Capítulo #20 "Amenaza y Amor"

67 8 6
                                    

Viernes en la tarde.
Después de todo lo que pasó en la mañana, Stuart tenía pensado pasar tranquilo lo que quedaba del día, aunque no contaba con una cosa... Es fin del mes y viene el dueño del apartamento.

¿Ustedes no lo olvidaron?

Por suerte la zona estaba limpia he impecable, Stu es un buen chico. Apenas el Peliazul tomó asiento, alguien llama a la puerta y se levanta a abrir mientras hace berrinche como niño pequeño. Vaya sorpresa que se lleva al ver que Murdoc estaba fuera de su apartamento.
-¿Qué tal, idiota?
Murdoc lo empuja y entra a las malas al lugar. El Peliazul está sin habla y Migräne comienza a inquietarse lo que le provoca dolores de cabeza, Stu colocó una mano en su frente mientras hacia gestos de dolor.
-¿Sigues con esos estúpidos dolores de cabeza, Face-Ache?
Aún sin respuesta, Murdoc entró al baño dónde tomó el frasco de pastillas y salió nuevamente a la sala para después arrojarlo sobre la cabeza del Peliazul quién inmediatamente paso a tomar dos de esas pastillas que hacía tiempo no tomaba. Migräne logro calmarse, eso provocó que Stuart se sintiera más tranquilo.
-¿Qué haces aquí?
-Pues no estoy turistiando pendejo, vine por ti...
-¿Qué?
-La banda regresará, pero faltas tú, grandísimo idiota...
-Lo lamento Murdoc, pero no estoy interesado en volver a ser tu esclavo y menos aún... Después de lo que me hiciste...
-Aawww que tierno, pero lamentablemente no te estoy preguntando, idiota...
Murdoc se acercó peligrosamente al Peliazul para tomarlo del cabello y jalarlo muy bruscamente hacia él.
Mientras que Stuart hacia todo lo posible por alejarse, claro está, sin éxito alguno.
-¡Escucha idiota! ¡No vine hasta acá para preguntarte pendejadas!
-¡No me importa! ¡Yo nunca iré contigo a ningún lado! ¡Jamás volveré a confiar en ti!
El Peliazul logró zafarse de aquel agarre y miró al Satanista con desprecio, aún después de que pasará el tiempo, juraba que podía sentir aquella aterradora escena como si la estuviera viviendo en ese momento.
Si no recuerdan, habla sobre el atentado que cometió Murdoc contra la moral del vocalista, la violación.
-¡Es una lástima! ¡Pero escucha esto, si no regresas a la banda, no me hago responsable de lo que pueda ocurrirle a Fideo!
-¡¿Qué?!
Ataque mortal, el Satanista había acertado en un punto vital del Peliazul, el mejor que nadie sabía cuanto amor le tenía el vocalista a la pequeña japonesa, tanto así, que no había nada en el mundo que Stuart no hiciera por ella. Murdoc sonrió ante la cara de horror que le regalaba Stu.
-Noodle...
-Así es, te pongo sobre aviso...
-Tú jamás le harías daño...
-Hahaha, que pendejo eres, claro que le haría de todo y para ser franco, le haré lo mismo que te hice a ti...
-No, por favor no...
-Obviamente no la maltratare como a ti, ya que es virgen la tratare bien aunque si le daré duro contra el muro, contra la cama y contra todo lo que encuentre...
-No le hagas nada...
Stuart se encontraba derrumbado en el suelo, no pudo evitar que aquel mal recuerdo se apoderara de su mente y el sólo pensar que una de las personas a las que más ama sufriría tal cosa, en serio le provocaba escalofríos.
El Satanista sonrió y comenzó a caminar hacía la puerta.
-De hecho te sorprendería el saber como el cuerpo femenino realiza aquellos excitantes cambios en la mujer, Fideo es una adolescente muy atractiva que dudo que pueda aguantar por mucho más tiempo estos deseos de poseerla...
Finalmente, el Satanista abandono aquel departamento dando un portazo, la furia recorría su cuerpo al no haber conseguido lo que quería, a no ser...
-¡Murdoc!
Stuart salió corriendo detrás de él, lo tomó del brazo y de esa manera logró que se detuviera para después mirarlo de mala gana.
-Esta bien...
-¿Qué me follé a Fideo?
-¡No!... Regresare... A la banda...
-Hahaha, ya era hora idiota...
-Pero...
-¿Pero? ¿Es enserio pendejo? ¡No tengo tiempo para tus idioteces!
-Necesito tiempo...
Murdoc se liberó del agarre de mala gana para después estrellar su puño en el rostro del Peliazul quien cayo al suelo con la cabeza agachada.
-¡No! ¡La respuesta es no! ¡Es ahora o nunca!
-¡Espera! ¡Necesito tiempo! ¡Sólo eso!
-¡¿Cuánto tiempo más piensas tomar?! ¡¿Enserio crees que la vida que tienes ahora vale más que la felicidad de Fideo?!
-...
Stuart no tenía la respuesta a eso, tal vez la tendría si no hubiera conocido a ____, pero no quería irse sin despedirse de ella, no quería marcharse sin tenerla entre sus brazos una ultima vez y tal vez, sólo tal vez, llevarla a donde él fuera; y sólo por eso no tenía pensado rendirse.
-Eso creí, ¿Lo vez? Ni tú mismo puedes contestar a eso, no seas imbécil y vamonos ya...
-Murdoc, durante todo el tiempo que he estado en la banda produciendo dinero para ti y realizando TÚ sueño, jamás he pedido nada...
-¡No quieras chantajearme ahora, idiota!
-Y no pretendo hacerlo, una semana, es todo lo que pido, dame una semana y todo esto habrá terminado, regresare a la banda, volveré a trabajar para ti y esto será un recuerdo...
-¡De acuerdo! ¡Toma tu estúpida semana! ¡Regresare el próximo viernes y no se te ocurra escapar pendejo!
Murdoc se marchó hecho una furia, tomó el ascensor y dedico una ultima mirada de desprecio al chico de cabellera azulada.
Stuart quedo inmóvil hasta que el Satanista se perdió en el ascensor, giró y comenzó a caminar hacía su departamento, pero una vecina salió a su encuentro.
-____...
-Sólo he venido a despedirme...
-¿Qué? ¿De qué hablas?
-Escuche la conversación que tuviste con aquel hombre, fue bueno conocerte y espero que estés bien...
____ entró nuevamente a su departamento, pero no cerro la puerta sin antes decir:
-Hasta nunca, Stuart Pot...
Finalmente la puerta se cerró, dejando a su novio... Perdón, a su ex novio con la palabra en la boca y la mano extendida.
Stuart suspiro, siguió su camino y cerro la puerta de su departamento. Mientras tanto, en el departamento de ____.
-Se va, sólo así, se va...
____ caminó hasta su habitación, se tiró en el suelo mientras se recargaba poco a poco en la pared y se abrazaba ella misma ya que las lágrimas abandonaban sus ojos, necesitaba consuelo. Aiden, su gatito, se acercó a ella lentamente, no parecía comprender lo que pasaba aunque supuso que sería afecto lo que esperaba su dueña.
-¿Porqué lloras?
-¿Porqué más? Se irá...
-Pero estoy aquí...
-Mentiroso...
Una mano se posó cálidamente sobre la cabeza de la chica, quién se encontraba mirando al suelo en ese momento, comenzó a acariciarla lentamente y después de un tiempo la abrazo como si no hubiera un mañana. Era Stuart.
-En verdad te amo, imbécil...
-Claro que si, también te amo...
El Peliazul besó la cabeza de la chica que seguía sin alzar la mirada y por nada abandonaba su posición de huevito. Aún así, Stu permaneció a su lado, hasta que finalmente ella captó la situación. Cuando ____ levantó la cabeza fue recibida con una sonrisa y un beso en los labios de parte del chico.
-Idiota...
Decía ella mientras desviaba la mirada para sonrojarse súbitamente. Stuart sonrió y junto su frente con la de ____.
-Lo soy, ¿Y sabes qué? Me siento especial cuando la palabra idiota proviene de ti...
-¿Cómo te atreviste a hacerme tal broma de mal gusto?
-Lo siento ____, esa no fue una broma...
-¿Quieres decir qué... Si te marcharas?
Stu asintió con una expresión de tristeza en su rostro, cuando miró a ____ pudo presenciar como aquel rostro se opacaba por las lágrimas que recorrían sus mejillas hasta estrellarse contra el suelo sin consideración alguna.
-____ yo...
-No digas nada...
-¿Porqué?
-Si seguirás lastimandome, mejor no digas nada...
-Perdóname...
Stuart besó por ultima vez la frente de su novia, se levantó lentamente para irse, no sin antes contemplar a la chica que se ganó su corazón, pero algo le impidió caminar. Miró, y se trataba de la delicada mano de la chica que se aferro a la camisa del Peliazul con afán.
-____...
-Stuart, no quiero terminar así...
La chica estaba demasiado sonrojada a lo que Stu la ayudo a ponerse de pie ya que quería ver aquel rostro tan bello en una de sus facetas más vergonzosas. ____ se aferró al pecho de su acompañante firmemente y lo miró directo a los ojos.
-Hagamos el amor...
Ahora el sonrojado era Stuart, aquella propuesta le sorprendió demasiado aunque se le hizo algo tierno de su parte y no sabe porque. El Peliazul trago un poco de saliva.
-¿Qué? ¿Estás segura?
____ lo besó en los labios muy lento y de una manera tan tierna que Stu juro haber sentido la aprobación en aquel pequeño acto de amor. La chica camino hacía la cama, donde comenzó a despojarse de las prendas que traía en ese momento, hasta que quedo en ropa interior; permitiéndole a su aún novio que observara su cuerpo como nunca antes. Después de eso, ____ retiro la ropa interior, tomó asiento en la cama y extendió su mano llamando al Peliazul.
Stuart se acercó lentamente, ella se recorría en la cama a medida que el chico la seguía gateando por la zona.
-Una noche Stuart, sólo una noche y después todo terminará...
-____...
Stu la besó a lo que ella correspondió ese acto con amor, poco a poco el chico se deshacía de su ropa. Mientras el fuego se encendía en la cama, Aiden se retiro de ahí ya que, extrañamente, comenzó a sentir que hacia más calor en la habitación; Unos ruidos en el pasillo llamaron su atención y se acercó para mirar por la ventana. Lo que vio, fue a un señor algo mayor que se encontraba fuera del departamento del ex vocalista y no dejaba de llamar a la puerta una y otra vez; De pronto saco unas llaves y entró.
Mientras esperaba a que saliera, Aiden comenzó a lamer su pelaje y a limpiar su rostro muy tranquilamente. El señor salió, cerro la puerta para comenzar a caminar por el pasillo y detenerse a mimar al gato a través del cristal, después de unos minutos se retiro y Aiden siguió con lo suyo.
Regresando a la habitación.
En aquel lugar, la pasión desbordaba por las orillas de aquella cama, dos cuerpos se funcionaban con el calor que ellos mismos emanaban, los gemidos resonaban al unísono de una manera que lograban excitarse aún más, besos y caricias sobraban, una escena romántica y morbosa que reflejaba el deseo entre los individuos.

Simplemente hermoso.

-(El dolor, el sufrimiento, todo ha valido la pena si mi recompensa fue conocer el verdadero amor, aún no se que tengo que hacer para ser feliz, pero mientras este con ella... Nada importara)
Pensaba el Peliazul al mismo tiempo que llegaba al orgasmo y se venia junto a su pareja.
Aquel momento era el más feliz de su vida.

Amor Maldito: 2-D y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora