Tu llegada.

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Narra Liv*

Evanescence- Good Enough


Los meses habían pasado y había llegado la parte clímax, esa parte que era importante pero también un poco estresante en mi vida. El tiempo supera muchos obstáculos pero sin duda los que yo he pasado últimamente han sido los mas trágicos, reveladores y felices. No supe jamas como sucedió pero me enamore. Un buen día apareció en mi vida el y lo cambio todo. Lo recuerdo como si fuera ayer, como si sus ojos me miraran por primera vez. Recuerdo lo que sentí y lo que pensé. Memorice una y otra vez su fisionomía y una lagrima se escapo de mi. No sabia con exactitud si era de felicidad o tristeza pero estaba presente en mi vida el amor. Era increíble como de la nada puede surgir un sentimiento hacia una persona. 

Quería salir corriendo. Quería escapar y no sabia si era por miedo o por ansiedad. Fui presa de pánico, me agobiaba y no podía respirar. Todo era oscuridad y sentía que me podía. Me podía y no sabia que hacer no quería gritar y aunque quisiera no podía emitir sonido alguno. Era como si se me hubiera acabado la voz. Vi a lo lejos agitarse las aguas y un viento arremetía contra mi una y otra vez. Me acerque al mar y no supe por que, solo veía algo a lo lejos y eso me atraía. Camine temerosa no quería tropezar y caer. Temía lastimarme pero apresure mis pasos y llegue hasta la orilla. Encontré una cesta y me apresure a sacarla del agua. No sabia porque o como era que había llegado eso ahí o como es que yo aparecí ahí. La deje en el suelo y el viento fue calmándose. Estaba inquieta, temerosa de lo que pudiera encontrar dentro, mi curiosidad pudo mas que raciocinio. Cogí con cuidado la tapa y me dispuse abrirla, dentro de la cesta habían muchas mantas de color blanco. Una a una las fui quitando. Fui precavida y no me arrebate como otras veces. De repente las mantas ya no eran un problema y fue ahí cuando me di cuenta de lo que contenía. No podía creerlo estaba sorprendida y no creí que fuera posible que algo como esto cupiera en una cesta tan pequeña y que la hayan abandonado a la nada. Mis brazos temblaban y me estire para sacarlo con mucho cuidado. Era como algo delicado y no estaba de mas. No podía creer que tenia en mis brazos algo tan hermoso, tan puro y tan inocente. Un bebe, un tierno y hermoso bebe. Sus ojos eran de un azul verdoso y su piel era tan blanca como la porcelana, tan frágil y tan tersa. De inmediato sentí algo en mi pecho como orgullo y alegría seguido de preocupación. Como era posible que alguien dejara algo tan preciado ahí , no hay explicación. Me dispuse a dejarlo de nuevo ahí y sentí una punzada en mi vientre horrible así que mis manos viajaron a ese lugar y mi vista también. Me horrorice con lo que vi, tenia un camisón y estaba lleno de sangre. Incontables lagrimas salían de mi y un grito de dolor provino del bebe. Y su llanto era como cuando se pierde a alguien. Sentí frió , mucho frió cada vez incrementaba y no sabia por que. Escuchaba mi voz llamando por mi nombre a lo lejos. Quería quedarme pero me llamaba, insistía una y otra vez.

-CARAJOS!!

-Liv, maldición estas bien?-pude notar su voz un tanto preocupada.

-S si estoy bien, solo una pesadilla es todo .

-Niña de que iba el sueño, por que te juro que se sintió como en aquella película "Pesadilla en la calle Elm", creí que tenia que exorcizarte con lo religioso que soy tal vez y si me saldría bien el actito.

-Edgar no seas exagerado , ya paso y es todo no quiero hablar del tema por favor no insistas.

-De acuerdo, pero tienes que ir a la oficina que tienes llamado desde hace hora y media, recuerda esas perras frígidas madrugan.

Espere a que mi amigo saliera de mi cuarto para ponerme a pensar en que era lo que vi en mi sueño y como demonios lo iba a interpretar. No es como que yo tuviera un poder oculto bajo la maga. Madame Liv me dirán de ahora en adelante y leeré el café y la mano por mazapanes y demás dulces. Si bien podía pensarlo de camino a la oficina. Me pare demasiado rápido creo porque me maree muy feo y casi caía de no ser por que me cogí de la mesita de noche. Camine hasta el closet y saque unos pantalones de mezclilla deslavados , una camiseta blanca cuello en V sencilla y un suéter tejido de lana gris. Ya iba de salida así que tome mi celular y mis tenis Converse blancos. Corrí lo mas que pude lave mi cara en el baño y la seque, todo tendría que ser sencillo y rápido no había tiempo para maquillaje así que al natural. 

Baje las escaleras y tome rumbo por los pasillos del instituto. Al llegar me estaba esperando Esther la secretaria de la Directora Simmons la cual era la santa autoridad. Muy por encima de todos pero se me hacia muy rara, tenia cara de cacatúa. En fin decidí tocar la puerta y entre a paso lento. Habia llegado un sobre membretado para mi, el cual tenia que recoger personalmente ya que "no eran del tipo que se mandan al dormitorio". Lo abrí ahí mismo y no cabía de la emoción y no estaba para mas.

-Cielos si!!! entre a Joffrey.-estaba que no cabía de la emoción.

-Muchas felicidades Srita. Adams.-me dijo Esther con emoción y una lagrima en sus ojos.

Llame a Daniel para darle la buena noticia pero no me contesto, supuse estaba ocupado en algún lugar fotografiando la ciudad o que se yo. De igual forma insitiria mas adelante y salí del lugar para encontrarme con Lily, Marissa y Edgar.

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Estaba que no cabía de la emoción era algo que esperaba por meses desde aquel día en que me anime a enviar mi solicitud. Solo tenia que decirle a Daniel ya que hasta mi madre sabia y estaba de lo mas contenta. Ya podía estar cerca de ella y era lo que le importaba. Decía que ahora si planearía la compra de un departamento para mi. No me agradaba mucho la idea pero tampoco me desagradaba. Ya vería como balancear ese tema con ella.

Insistí demasiado marcando al de mi novio pero me mandaba a buzón y ya habían pasado mas de cinco horas desde que le marque por primera vez. Algo no iba bien, podía sentirlo como si fuera una opresión en mi pecho. No supe que mas hacer salvo ir a su departamento pero Weston aquel hombre amable que trabajaba ahí me dijo que había salido muy de madrugada y que no había vuelto. Ahora si me tenia preocupada y no paraba de hacerme la misma pregunta si esto tenia que ver con lo que soñé. Si era así vaya tendría que preocuparme y tendría que poner mi local de adivinación. 

No tan lejos de donde estaba se encontraban las oficinas de la empresa del padre de Daniel así que con paso decidido llegue hasta el edificio y pregunte por el pero nadie me supo decir nada. Tal vez me equivocaba o tal vez eran medidas drásticas pero cogí el teléfono y llame a la única persona en el mundo que podría decirme algo del paradero de mi novio o tal vez era la excusa perfecta y patética que tenia que dar.

Con dedos temblorosos marque su numero y a mitad de camino rogué por que no contestara pero y después que haría?.Seguro no podía decirle que había sigo yo el ya había visto mi numero en la pantalla.

-Hola...

-Hey hola, como estas?-le dije algo tímida

-Bien

Por dios era tan serio tan frió.

-Quería saber si tu sabes donde podría encontrar a Daniel necesito tu ayuda por favor no me cuelgues.-le suplicaba.

-Sabes que lo que preguntas es un tanto incoherente verdad?-no se si me lo decía de mala gana o que.

-Mira no tienes que responder esta claro que me equivoque debí de marcar otro numero gracias de todas formas.

Estaba por colgar pero el me interrumpió.

-Hospital Brigham and Women's.

Acaso sera que.....por que no lo pensé antes.

-Sam ....esto am pues gracias.


No recibí respuesta solo colgó. Al menos ya sabia a donde ir.


DE LA NADA AL CIELO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora