Capítulo #23 "De Rodillas"

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Migräne llegó al lugar en el que la loca de Estela lo citó, se sorprendió bastante al ver que era un edificio abandonado aunque después recordó que sería algo demasiado lógico considerando que tenía un rehén, su amado Gabriel. Sin más decidió entrar, el sitio era frío, oscuro y daba muy mala pinta, extrañamente, bueno ni tanto, Migräne se sintió como en casa y con una sonrisa siguió su camino. Hasta el más valiente se asusta, fue justo lo que le pasó al Peliazul cuando su celular entonó la cancioncilla de mensajes, no pudo evitar dar un salto y después sacar el móvil de muy mala gana.

"La luz te guiara"

-¿Qué mierda con esta tipa? ¿Ahora es religiosa o qué?
Un tanto fastidiado por el asunto y en plena oscuridad, Migräne vio una extraña luz en el ascensor, entró y presionó el único botón que brillaba pero no paso absolutamente nada.
-¿Seré idiota? ¿Cómo espero que el ascensor de un edificio abandonado funcione?
Cuando se disponía a salir de ahí, las puertas se cierran en su cara y empieza a subir lentamente.
Una vez llegó, salió, mirando a todos lados intentando ubicar a alguna persona pero no, no había rastro alguno, sólo un edificio abandonado y oscuridad, nada más. El celular aviso la reciente entrada de un mensaje, Migräne lo reviso puesto que ya tenía el móvil en la mano.

"Detrás de ti"

Y con ese último mensaje, Migräne perdió la conciencia debido a un extraño golpe en la cabeza. Cuando despertó, gracias a una luz que le daba en la cara, se encontraba atado a una silla, la cabeza le dolía y no podía ver bien a la persona que pasaba frente a él una y otra vez.
-¿Estela?
-Hahaha, sinceramente no puedo creer que cayeras en ese viejo truco, me sorprende que seas tan débil sentimentalmente...
-Apreciar la vida no es debilidad...
-Si cómo sea, ahora que estas atado soy mucho más fuerte que tú y morirás aquí mismo...
-Y despreciarla no es fuerza...
-¡Cállate! ¡Claramente se puede ver que no entiendes tu maldita posición!
Estela se acercó a él y lo golpeó firmemente, con su mano, en el rostro lo que desató la ira de Migräne que intentó liberarse de una manera tan brusca que asustaría a cualquier persona que lo viera.
-Pero vaya que me sorprende que seas el vocalista de una de las bandas más populares de hoy en día, ¿Cómo es que se llama? ¿Gorillaz?
Migräne se sorprendió al percatarse de que las gafas no estaban en su rostro como debería ser, Estela sabía el secreto que tanto tiempo oculto y ahora se encontraba acorralado.
Estela jugueteaba con las gafas en sus manos, como intentando meter pánico en el chico.
-Dime una cosa, ¿Porqué se separo la banda? ¿Hay algo en específico?
-No es de tu incumbencia, metiche...
-Tienes razón, aunque no logro entender como unas simples gafas de sol lograron ocultar tan bien tu identidad ante los ojos de las chicas de la escuela que tanto te aman...
Estela arrojó las gafas muy lejos de ella y miró al chico famoso que se veía tan indefenso en ese momento. Se volvió a acercar hacia él y le sonrió de una manera que Migräne considero repulsiva.
-Debe ser una broma que alguien como tú se fijo en una perdedora como ____...
-¿Qué estás diciendo?
Inesperadamente la chica tomó asiento en las piernas del Peliazul y lo abrazó por el cuello.
Estela era una chica bella que no tenía miedo en conseguir lo que quiere con ayuda de sus encantos naturales. Migräne la miraba sorprendido por todas las cosas que es capaz de hacer alguien que fingió ser buena persona por mucho tiempo.
-Espero que no hayas pensado tener hijos con ella, sería un gran desperdicio si aquella tipa fuera madre...
-¿Acaso no me odiabas?
-Oye, no todos los días tienes secuestrado a una súper estrella de la música, ¿Sabes? Estoy segura que esta posición te excita...
-La verdad es que no...
-Hazme un hijo...
-¡¿Qué rayos te pasa?! ¡Claro que no lo haré! Una de las cosas por las cuales me fije en ____ es porque ella se da a respetar y aunque digas lo contrario, ella es una chica maravillosa...
-Oh está bien, digamos que no me harás un hijo, más bien me lo haré a la fuerza...
Estela comenzó a mover su cadera en movimientos circulares rápidos y lentos, estaba decidida a violar a Stuart a como diera lugar. Migräne intentaba quitarse a la chica de encima ya que si se dejaba llevar, las cosas se volverán peor de lo que están. Pasando unos minutos, Estela era la única que gemía de placer.
~¿Sabes? Uno de mis sueños siempre ha sido embarazarme de un famoso...
-Pero si tú estas loca...
~Lo estoy... Y... Y... No tienes idea de cuanto me excita esto...
Migräne le dio un cabezazo a Estela quien cayo al suelo y recuperó el odio que le tenía como por arte de magia. Se puso de pie para estrellar su mano contra el rostro de facciones delicadas del Peliazul, que la miró con el ceño fruncido.
-¡Es una lástima que seas tan idiota! ¡Pudiste haber hecho caso a lo que dije, pero en lugar de eso prefieres morir!
Estela se arreglo el cabello un poco, tocó su frente donde sin duda aparecerá un chichón, frunció el ceño y camino hacía la mesa que estaba ubicada justo frente a él a una distancia no tan larga.
-Es una lástima que tu talento tenga que desperdiciarse, pero mejor así, no quiero que vayas a tener hijos con tu actual pareja...
-¿Qué vas a hacerme?
-Pues, primero quería hacerte el amor pero como no quisiste, ahora te mataré...
Migräne miró que en la mesa había un galón de gasolina y una pequeña vela que era la que radiaba la poca luz que iluminaba el sitio. El Peliazul la miró e inmediatamente supo lo que tramaba, quería quemar a Stuart.
-Tranquilo, todos los días mueren famosos de todo el mundo y de diferentes maneras...
El silencio abundo un momento, Migräne se perdió un tiempo de la situación, no podía permitir que esa loca se saliera con la suya, no mientras él estuviera a cargo del cuerpo.
-¿Porqué haces esto?
-Hahaha ¿Qué? ¿Piensas suplicar?
-No puedes ser una persona tan mala, yo no te he hecho nada para que me lastimes...
-¡No puedo creerlo! ¿Enserio estás suplicando?
-Estela...
Aquella voz masculina a su espalda la hizo recordar que no había venido sola, miró al Peliazul que le regaló una gran sonrisa al haber caído en la trampa, después giró y ahí estaba Gabriel observando la situación.
-Gabriel...
-¿Qué estás haciendo, Estela?
-Jugando al Té, ¿Pues que más? ¡Quiere matarme! ¡Ayuda!
Gabriel caminó hacía el Peliazul para desatarlo y ayudarlo a escapar. Migräne estaba feliz al ver que Gabriel se encontraba bien y que había venido a salvarlo cual cuento de hadas.

Estela observaba cada cosa que pasaba y no podía evitar fruncir el ceño de vez en cuando.
-Estela, no puedo creer lo que estás haciendo, creí que eras una buena persona en la que podía confiar, pero sólo eres una mentirosa y encima loca...
-No... Gabriel, puedo explicarte...
-¡No hay explicación que valga cuando atentas contra la vida de alguien más! ¡Ahora no quiero saber nada de ti!
-No...
Estela se dejó caer de rodillas al suelo, el chico que más amaba en el mundo la rechazó, nada importaba ya, ya no tenía nada que perder, ahora daba igual si vivía o moría. Gabriel se giró hacía el Peliazul.
-Lo siento mucho...
-Está bien, llegaste y me alegro...
-También me vi en el atrevimiento de recoger esto...
Gabriel le entregó las gafas y su celular, que se había caído cuando Estela lo golpeó.
Migräne las tomó y sonrió tiernamente.
-Muchas gracias, por cierto, ¿Qué haces aquí?
-Acompañaba a Estela ya que me dijo que quería investigar fantasmas, obviamente fue mentira...
-Ya veo...
-En fin, vámonos de aquí, ya no tenemos que hacer nada en este lugar...
Migräne y Gabriel comenzaron a caminar hacía las escaleras pero cuando iban pasando justo a lado de la mesa, Estela salta encima del Peliazul y comienza a forcejear jalandolo hacía atrás con fuerza. Gabriel intenta bajar a la chica y alejarla de Stuart lo antes posible ya que tener gasolina y fuego cerca no es muy buena idea. En una serie de eventos desafortunados, logran voltear la mesa haciendo que la gasolina se derramará por el suelo y que la vela cayera de igual forma, aún manteniendo su fuego vivo.
-¡Estela! ¡Estela calmate!
Gabriel tropezó gracias a la gasolina regada, cuando Estela vio eso, bajó de Stuart empujándolo, lo que provocó que accidentalmente pateara la vela hacía la gasolina... Envolviendo a Gabriel en llamas.
-¡Gabriel!
Estela corrió para tomarlo del pie y arrastrarlo todo lo que podía muy lejos de la gasolina y de las llamas para después intentar apagarlo con una manta que encontró por ahí.
Migräne miraba la escena, sus ojos no podían creer lo que estaba viendo, estaba bastante asombrado que hasta se había quedado congelado, no podía moverse por mucho que lo pidiera; Hasta que un grito de Gabriel provocó en él un impulso que finalmente lo hizo correr hacia él, se quitara la camisa e intentara apagarlo.
Pasaron varios minutos de tensión, minutos de trabajo para el Peliazul, la desesperación recorría su cuerpo y justo cuando habían acabado de extinguir las llamas de aquel cuerpo... Era demasiado tarde, Gabriel estaba muerto.
-¡¡¡ES TU CULPA MALDITO IDIOTA!!! ¡¡NADA DE ESTO HABRÍA PASADO SI TE HUBIERAS MUERTO CUANDO TE DIJE!! ¡IDIOTA!
Estela golpeada débilmente a Migräne al ver que Gabriel estaba muerto a pesar de sus esfuerzos realizados. Ahora si la vida ya no tenía sentido y no le preocupaba matar al vocalista de la gran banda Gorillaz ahí mismo si todo era en nombre del amor.
Migräne sin hacer caso de lo que la chica decía o hacia, comenzó a caminar rumbo a las escaleras para escapar lo antes posible de esa situación, pero la voz de la chica lo detuvo.
-¡¿A dónde vas?! ¡No creas que no le diré nada a la policía!
-Cometiste el error de subestimarme, ahora estás sola en esto...
Migräne sacó su celular y colocó la grabación en donde se escuchaba a Estela hablar sobre su muerte, sobre que lo odiaba y hablar mal de su supuesta mejor amiga ____. Estela estaba contra la pared, no podía creer lo que él había hecho, pero no podía arriesgarse a ir a la cárcel por algo así... Así que sin más dejó que se largara, eso no se quedará así. El Peliazul bajó a toda potencia las escaleras dejando a su paso lágrimas que se estrellaban contra el suelo, una vez llegó al último piso, salió a la calle y cayó de rodillas frente al edificio, en ese momento el cielo parecía comprenderlo y empezó a llover.
-Gabriel... ¿Porqué?
Ya no podía más, ya no podía seguir haciéndose el fuerte, le resultaba muy doloroso lo que vivía, dejo escapar de su pecho un grito tan tormentoso, tan doloroso, tan fuerte y tan desgarrador, qué despertó a toda aquella persona que vivía cerca; Facilitándole un poco las cosas a Estela. Sin esperar más se hecho a correr a ciegas, corrió y corrió hasta el edificio donde vivía, sus piernas dolían pero aún así siguió corriendo. Llegó a su departamento, entró, azotó la puerta, dejó sus pertenencias aventadas en el sofá, entró a la ducha con todo y ropa; Abriendo la regadera para después llorar muy desconsoladamente.
Lloro, lloro y lloro... Hasta que quedo dormido con el chorro del agua cayéndole en la cabeza.

Amor Maldito: 2-D y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora