Capítulo 5.

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Ravenna

No sabía dónde esconderme de las voces que estaban en mi cabeza.
 Algo está mal en mí y lo sé; las voces de todos en ese salón me recuerdan lo ridícula que soy, lo patética que me veo intentando ser lo que todos desean ver en mí.

Corrí lo más rápido que pude hacía los baños, me encerré en uno de ellos y no pude evitar que unas duras lagrimas salieran de mis ojos. No quería volver a este lugar; el primer día y ya todos me odiaban, pero no podía esconderme eternamente en estos baños opacos.
Llamé a mi madre, pero cómo no, no tenía tiempo para mí, estaba en una de sus importantísimas reuniones que le prohibían preocuparse por su propia hija.
Salí en busca de la única persona que me quiere en el mundo, caminé rápidamente entre pasillos hasta llegar a la cafetería, estaba dispuesta a entrar y buscar a...
»Mierda«
Frené en seco antes de entrar, visualicé a Marianne, Valerie y Lauren sentadas en una de las mesas cerca a la salida. Si entraba, estaría en un estado de shock sin saber muy bien qué hacer teniéndolas de frente. Si me quedo acá, podrían verme e igualmente, entraría en un estado de shock.
¿Por qué me siento tan impotente frente a ellas? Quiero ser ellas, no menos que ellas. Quiero ser Lauren y manejar el mundo con un dedo.

-¿Vas a entrar o seguirás parada ahí durante el resto de día libre que nos dieron? –una voz burlona habló a mis espaldas-

-Disculpa –me sonrojé sin voltear a ver de quién se trataba-.

-Ey, no te disculpes –posó una mano en mi hombro- soy Louie –dijo mientras yo volteaba a ver de quién se trataba-.

»Cómo no«

-Ah, aquel que me calló en el salón haciéndome quedar en ridículo –borré mi sonrisa apenas vi el rostro de aquel chico en el salón-.

-Tómalo como un favor, esa chica te iba a partir la cara y quién mejor que yo para bajarle los humos a una nenita buscapleitos –se apoyó en el marco de la puerta, haciendo que yo me alejara unos pasos de él-.

-Bueno, pues gracias –comenté algo fastidiada-.

-No creo que quieras que alguien más te moleste la estadía en esta pocilga. Ven, siéntate con nosotros, será mejor que estés con alguien a que estés sola y les des la oportunidad a esas idiotas de ser carne fresca para sus bromas –era amigable y tenía una linda sonrisa. Creo que no sería mala idea juntarme con alguien-.

Sonreímos y me guio hacia la mesa donde estaban todos sus amigos, grandioso, preciso al lado de la mesa donde aquellas lindas chicas estaban sentadas.

-¡¿Qué me estás contando, idiota?! –exclamó Lauren desde su mesa, interesada por lo que sus amigas le contaban-.

-Ya te digo yo, Valerie le dijo un par de cosas y por poco le rompe la cara, ¡Fue grandioso! –las dos rieron con ganas, sin embargo la castaña no demostraba ninguna emoción-.

- Ya, ya. Déjenlo estar –sacó su teléfono y sus audífonos- no fue grandioso, solo fue. Hablen de otra cosa que no sea de esa tipa. Me altera.

-Deberías dejar tu mal humor y ver quiénes están al lado.

»No,no,no,no«

-No me interesa.

-¡Chica!, te hice una pregunta, ¿cómo te llamas? –gritó lo bastante alto una chica con el cabello azul que estaba en la mesa sentada con nosotros. Las chicas voltearon a mirar rápidamente ya que el grito no se pudo pasar por alto en media cafetería.

-Ravenna –dije en voz baja-.

-¡¿Cómo dices?! ¡Se me es difícil escucharte, con todo el ruido de esta cafetería!

-¡Deja de ser una puta escandalosa! –gritó el chico rubio junto a ella mientras reían-.

-Vale, vale. Ravenna, mucho gusto, me llamo Samantha pero me dicen Sam o Blue por razones obvias –los amigos de Louie eran muy agradables en verdad.

-Creo que yo también me presentaré, me llamo Nash –dijo el chicho rubio junto a ella- él es Luke –el castaño sonrío tímido- ella es Lindsay –ni se inmutó de que la habían nombrado- y él es Louie

Eran agradables, pero no era lo que estaba buscando. Yo quería tener esta misma conversación agradable con la pelirroja, la rubia y la castaña que me despreciaron desde que me vieron.

-Samantha –Valerie estaba junto a nuestra mesa de pie, con una cara indescifrable- Ven –dijo firme-.

-¿A qué viene esto? –Louie simplemente cambió su amigable rostro a una expresión de pocos amigos-.

-Déjala –Sam se puso de pie y las dos se fueron algo incomodas hasta el pasillo.

-La hermanastra de Blue simplemente es lo peor –dijo Nash-.

-¡¿Hermanastra?! –exclamamos todos. Nuestra sorpresa era obvia, no sabíamos mucho de las vidas de los otros siendo hoy nuestro primer día de conocernos-.

-Sí, sus padres salen desde que ellas tienen diez años y –una voz lo interrumpió-.

-Y ese asunto no es interés de ninguno de ustedes –Marianne dijo neutra desde su mesa, sin siquiera mirarnos- no creo que ni a Valerie ni a Samantha les agrade la idea de que anden hablando de sus vidas como un chisme de revista. Pareces una tipa chismosa, Nash –todos en la mesa rieron, él la fulminó con la mirada y se sonrojó un poco.

Los dos grupos tenían secretos, quería saberlos todos y usarlos muy bien a mi favor. Quería saber cada detalle de cada uno.

-Qué mierda estar en el mismo lugar que ese trio de idiotas. Tampoco es que sea muy agradable que estés escuchando conversaciones ajenas que no te incumben. Vamos, salgamos, chicos –Louie no pudo evitar demostrar su exasperación por ellas-



Stalker. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora