Capítulo #22 "Las Deudas No Siempre Son Lo Mejor"

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Toda la mañana fue apasionante, Jacobo no le veía el final al tormento que estaba pasando, pero hay un dicho que dice:

"Después de la tormenta viene la calma"

Para suerte del cuarentón no todo fue sufrimiento, bueno solamente el principio, ya que el Peliazul cumplió lo que dijo.
Jacobo se encontraba demasiado sensible, un simple roce hacia que se estremeciera, aún después de media hora de haber terminado.
-Espe-ro que... Estés satisfecho, Stuart...
Hablo el maestro desde la cama, se encontraba acostado boca abajo, mirando al responsable de su situación, y no tenía ropa, más que una sabana que dejaba al descubierto su espalda.
Migräne estaba tranquilamente fumando en el balcón, con sólo unos calzoncillos puestos, recargado en la barandilla permitiendo que el viento moviera a voluntad su despampanante cabellera azulada. Otra cosa, y aunque suene estúpido, desde que llegó, Migräne no se ha retirado para nada los lentes oscuros.
-Satisfecho no, estoy feliz...
El Peliazul giró para poder mirar al maestro y sonrió ante tal escena, casi casi ruborizándose al instante. Jacobo frunció el ceño y miró seriamente al chico.
-¿Cómo puedes estar feliz después de lo que me hiciste?
Migräne sonrió, dio una ultima calada al cigarrillo para arrojarlo por el balcón y dirigirse hacía la cama a dónde subió instantáneamente. Colocó una mano en la espalda de Jacobo y fue deslizandola lentamente hacía su trasero, deleitando sus ojos al ver como el cuarentón iniciaba una serie de respiraciones seguidas por posibles gemidos que eran reprimidos.
Más sin embargo, no hacia nada por evitar el contacto.
-No deberías mentir...
-¿En... Qué mi-miento?
-Tus labios dicen una cosa pero tu cuerpo dice otra...
Migräne acercó su rostro a la oreja del hombre para después ponerla en sus labios y mordisquearla un poco.
-"Deberías ser sincero con tu cuerpo"
Susurro el Peliazul en una manera tan excitante que logró que su "amante", por así decirlo, se sonrojara y ocultará su rostro plantándolo en la almohada.
-Hahaha supongo que eso debió sentirse bien...
-¡I-idiota! ¡¿Cómo se supone que eso se deba sentir bien?!
Decía Jacobo al mismo tiempo que se levantaba a la mala, retirando a Migräne de encima y mirándolo enojado y sonrojado a la misma vez. El Peliazul lo miró como si esa actitud le haya sorprendido en verdad, pero al final termino sonriendo de lado y muy tiernamente.
-De acuerdo, tienes toda la razón, eso para nada se pudo haber sentido bien... Tal vez... ¡Esto si!
Migräne tomó entre sus manos el genital del maestro para inmediatamente después hacer un movimiento lento de arriba a abajo. El cuarentón sentía como su cuerpo se estremecía, sensación que llegaba a cada centímetro de todo su cuerpo. Pasando unos cuantos minutos Migräne comenzó a jugar con las sensaciones de su maestro; Cada vez que se estremeciera dejaría de hacer movimiento, eso era una técnica erótica que supuestamente incitaba a la penetracion a la persona que era sometida, lo leyó en alguna parte.
-De-deja de hacer e-eso...
-¿Porqué? Se siente bien, ¿Cierto?
-N-no seas I-idiota, esto N-no se siente na-nada bien...
-¿Qué tal esto?
El estudiante acelero los movimientos de su mano, tanto así, que logro que Jacobo se inclinara hacía adelante y lo abrazara. Eso fue aprovechado por el Peliazul que paso la lengua por su cuello, se detuvo en su rostro e hizo algo que ansiaba desde el fondo de su enorme polla. Beso al cuarentón, ese beso fue tan apasionado, sensual y excitante que Jacobo no resistió más y termino viniendose sobre el chico.
-Vaya, es caliente...
-¡Silencio!
Jacobo reflejaba, en su mirada confundida, el horror que le dio llegar al orgasmo gracias a un hombre. En su cabeza aparecían imágenes en cantidades grandiosas y a una gran velocidad que no había tiempo de detenerse a observar solamente una. Migräne no entendía porque reaccionaba de esa manera, más sin embargo no era asunto suyo y no estaba dispuesto a detenerse sólo por eso. El cuarentón miró de reojo al Peliazul y se sonrojo demasiado al ver como el chico tomaba con sus manos un poco del semen que había caído en su pecho y jugueteaba con el entre sus dedos.
-¡Idiota! ¡Quítate eso inmediatamente!
-¿Porqué debería?
Migräne lamió sus dedos, dejándolos completamente limpios a lo que Jacobo puso una cara de "no mames" y pasó a salir de la cama. Algo detuvo la acción del hombre, era la mano del chico que en ese momento lo sujetaba como si lo fuera a perder para siempre.
-¿A dónde ibas?
-Doy esto por terminado...
Las palabras mágicas para hacer que la actitud Tsundere de Migräne salga a la luz.
El Peliazul lo regresó a la cama de una manera no tan agradable y se poso encima de él, sujetando sus muñecas para impedir cualquier cosa que se le pudiera ocurrir.
-Aún me falta el plato fuerte, no te estuve preparando todo el día para irme con las manos vacías...
Jacobo no entendía aquel cambio tan repentino de actitud, ¿En dónde había quedado el chico considerado que era hace unos minutos? ¿Ahora todo será a la mala? ¿Cuándo terminará esta pesadilla? ¿Será igual que la ultima vez?. Esas eran las preguntas que pasaban por la cabeza del cuarentón mientras no se dejaba de sorprender por todas las cosas que esconde ese chico lleno de secretos. Migräne pasó a hacer lo que más le complace, apoderarse del cuerpo de su maestro a las malas.
Mientras tanto, en una casa desconocida se hacia una llamada telefónica entre dos individuos.
-¿Entonces crees poder venir?
->Yo digo que si, pero tu casa queda algo apartada de la ciudad ¿Crees qué debería ir de noche?<
-Eso es lo de menos, puedes quedarte a dormir...
->De acuerdo, lo haré, pero sólo por ser un favor ¿Entiendes?<
-Hahaha si, gracias, aquí te veo...
->Ok, bye<
La persona cuelga el teléfono y completamente satisfecha por la respuesta de la otra persona, comienza a preparar su casa para lo que pasaría unas horas después de que anocheciera.
-Hoy es el día...

Las horas pasan, el tiempo no se detiene y en aquella cama el tiempo era lo de menos ya que no importaba nada, sólo ellos.

El anochecer finalmente había llegado, Migräne ya no recordaba cuantas veces abuso de su maestro más sin embargo lo gozó al máximo. Era un día para recordar, el día que tuvo control total de una persona, y no estoy hablando de Stuart.
Después de tomar un baño, arreglarse y perfumarse con las pertenencias de Jacobo, Migräne estaba listo para marcharse, tal vez un día entero fue demasiado tiempo para cumplir un deseo carnal, aún así no se arrepentía de nada. El Peliazul se acercó al cuerpo dormido del cuarentón, si, dormido, díganme ¿Quién no estaría cansado después de follar incontadas veces en una tarde?. Sonrió ante tal situación, se inclino para cruzar sus labios, paso por ultima vez su mano por la entrepierna del dormido y tras dar un ligero apretón, se fue.
El Peliazul caminaba de regreso a su departamento en completo silencio, hasta que una vibración lo sacó de sus casillas.
-¡¿Pero qué...?!
Se tranquilizo al ver que sólo era su celular, bueno el de Stuart, que estaba brillando por la reciente entrada de un mensaje.
-Debe ser la novia de este individuo, ha de estar preocupada...
Al abrir el mensaje se dio cuenta que era de un número desconocido, algo que se le hizo sumamente extraño ya que dicho mensaje tenía escrito una dirección que él no conocía y estaba seguro que Stuart tampoco.
-Número equivocado...
Cuando estaba por borrarlo, una llamada de un número desconocido intervino de repente, así que Migräne contesto.
-¿Bueno?
->¿Qué tal, idiota?<
-ash, ¿Ahora qué fregados quieres?
->Te quiero a ti<
-¡Pff! ¡Hahaha!
->Mira, te advertí que no te metieras conmigo<
-Si, si, ¿Sabes? Ahora no tengo tiempo para tus idioteces...
->¿Entonces no te preocupa lo que le pueda pasar a Gabriel?<
Al escuchar ese nombre, Migräne palideció de una forma aterradora y comenzó a sentir la sangre de su cuerpo muy fría; Pero no podía dejarse llevar por sus sentimientos, al menos no por ahora.
-¿Qué estas diciendo?
->Lo que escuchaste, he secuestrado a Gabriel y a no ser que estés aquí lo más pronto posible, no aseguro que sobreviva a la noche<
-¡¿Cómo pudiste?! ¡Supuestamente te gusta!
->Hahaha así es, me gusta, pero descubrí que destruirte es más importante que mi amor por él, a y otra cosa, ¿Cómo puedes dormir engañando a ____?<
-Yo no la engaño, ¡Déjate de tonterías!
->¡Ay aja! Ok, fingiremos que te creo... El mensaje te guiara a mi, no tardes<
-¡Estela! ¡No cuel...!
Demasiado tarde, ya era demasiado tarde.
Migräne miró nuevamente el mensaje y se decidió por salvar al amor de su vida. Él no se anda con rodeos, a partir de ahora el asunto era de vida o muerte.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Espero que les haya gustado :D
Quiero agradecer a todos los lectores que siguen esta novela ¡Muchas gracias! :3
También a todos los lectores nuevos ¡Gracias por su preferencia! ;)

Una cosa más, ¡Migräne! ¿Puedes venir un momento?
-¿Qué? ¿No vez que intentó salvar a mi amado Gabriel?
Anda no seas grosero, mira que una chica te admira mucho...
-¿Y que? ¿Eso de que sirve?
¡Te dije que no te pusieras de grosero! Solo mandale saludos...
-¿Porque? ¿Es que ella me ayudara a rescatar a Gabriel?
Al menos agradece que alguien te admire, con lo cruel, loco, Tsundere, tramposo, agresivo, violador y demás que eres, fuera para menos -.-
-Vale, vale, ya entendí ¿Y como se llama la chica?
AmyNeyra, ahora saludale...
-Hola AmyNeyra...
¿Qué mas? -.-
-Gracias por admirarme...

Bueno chicos eso es todo por ahora, sigan disfrutando :3
-¿Con quien rayos hablas?
Creí que ya te habías ido o.o
-Pues Creíste mal, ahora me voy, tengo cosas más importantes que hacer...
¡Espera! ¡Hablemos sobre eso!
.*Corre detrás de èl*

Amor Maldito: 2-D y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora