En una isla de nombre Plastic Beach. Un chico de despampanante cabellera azulada se encontraba en una habitación preocupado por el concierto que tendrían la próxima semana, el cual ya había sido aprobado por los managers; Pero entre toda esa preocupación, había un sentimiento de tristeza y un aura de abandono.
-_____, no se si volveré... Para amarnos más, si pudiera ser verdad, ya no habría oscuridad...
Cyborg entró a la habitación y al verlo tirado en el suelo, recargado en la pared y en la esquina de la cama; Se acercó para sentarse en está, poner una de sus metálicas manos en el hombro del chico e intentar hacerlo sentir mejor, aunque esto último no está garantizado de que vaya a funcionar.
-Stuart, tranquilo, todo saldrá bien...
-No hables como si te importara robot, sólo eres una cómplice de Murdoc y no se que tramas...
-Nada, mis intenciones son absolutas, no esconden la verdad...
-¡Mentirosa!
Cyborg bajó la guardia, ahora se encontraba acostada en la cama con el sensual Peliazul arriba mientras le tomaba las muñecas para evitar que se moviera.
-¡¿Crees qué no he notado el extraño comportamiento que tienes hacía mi persona?! ¡¿Qué es lo que te pasa?!
-No quiero hablar de eso...
-Tienes que hablar, ¿O es que deseas lastimarme más?
-Si te quisiera lastimar, ya lo habría hecho...
El Peliazul bajó y se sentó a la orilla de la cama, por otro lado, Cyborg se levantó para sentarse, de igual manera, en la orilla del otro lado de la cama. Tú y yo sabemos que si ella hubiera querido, se lo habría quitado de encima muy fácilmente, pero también recuerda que tiene un objetivo en manos.
-Para ser un robot eres bastante extraña...
-...
-Los besos, las insinuaciones, las caricias, ¿Estás intentando que me enamore de ti?
-No, se que eso no podría ser...
-¿Entonces?
-Lo que pasa es que yo...
-Le gustas idiota...
En ese momento Murdoc hacia su aparición en el cuarto, con una cerveza en la mano, una revista XXX en la otra y sin camisa.
-No es eso...
-¿No?
Stuart se levantó de la cama y giró para mirarla, manteniéndose a una distancia considerable del bajista. Cyborg era inexpresiva por su naturaleza metálica y eso impedía que las palabras fueran acorde con sus expresiones, haciéndola parecer como una mentirosa delante de las personas.
-¡No mientas hojalata! Admite de una vez que tienes una atracción por este pedazo de imbécil, que por eso has estado comportándote como pila caliente...
-No es así Murdoc, soy yo la que esta intentando enamorarse de él...
Stu se sorprendió bastante tras esa confesión, ¿Qué significa eso? ¿Será una trampa de Murdoc? Preguntas, preguntas y más preguntas, a estas alturas el Peliazul no podía darse el lujo de confiar en esos dos, más sin embargo, la sorpresa permanecía en su rostro.
Murdoc mostró desinterés total una vez la verdad fue revelada, pero no se iría hasta saber en que concluiría esto.
-Cyborg... ¿Porqué?
-¿Porqué? Ustedes no saben la suerte que tienen por poder tener sentimientos y emociones nuevas, ¿Qué es amor? ¿Celos? ¿Tristeza? ¿Excitación? Todos esas emociones que nunca he sentido y que al parecer no podre sentir...
-¡HAHAHA!
Las miradas se clavaron en el Satanista con una velocidad sorprendente, ya que había empezado a reír de la nada.
Así duro alrededor de 5min, riéndose por el deseo de Cyborg. Stuart frunció el ceño pues aunque ella deseara tal cosa, al Peliazul no le molestaba en lo más mínimo y que Murdoc riera de esa manera era muy pero muy fastidioso.
-¿Eso era todo? Hahaha ¿En verdad quieres sentir tal cosa?
El bajista se acercó a ella y tocó un punto estratégico en la cabeza de la chica, después de eso se alejo; Ni Stuart ni Cyborg comprendieron que era lo que había hecho.
-Face-ache, besala...
-¡¿Qué?! ¡¿Estás loco?!
-Hazlo, eres el típico idiota que apoya todo, así que...
Stuart miró a la chica, no sabía si ayudarle con su deseo o no, pero no era una persona de mal corazón, por lo que se acercó a ella y la beso rápidamente; Apenas sus labios se tocaron, el chico se apartó. La cara de Cyborg reflejaba sorpresa, pero, ¿Qué significaba?
-Cyborg...
-Stuart, ¿Qué significa cuando sientes algo extraño en el estómago?
-¿Puedes sentirlo?
-Por un momento lo sentí y fue, fue maravilloso...
Murdoc se acercó, tomó a la chica del brazo y comenzó a jalarla fuera de la habitación.
Cyborg no entendía que pasaba pero no quería ser alejada del Peliazul, a lo que Stuart intervino.
-¿A dónde vas Murdoc?
-Cumpliré su estúpido deseo...
El Satanista tocó uno de los pequeños pechos de la robot, lo que provoco una nueva sensación en ella. El vocalista no permitiría que la lastimara, independientemente de todo lo malo que alguna vez le hizo.
-¡Déjala tranquila!
-¡No te metas en esto Face-ache! ¡Recuerda a tu novia!
Murdoc pateo al Peliazul a la cama, salió cerrando la puerta, llevándose a la chica y olvidando la cerveza y la revista en aquel cuarto.
-_____...
Stuart quedó tendido en la cama recordando a la chica y lamentándose por no haber podido ayudar a Cyborg, pero sinceramente el Satanista golpeó en un punto débil. Por otro lado, Cyborg renegaba, aunque tuviera la fuerza de 10 hombres, no podía lastimar a su creador pues su mitad robot lo impedía.
En fin, Murdoc terminó cumpliendo una de sus fantasías sexuales y los deseos de Cyborg, ¿Cómo será follarte a un robot? ¿Acaso Murdoc hizo sus...? Ejem... Olvidenlo, continuemos.
ESTÁS LEYENDO
Amor Maldito: 2-D y Tú
FanfictionSu amor no es para nada funcional. Cuando se conocieron, no imaginaban que su vida comenzaría con tragedias. Un maestro de mente enfermiza, amistades hipócritas, dos amores sinceros y la doble personalidad de tu novio. ¿Su mejor amiga? La muerte...