Capítulo 17

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Belinda empezó a contar lo que había pasado, se la notaba asustada y un poco nerviosa.

─Estaba en un bosque, era muy frondoso, me encontraba sola... Perdida... No podía escontrar la salida por más que caminase y buscase por todas partes, no sabía dónde estaba ni adónde iba. Entonces, me doy la vuelta, y les veo. Veo a esos dos hombres que estuvieron preparándome para cumplir mi misión, no sé ni cuándo ni cómo habían aparecido.

─¿Y qué pasó?─ Interrumpió Tía Verónica.

─Estaba asustada, no sabía que hacer, solo se me pasó por la mente salir corriendo, y eso hice.

─¿Te perseguían?─ Volvió a pregunta Tía Verónica.

─No, se quedaron quietos, en el mismo sitio de antes, entonces, seguí caminando. Me giré un segundo para ver si seguían allí. Y no, no estaban. Miré de frente, y aparecieron, como por arte de magia. Pero esta vez uno de ellos habló.

─¿Y qué dijo?─ Preguntó Tía Verónica intrigada.

─...

Belinda no contestó. Pasaron unos segundos y se le empezaron a poner los ojos cristalinos, poco después, una lágrima empezó a correr por su piel pálida.

─¿Qué pasa cielo?─ Dijo Tía Verónica mientras la abrazaba.

Llorando, Belinda contestó:

─¿De verdad tengo que hacerlo?

─¿El qué?, cariño.

─Ya sabes.

─¿La misión?

─¡Tú no la hiciste!─ dijo mientras se secaba las lagrimas con la manga.

─Y me arrepiento, lo hice por ellos, les dejé libres, y ellos me traicionaron.

─¿Qué hicieron? ─Preguntó más calmada.

─Me olvidaron, se fueron, huyeron, y me quedé aquí, sufriendo una condena perpetua.

Pasaron unos minutos de silencio, las dos se miraban fijamente, ninguna se atrevía a decir nada. Un silencio incómodo rondaba por la sala.

Belinda Mcmurffie ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora