Todo aquello que se me ocurrió mientras estaba haciendo algo más, y no dejó de perseguirme hasta que no lo plasmé en el papel. Reflexiones sobre el amor, el dolor, la desdicha y la felicidad, problemáticas actuales y de mi vida diaria. Algunos son u...
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¿Cuántas cosas me he perdido a causa de mi más fiel amiga?
¡Cuántos momentos que no volverán! ¡Cuánta gente que no volveré a encontrarme! ¡Cuántas palabras que quedaron ahogadas por no expresarlas!
La vergüenza te paraliza aun más que ese nudo en la garganta cuando algo te angustia y no salen las palabras. Más aun que cuando el estómago se te contrae por el vértigo ante la aventura.
Perdí momentos insignificantes a causa de este orgullo enmascarado, pero también otros que me gustaría rememorar ahora mismo. Me arrepiento de no haber dado el primer paso con el chico que me gustaba. Me arrepiento de haber alejado a mis amigos por no saber cómo hablarles. Me arrepiento de no haber dicho "te quiero" más seguido; y mucho más por nunca haber dicho "te amo".
Desde hoy pierdo el tiempo lamentandome por aquello que la vergüenza no me dejará hacer; Por la gente que no conoceré a fondo, por las hermosas palabras que no pronunciaré, porque no bailaré en público ni cantaré, y porque no confesaré lo que tengo mejor guardado.
A causa de la vergüenza, ni siquiera admitiré que he escrito esto. Y cuando me pregunten por qué lo hice, a quién me refería o qué significa, sólo diré: "no tiene importancia".
Pero ¿qué pasa con los que saben? ¿He de mostrarme tal cual soy? No, porque ese no es mi estilo, más bien me visto de timidez y me disfrazo de modestia, así el silencio es mi mayor aliado. El que calla no otorga, no, esconde.
