Bueno, debo decir que no os lo voy a pintar todo de color de rosas porque de eso justo me he quejado. Pero también debo deciros que estos seis meses han sido más que perfectos. Creo que llevábamos esperando tantos años que nos olvidamos de nuestros gustos y quisimos ser plenamente satisfactorios a los gustos del otro. Quizá por ello él ha leído mis libros de amor favoritos y yo sus libros de detectives favoritos. Así es el amor ¿no?
Bueno y así hemos llegado hasta la actualidad. Tenemos dieciséis años y somos muy felices. Los estudios han mejorado por parte de los dos y ambos nos queremos mucho.
Creo que ha llegado el momento de deciros mi nombre. Me llamo Estrella. Puede que os parezca un nombre un poco raro, pero mi abuela por parte materna me contó cuando yo era pequeña y ella aún vivía que me llamaba como su madre. Así que es como una especie de honra a mi bisabuela. Me llamó Estrella María Doulitle. Lo de María es por si cuando sea mayor me quiero cambiar el nombre, pero la verdad es que me gusta y a veces me hace pensar en que mi familia a sido muy extensa a lo largo de todas las generaciones, pues como todas las familias pero me importa porque es la mía, puede que suene algo egoísta.
Bueno ahora voy a hablaros de lo que me pasó ayer. Yo estaba en casa de Luis y me dijo que tenía que buscar mi regalo de cumpleaños por toda su habitación. El caso es que yo estaba buscando como una histérica y él riéndose como si no tuviera cerebro. De repente encontré una cajita y al pensar que estaba allí pues la abrí.
Había un montón de papelitos doblados y en todos ponía en el redoble "Fea". Agarré una y la abrí. Él dejó de reírse cuando me vio que había abierto la caja.
Una vez la leí le dije:
- ¿Me escribiste todos los días?
- No entraba en mis planes que las encontraras. Te las iba enseñar pero no sabía como introducir el tema en nuestras conversaciones sobre el universo, la religión, la psicología y todas nuestras conversaciones sobre la vida. Además me reía tanto porque eres muy despistada cuando estásnerviosa porque tu regalo ha estado encima de la silla todo el tiempo.- me dijo señalando a la silla al lado del escritorio. Los dos nos reímos.
Abrí el regalo. Estaba dentro de una bolsa morada de papel. Era una cajita de plástico. Cuando la abrí no me lo podía creer. Era un precioso colgante con forma de corazón con piedrecitas brillantes en el borde.
- Luis, me encanta muchas gracias.- le dije mientras me lo colocaba al cuello.
- No hay de que fea. Aunque con el colgante te veo muy guapa.
- ¿Cuando vas a admitir que soy guapa con y sin el collar?
- Siempre. Eres guapísima. Te quiero.- Sonrió .
- Y yo tonto. Oye ¿puedo leer las notas no? Al fin y al cabo son para mí.
Y me las traje a casa. Me acosté bastante tarde sólo por leerlas todas. Son exactamente seiscientas ocho notas. En todas me contaba lo que le había pasado en el día. Nunca se olvidóde mi como yo pensaba. Siempre pensaba en mí. Todos los días que pensaba en él, élpensaba en mí. Me sentí muy bien cuando las leí. Me decía que me echaba de menos y que volvería en cuanto pudiera.
Me he llegado a arrepentir de no contestarle a las cartas que me mandaba, pero tenía miedo. Miedo de que no le importara ya tanto, ¡pero qué tonta fui!¡Él me escribió todos los días!
En todo caso ahora estamos juntos y es lo único que importa ahora.
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En Cada Cumpleaños
Short StoryUna adolescente conoce a Luis en el cumpleaños de una amiga. Desde ese momento lo vee en cada cumpleaños de los amigos comunes y ambos empiezan a encajar. Perdonad las faltas ortográficas, era pequeña♡.