un poco afectado.-es solo que quiero verme con el gorrito de marinero, a ver si me veo tan candente como imagino.

-Edgar no creo que puedas ser mas candente y sensual-le dije sonriendo.

Después de un buen rato llegamos y nos estacionamos, la buena noticia era que el día había mejorado bastante. Paso de ser frió a ser realmente agradable, creo que seria porque la primavera ya estaba a la vuelta de la esquina. Bajamos las cosas de la cajuela y al menos había escogido un buen outfit para navegar. Vestía unos pantalones color caqui no tan ajustados, unos tenis blancos de lona super cómodos y una camiseta de rayas azul marino con blanco. Habia dejado mi cabello suelto pero tuve que recogerlo ya que el viento soplaría mucho y pues seria super incomodo estarlo alejando de mi cara todo el tiempo. Daniel se veía super guapísimo íbamos iguales salvo que su camiseta era blanca y llevaba un cardigan delgado azul marino cuello de esmoquin, para comérselo todo. Nos dispusimos a subir y ya llevabamos un rato en el agua y no quería que nos alejáramos mucho ya que no era que le tuviera miedo al mar es solo que sabia cual era mi lugar y siempre hay que tenerle respeto a la naturaleza.

Las siguientes horas nos la pasamos increíble, reíamos y gozábamos de lo lindo. Comimos y nos relajamos en el sol aunque no mucho no quería terminar tostada de la cara y del cuerpo no. La razón por la cual decidí no traer traje de baño fue por que ninguna de las demás chicas lo hicieron y no creí que fuera esa clase de viaje aunque con este solecito traicionero bien pude haberlo pensado dos veces. Ya se veían avistamientos del atardecer y cada vez me maravillaba mas de estos momentos que pasábamos Daniel y yo. 

A lo lejos escuchaba un click pero no sabia que era, así que me dispuse a voltear cuando me sorprendí ya que era Daniel tomándome una foto con su cámara. 

-Vaya no sabia que también eras fotógrafo de bichos raros-.le dije jugando.

-Pues si, acabo de fotografiar al mas hermoso.

Nos fundimos en un tierno beso, de esos que solo se ven en las películas. Un simple roce de nuestros labios, un poco de jugueteo con la lengua y unos mordiscos traviesos. 

-Ven mira, te mostrare cual es mi pasión en realidad.-me dijo mientras estiraba su mano para levantarme.

Camine junto a el por la cubierta principal o al menos eso creo, la verdad yo no se ni papa de barcos. De hecho no se casi nada de muchas cosas o tal vez si , solo de las raras. Como el hecho de estar en un barco me recordó ese episodio de Newlyweds donde Jessica Simpson pregunta porque el atún era el pollo del mar, es decir yo lo entendí como ella no. Pero en fin sera un enigma con el que ella vivirá por el resto de su vida, como la viejita del Titanic. Ya para de pensar Olivia concentrare.

-Mira esos pequeños rayos de sol que se asoman, a que son preciosos no crees?-me decía mi novio y creo que con admiración.

-Estas muy metido en esto no es así?, es decir te gusta esto.

-Si es mi sueño , mi pasión, aunque ahora que papa fallecido no he podido salir a capturar momentos con mi cámara, lo cual me estresa demasiado pero se que un día lo voy a lograr y seré reconocido, le enseñare a los demás que lo que tengo no solo lo herede,-decía con un poco de reproche.

-Daniel amor no digas eso, vamos enséñame que puedes hacer con esa cámara.-le incite.

-Nena créeme puedo hacer maravillas y no solo con la cámara.

He ahí esta de vuelta ese chico que tanto me gusta y que tanto odie al principio.

Que puedo decir el día fue mas que perfecto. Cada que conocía una faceta nueva de Daniel hacia que me enamorara mas. Como cuando platicando me contó la primera vez que se subió a un barco, o cuando su papa lo sorprendió con un cachorro con el cual creció. Cada vez me abría mas con el y ese tipo de confianza me gustaba mucho. 

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Pase toda la semana inundada de trabajos y practicas, se acercaba una temporada un poco difícil y estresante. Por suerte vino Daniel y a escondidas entro a mi dormitorio, y no mentiré si fue lo mas riesgoso que he hecho. De tanta adrenalina mis hormonas saltaban por aquí y por allá haciendo piruetas en el aire. Tener a Daniel pasada la hora de queda y con una compañera de cuarto que tenia el sueño de lo mas pesado , bueno ni que decir mas. 

-Daniel no puedes hacer ruido, créeme que si la despertamos nos caerá la supervisora de piso y me echaran.-le decía en susurros.

-Hey calma no pasa nada, ademas se nota que hace mucho que no tiene acción en sus pantalones un poco de acción en la cama contigua y le darás la mejor noche de su vida.

Pero que pendejo me hacia reír mucho, y aparte era el amor de mi vida. Me encantaba tontear con el y tener esa relación.

-Aun así, no pasara nada solo necesito que me ayudes a estudiar, entre las practicas no se puede y como que fui diseñada para bailar no para calculo.-lo dije haciendo pucheros.

-Mira que si me haces mas de esos te daré muchos besos.

Así que hice lo que en cualquier chica en un momento cliché haría. Lo siguiente que supe fue que Daniel apago la lamparita de la mesita junto a mi cama. Ya estaba super nerviosa no quería hacer ruido pero tampoco quería pararlo. Así que de la nada se acerco y junto sus labios con los míos, repartió besos por toda mi cara y finalizo en la comisura de mis labios. No podía parar solo quería seguir y para que negarle al cuerpo algo que me pedía a gritos, seria muy hipócrita de mi parte ser egoísta con una parte importante de mi así que me deje llevar. Sus manos rodeaban mi espalda y sus labios estaban en todas partes, viajaban de mi cara a mi cuello y de ahí hacia mis pechos y por dios que bien se sentía eso. Sentía una urgencia en mi centro que pensé que explotaría ahí mismo y para colmo no podía gemir ni hacer ruido por que teníamos compañía. Mordí mis labios para ser lo mas callada posible pero con este hombre lamiendo mi sexo era imposible. Nos habíamos desnudado bajo las sabanas y sentí como me penetro tan despacio, tan dulce, como adorando mi cuerpo. Lo sentí hasta el fondo y tuve que reprimir un grito mordiendo su hombro. Lo escuche quejarse pero no me importo creo que le gusto porque lo seguí haciendo y el siguió penetrándome mas. Sentí por un momento como si el tiempo se suspendía en sus brazos, sentí como si al hacer el amor con Daniel fuéramos al compás de una balada suave. Entre el vaivén de nuestros cuerpos y la melodía de nuestras respiraciones sentí ese bailecito de placer que se da al dos cuerpos fundirse y unirse para formar uno solo. 

Un baile privado solo para nosotros dos. Un baile acompañado. 

-Te amo Daniel....

-Te amo Olivia...



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