Una noche con su cuerpo

Al final de la segunda semana (Cap 12)

Después de eso me sentí tan libre, dejé de estar atrapado en pensamientos, se abrieron nuevos caminos después de ese si, ahora nadie puede hacer que mis caminos se vuelvan callejones.

Me da un beso y me dice que se debe ir.

Lucas: - Pero prométeme que esta vez si volverás.

Graciela: - Te lo prometo, tu debes prometerme que no desesperarás, será un poco difícil ya sabes porque pero haré todo lo posible para poder venir.

Lucas: - Está bien, esperaré por ti te lo prometo.

Nos soltamos, nos despedimos y se marcha. Esta vez no sentí que no la volvería a ver, al contrario sentí que con seguridad volvería a suceder, así pasé un largo tiempo, ya soy su novio y mis palabras dueñas de esos sentimientos dentro de esa lágrima.

Vuelvo a mi trabajo, algo inevitable mi padre me regaña y me pregunta "¿donde estaba?" le respondo "estaba orinando". 

Carlos: - ¿Duraste tanto orinando?

Lucas: - Si papá, también me quedé un poco pensativo lo siento.

Carlos: - Está bien, no pasa nada.

Después de terminar ese día no sentía el cansancio, bueno si un poco estaba feliz por lo sucedido.

Al día siguiente se lo cuento a Sebastian pero como siempre no me lo cree y tengo miedo de invitarlo para que vea que es verdad pero no estoy seguro de cuando vendrá así que será otro día.

Los días transcurren rápidamente, un día tras otro sin que apenas lo note.

Ya ha pasado una semana y sigue todo normal.

No puedo evitarlo, desespero por verla  pero voy a resistir.

1 semana y 4 días sin verla, las cosas para mi empiezan a verse diferente.

1 semana y 6 días. "¿Por qué no viene?, creo  no la dejarán volver más aquí, sé que ella quiere venir".

Domingo a las 4:50 pm estoy sentado en la gran roca sintiendo la fuerte brisa y pensando demasiado y escucho la voz de Sebastian llamándome, no me animo ni a levantarme y me quedo sentado ahí unos segundos, después siento ese abrazo por la espalda... y  todo se paraliza , pienso Sebastian está de bromista pero es algo diferente a Sebastian no es rudo ni tiene fuerzas, es suave y débil, no lo puedo creer es Graciela.

La emoción que siento es demasiado grande, le doy un fuerte abrazo y no dejo de sonreír, me da un beso y le pregunto "¿cómo, como llegaste aquí?".

Graciela: 

-. Difícil pero por este pueblo todos te conocen, solo tuve que ir cerca del mercado y preguntar, pregunté a varias personas hasta que encontré a tu amigo, el me dijo que podía guiarme y le pedí que me trajera. 

Pienso: 

-. Todo es perfecto, ya Sebastian sabe que es verdad y la tengo aquí conmigo en mi casa, me pregunto ¿porque Sebastian no a entrado?, seguro prefirió irse por pensar que iba a molestar algo entre ella y yo pensando que no debía estar en un momento como este.

Lucas: 

- Sabía que vendrías, cada día pensaba en eso pero no pensé que fueras a llegar justamente a mi cas...

Me besó sin que terminara de hablar y continuamos besándonos, empiezo a sentir una sensación que me quema por dentro quiero quitar su ropa pero no debo, todavía no.

Seguimos besándonos y deslizo mis manos por todo su cuerpo, esto es perfecto, la brisa, el momento, el lugar, todo;  valió la pena la espera y todo esto.

De pronto para de besarme y me dice:

-. Vine solo por un momento, quería algunos besos y decirte que el próximo domingo pases por mi, una esquina antes de llegar al parque de diversiones donde nos vimos antes estaré ahí a las 5 en punto ahí te espero.