La hija de Jack Sparrow

24. El tesoro también me pertenece.

-Bien... -Empezó Jack cuando lo interrumpí.
-Antes que vaya a decir otra palabra... -Hice una pequeña pausa y lo miré a los ojos. -No quiero que vuelva a decir que soy su hija. Mi padre es el Comodoro Clarence Roxton. ¿Entendido?

Jack me miró indignado.

-Juliette, dejemos los resentimientos de un lado.
-¿Cuáles resentimientos? y explíqueme ¿Cómo sabe que soy su hija? -exclamé un poco alterada.
Jack se llevó la mano a su chaqueta y sacó la carta que yo había escrito en la Artemisa antes de encontrarlo a él en Tortuga.
-¿Cómo es que...?
-Estaba junto al mapa, tenía mi nombre.

Que tonta había sido, bajé mi cabeza y vi mis manos. ¿Cómo se me había olvidado? piensa Juls, piensa. Le dí una media sonrisa a Jack y luego él también me sonrió. De seguro mi hipocresía se desbordaba por todo mi rostro.

-Señor Sparrow, usted es un pirata muy inteligente, me han contado mucho de sus aventuras, ha salido ileso de lugares peligrosos, a vuelto de la muerte y escapado de la horca. ¿Cómo es que usted cree que yo soy su hija con sólo leer una carta?

Jack tomó aire y se acercó más a mí, yo me hice un poco hacia atrás y lo miré seria.

-Hay otra razón de peso, señorita, aunque no estoy totalmente seguro de que sea mi hija, ya que, no se parece en nada a mí.
-Claro, yo sí me baño. -Le dije con una sonrisa triunfante.
-Mira niña ¿Qué quieres? Solo dime y acabemos con todo esto.

Habían muchas cosas que deseaba decirle y preguntarle pero me limité a sólo una cosa, pensé en el plan que James y yo habíamos hecho la noche anterior.

-Usted tiene lo que quiere, ahora es mi turno de pedir algo a cambio.
-¿Y qué quiere la señorita? -Jack se hizo para atrás nuevamente, dándome una media luna en su boca.
-Me va a llevar a Crimson Deep, sin objeciones. El tesoro también me pertenece, ya que, el rubí es mío.
-En realidad no es así, niña.
-¿No quiere hacer un trato? bien, le diré al capitán de este barco que lo deje en una isla desierta, entonces. Para que muera de hambre y frío.
-Eso no funciona conmigo, pequeña, por lo visto aún no te han contado suficiente sobre mí.
-Seguiré en el Elizabeth o usted caerá de la plancha.
-Este no es un barco pirata, Juliette.
-Señorita, señorita Juliette.
-No voy a poner en riesgo su vida por un tesoro.

Eso me tocó el corazón en cierto modo, Jack se estaba preocupando por mí, aún teniendo la duda de ser mi padre de sangre, él quería protegerme.

-Iré bajo mi propio riesgo, quiero de vuelta mi rubí. La única forma de estar segura es, cuidando de él, yo misma. Así que démelo y cuando sea necesario se lo daré. -Le mostré mi mano.
Jack se rió. ¿Se estaba burlando de mí?
-La señorita, haciendo tratos con piratas. Es muy intrépida. Ya te estás pareciendo a mí.
-Jamás.
-¿No?
-Le diré a James que vuelva a Port Royal para que enfrente cargos con la corona, usted y el señor Gibbs. Y también el chico por robar mi rubí.

Jack frunció el ceño y me miró confundido.

-Usted gana. -Jack me dio su sonrisa repugnante y me dió el rubí.
-Bien, espero que entienda que no tengo ningún respeto por usted, ya que, no es mi padre. -Hice una pausa entre cada palabra de la última frase.
-No lo ha tenido desde que usted se subió en el barco de Elizabeth, señorita.

Jack me miró serio. Yo me levanté y fui a la cubierta. Había sido muy dura con él pero era un pirata de seguro lo olvidaría pronto.