Voldemort al fin lo logra

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Llegó el día del baile de navidad que en realidad se realizaba en la víspera. Hermione estaba feliz porque a los séptimos cursos se les permitía llevar a sus familiares, por lo tanto, sus padres también estaban emocionados ya que visitarían Hogwarts por primera vez. 

Hermione pensaba asistir junto a Neville Longbottom, por supuesto como amigos. Ese día ambos aparecieron mediante la red flu en la chimenea de McGonagall, seguidos por los señores Granger que se veían majestuosos en sus trajes de noche.

 Hermione lucía un precioso traje de seda azul eléctrico, ajustado en la cintura, largo hasta los tobillos. La falda se ampliaba desde la cadera en corte A. Bebió una poción para alizar su cabello y usaba unos accesorios que combinaban con el color de su vestido. 

Neville también se veía regio y la encontró hermosa. Ambos se reunieron con el resto de sus amigos en el gran comedor que lucía diferente a las demás ocasiones, con doce árboles navideños dispuestos a lo largo de la estancia. El profesor Flitwick había encantado varios querubines ornamentales que volaban cantando villancicos.

Severus llegó al gran comedor justo en el momento en que arrancó el baile, se pasó todos esos días atormentándose, pensando en quien sería la pareja de Hermione. Él no se atrevió a invitarla, simplemente por temor a ser rechazado por ella y juzgado por los demás, además de que no había ningún precedente de que un alumno asistiera al baile con un profesor. 

Al mismo tiempo, los padres de ella estarían presentes y eso lo cohibía sobre manera. Todos los días recordaba la maravillosa salida al cine, su risa, su felicidad y sus preciosos ojos cafés ¿Con quién rayos asistiría al baile?, pero al entrar al gran comedor, todas sus preocupaciones se desvanecieron al instante al verla bailar un vals con Neville Longbottom. Simplemente se trataba de Neville. Suspiró aliviado mientras contemplaba el baile, pero unos dedos largos que lo tomaron por el hombro derecho, lo hicieron sobresaltarse. Era Dumbledore.

Harry era torpe para el baile, sin embargo lo estaba haciendo bien al igual que Ron ya que en los días anteriores, se habían tomado unas cuantas clases con los gemelos. Ginny estaba encantada entre sus brazos, Luna también lucía feliz bailando con Ron y para la sorpresa de Hermione, también Neville sabía bailar bien.

Las parejas danzaban y giraban alrededor de la pista, dejándose llevar por el sutil ritmo. 

Los padres de los alumnos del séptimo curso también disfrutaban de la música. Los señores Granger estaban particularmente maravillados con todo a su alrededor (Dumbledore había arrojado un encantamiento sobre los padres muggles para que pudieran disfrutar del castillo en todo su esplendor) y los señores Weasley les habían prometido un tour por el lugar. Todos estaban felices. Cuando la orquesta dejó de tocar, Dumbledore se subió al estrado para presentar a las favoritas de las fiestas de Hogwarts y un momento después aparecieron en escena.

—¡Señores y señoras! ¡Queridos alumnos de Hogwarts! Es un placer para mi presentarles a Las Brujas de Macbeth.

Inmediatamente el gran comedor del castillo se llenó de algarabía. Todos aquellos adolescentes saltaban y coreaban las canciones de la banda.

—¿Por qué no bailas con ella ahora? —preguntó Albus divertido mientras miraba a Hermione saltar una y otra vez en compañía de sus amigos.

—¿Te estás burlando, Albus? —inquirió Severus molesto, mirándolo con una ceja alzada.

—No lo tomes a mal, hijo —respondió el anciano con una amplia sonrisa.

—¿Ah no? Y entonces ¿cómo crees que yo me voy a poner a saltar como un adolescente maniático?

El lado tenebroso de HermioneWhere stories live. Discover now