Capítulo 9

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Con los ojos como platos, Tía Verónica se acerco muy lentamente y se adentró en la neblina que provenía del cuarto de baño.

Hola, estaba dándome una ducha, ¿qué hora es? ─ Dijo con una sonrisa en la cara aquella sombra adentrada en la niebla.

Imposible, esa era, esa era la voz de Belinda, Tía Verónica estaba muy confusa. Quizás era ella.

¿B-Be-Belinda?

Sí, ¿pasa algo?

N-Na-Nada

¿Qué hora es?

Las 3. ¿Q-Qui-Quieres comer algo?

Sí, tengo mucha hambre.

Así pues las dos bajaron y se dirigieron a la cocina.

Era imposible los que estaban viendo los ojos de Tía Verónica.
¿Qué le había pasado a la muchacha? ¿Cómo era posible que estuviese inconsciente y de pronto estuviese bien? ¿Y por qué dijo que se estaba duchando, como dijo Tía Veronica en aquel whatsapp?

Belinda, ¿cómo estas?
--*comiendo* Bien, ¿por?.

No... por nada. Oye, ¿y qué tal tus padres?

Bien

Hoy alguien me ha enviado un whatsapp preguntando por ti, ¿quieres hablar con esa persona?

─ *se encoge de hombros* ¿Quién era?

No se

Belinda coge el móvil de su tía, entra en el chat y empieza a escribir.

Hola soy Belinda, y tu?

No contestan, pero alcabo de cinco minutos se escucha el sonido de una notificación.

Holiwis, q tal? Ya te has duchado?

Si, quien eres?

Jajajaja enserio no lo sabes?

No

Y entonces fue en aquel momento cuando dijo su nombre, aquella persona era...

Belinda Mcmurffie ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora