La hija de Jack Sparrow

29. Jack, Jack.

-Jack Sparrow, no pasó mucho tiempo para volvernos a encontrar.
-Hector, viejo amigo. -Jack le dio una sonrisa hipócrita.

¿Hector Barbossa? Pensé ¿no era que Jack lo había asesinado?

-Señora Turner. -Barbossa tocó su sombrero en forma de saludo.
-Capitán Barbossa. -Elizabeth sonrió un poco desconfiada.
-Veo que el señor Turner tiene descendencia. -Barbossa miró a James.
-Capitán James Turner. -El chico exclamó firmemente.

El capitán Barbossa sonrió a James y luego me miró extrañado, se me acercó cojeando con su pie de palo.

-Entonces vienen desde tan lejos para dar un paseo familiar, supongo ¿o buscan algo en especial? -El hombre vio mi rubí y sonrió cínicamente. Era el pirata más intimidante que había visto. Yo lo miré algo asustada.
-Sí, así es. -Respondió Jack. -Sólo veníamos a dar un paseo. Y si no te molesta, ya ibamos de vuelta a Tortuga.
-Escuché de un tesoro sobre rubíes, Jack. -El hombre se volvió y caminó hacia él. -¿Qué sabes de eso?
-No, nada pero me encantaría ir a esa isla, cuando recupere mi precioso Perla, claro está. -Jack se hizo el desentendido y luego sonrió.
-Jack, Jack. -Barbossa negó con la cabeza. -Nunca dije que era una isla. ¿Dónde está el mapa?
-¿Cuál? -dijo Jack.
-Traigan al marinero. -Barbossa le dio la orden a sus hombres.

No podía creer lo que estaba viendo, era el señor Jacobs, lo tenían esposado y amordazado. El hombre le quitó la mordaza y las esposas.

-Es ella señor, ella traía un mapa para el pirata. -El hombre me señaló.
-Señor Jacobs. -Susurré ¿como me había traicionado de esa manera?
-¿Ahora lo recuerdas, Jack?
Jack negó y se encogió de hombros.
-¿O asesino a la chica? -El hombre levantó un arma y me apuntó, James se movió para protegerme pero los hombres del pirata lo apartaron.
-Pensé que éramos amigos. -Y ahí estaba Jack negociando. -Además, tienes un lindo barco, puedes encontrar muchos otros tesoros, yo no tengo mi Perla, gracias a ti. Y no hay resentimientos, créeme.
-Somos piratas Jack. ¿Lo recuerdas? Nuestra amistad no tiene que ver con esto. Hablo de un tesoro real, con piratas reales. No con chiquillos que se creen capitanes de pequeños barcos. -Vi a James mirarlo con odio.
-Jack... dáselo. -Le dije.
Barbossa cargó el arma y James se soltó del agarre de los hombres para protegerme. Barbossa se burló.
-Puedo dispararle a los dos. -dijo el sucio pirata con el pie de palo.
-No quieres hacer enojar al capitán del Holandés Errante ¿o sí? -Exclamó Jack.
-Jack, es suficiente. -Elizabeth habló preocupada.
-Bien. -Jack sacó el mapa y se lo dio a Barbossa. -Buena suerte, Hector. -Había odio en los ojos de Jack.
-Señores, vamos por el tesoro y Jack, gracias. -El capitán del Venganza sonrió e hizo una pequeña reverencia en son de burla.

-¿Y ahora? -Dije mientras el barco se iba. Habían dejado al señor Jacobs en el barco. Yo lo miré con desprecio. -Apártenlo de mi vista. -Les dije a los marineros.
-Lo siento señorita Roxton, yo no quise decir nada, me iban a asesinar. -Yo lo ignoré.
-Debemos seguirlo. -Exclamó Jack subiendo a la popa.
-No, no voy a arriesgar mi barco. -James exclamó muy enojado, era la primera vez que lo veía así.
-No podrán llegar allí sin el rubí. -agregó Jack.
-No me importa el tesoro, ya perdimos el barco de mi madre, no perderé éste también.
-¿Dónde está Isaac? -Exclamó Gibbs.
-¿Qué? -Jack lo miró confundido.
-¿No está en el barco? -Elizabeth preguntó.

Mi corazón empezó a palpitar muy fuerte, era como si fuera a salirse de mi pecho. Sentí mis manos helarse, caminé a la borda para sostenerme, miré el Venganza a lo lejos, deseaba saltar al mar y nadar hasta él. Tomé aire y ayudé a buscar a Isaac pero no había señales de él. Una vez más me sentía destrozada por su culpa.