Sara entró al apartamento, estaba muy feliz.
─Hola Belinda
─Hola... ¿Qué quieres?
─Nada. Solo venía a pasar el rato contigo─ dijo sonriendo
─Ah...
Sara se sentó junto a Belinda en el cómodo sofá, y quejándose dijo:
─¡Cómo odio el instituto!
─¿Por qué? Allí hay un montón de gente... parece divertido estar allí.
─¿¡Divertido!? No digas tonterías, además, no soy amiga de todos, mucha gente me cae mal. Y lo que más odio es hacer deberes y estudiar. ¡Ojalá me gradue pronto!
─Ah... Yo empiezo dentro de unos días.
─¿Enserio?.
─Sí.
─Si quieres te enseño el instituto.
─Vale.
─Oye, ¿y tu tía?
─En una... ¿cita?
─¿¿Qué?! ¡¿Con quién?!
─No se. Un hombre que se llama Federico, le hablaba por... los mensajes esos raros que tiene la caja esa de cristal.
─¿Caja de cristal? Te refieres al móvil, ¿no?. Y con los mensajes raros, al Whatsapp, ¿verdad?
─Supongo que sí.
─¿Y el tal Federico es de aquí?
─Sí
─Federico... Federico...─ dijo pensando en quién podría ser ─Me suena tanto el nombre, pero no sé de qué.
Belinda se encogió de hombros
─Oye, ¿es esa tu mochila? ─ pregunto Sara.
─Sí.
─¡Cómo mola!
─¿Mola? ¿Qué es eso?
─Em... Digamos que me encanta. ¿Dónde la has comprado?
─No la he comprado, Tía Verónica la tenía guardada, y me ayudó a decorla.
De pronto, se oye el sodido de una llave metiéndose en la cerradura de la puerta, y lentamente, la puerta de va abriendo.
─¡Ya estoy en casa!
─Hola─ contesta Sara.
─Ah, hola. Tú debes de ser Sara, ¿no?
─Sí.
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Belinda Mcmurffie ©
Mystery / ThrillerBelinda es una chica rara de 15 años con pelo blanco que llega a Escarlata, un pueblecito. Nadie sabe quién es, ni de dónde viene. Belinda vive en la casa su tía. Consigue hacer dos amigos que le acompañan en sus aventuras. Al principio todo es raro...