Belinda Mcmurffie ©

Capítulo 4

Belinda fue a su nueva habitación. Era perfecta, tal y como la casa en si. El estilo rococó, las gárgolas, las vistas...¡Todo!

─ ¿Belinda quieres un té? ─ gritó desde la primera planta su Tía.

─ Sí ─ contestó también gritando.

Inmediatamente, Belinda bajó las escaleras y se dirigió hacia la cocina.

─ Aquí tienes, ¡cuidado no te quemes!

─ Aún me tienes que explicar eso del whatsapp ─ dijo removiendo el té con una cucharilla.

Inmediatamente, Verónica se levantó y cogió su móvil.

─ ¿Qué es eso? ─ preguntó Belinda

─ Un móvil. Tengo muchas cosas que explicarte... ─ respondió con una sonrisa.

─ Demasiadas diría yo. Ya sabes, yo no soy de aquí.

─ ¡Ah, por cierto! ─ exclamó la Tía Verónica ─ Mañana empiezas el instituto.

─ ¿Instituto?

─ Sabes que es obligatorio, esta tarde vamos para aclararlo todo. ¿No estás ansiosa por empezar?

─ No, para nada ─ Dijo seria.

─ Bueno, te explico:

Tía Verónica empezó a explicarle cómo funcionaba el whatsapp y algunas cosas básicas sobre el móvil.

─ ¿Te ha quedado claro?

─ Más o menos...

─ Mañana iremos a comprarte un móvil.

─ ¿Y así podré hablar con Sara?

─ Exacto

─ Por cierto... ¿y tu maleta? ¿Acaso no has traido nada?

─ Em... No... ¿Por?

─ Madre mía... ─ dijo con una mano en la frente. ─ Ahora mismo vamos a comprarte ropa.

─ ¿Para?

─ ¡No puedes llevar el mismo vestido cada día! ¡Vamos! ─ dijo cojiendo su bolso preparandose para irse.

─ (...)