Todo aquello que se me ocurrió mientras estaba haciendo algo más, y no dejó de perseguirme hasta que no lo plasmé en el papel. Reflexiones sobre el amor, el dolor, la desdicha y la felicidad, problemáticas actuales y de mi vida diaria. Algunos son u...
Llorar no me hace débil, es sólo una externalización de lo que pasa en mi interior.
Llorar no me hace débil, es sólo la somatización de la presión que siento por dentro.
Llorar no me hace débil, el llanto es la corporeidad de todas las batallas que luché de pie hasta el final, y que mi cuerpo lo libera para recordarme que aún estoy viva.
He vivido tantas experiencias extraordinarias que no creerías, y todas ellas las soporté sin chistar, pero toda esa incertidumbre y dolor tiene que salir de mí alguna vez.
Aunque te parezca incomprensible lo que digo, o las palabras se atoren en mi garganta, el solo hecho de decirlo me produce un gran alivio.
Verme llorar no te hace mejor que yo, no necesito que me digas que me veo ridícula con el rostro contorsionado y los párpados inflamados, porque ya pienso eso de mí misma, y aún así tengo el coraje de hacerlo.
Llorar no me hace débil, sólo indica que soy humana y que mis glándulas funcionan con eficacia.
Llorar no me hace menos, porque todos lloramos alguna vez, aunque sea en solitario, aunque muchos se nieguen a aceptarlo.
Llorar no te hace débil, porque llorar no quiere decir que no tengas aguante, no quiere decir que estés renunciando. No dejes que te digan lo contrario.
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