Recuerdame

10#STEFAN

Se a vuelto de noche, llevo con Aurora en el Lago Nasser la mitad del día.
Me duelen los labios de la cantidad de horas que he estado besando a Aurora y por como mueve los suyos presiento que ella también los tiene cansados y doloridos, pero perdería los labios por que volviera a suceder.

La tengo atrapada entre mis brazos y no pienso soltarla, ahora es mia... Espera... Cuando te vesas con una persona no quiere decir que esté saliendo con tigo.
Decido arriesgarme y explicarle todo lo que siento por ella. No se que siento exactamente pero me fio de mi corazón y de como vaya a hablar ahora.

-Tenemos que hablar. -Digo arrepintiéndome de lo que le acabó de decir, seré estupido, eso es lo que le dices a una persona cuando vas a terminar con ella no cuando vas a empezar.

-Adelante. -Dice dándose la vuelta dejando tras su movimiento el crujido de las ojas para mirarme cara a cara.

-¿Somos amigos? -Le pregunto.

-¡Claro que lo somos! -Dice separándose unos centímetro de mi, cosa que me decepciona, la necesitó.

-Amigos. -Digo a carcajadas que espantan hasta los patos del lago. -Somos amigos, pero hata el más estupido se daría cuenta de que me he enamorado de ti.

-Estar enamorado es algo muy doloroso. -Dice con las mejillas sonrojadas.

-Eso es lo que siento Aurora, algo doloroso, porque te quiero tanto que hasta duele. -Le explicó apartándole un mechon de su dorado pelo de la cara para que nada le impida mirarme.

Ella hace que saque mi lado cursi, pero todo lo que digo es verdad y intento hacérselo saver.

-No se lo que siento por ti, pero si sé que te necesito. Ahora no voy a poder tumbarme en ningún lado sin necesitarte a ti para darme calor, para abrazarme y besarme. -Me dice acercándose de nuevo.

Sonrio de oreja a oreja cuando me dice que me necesita porque yo también la necesito.

-Estare hay cada vez que me necesites para dormir nena.

-No soy tu n... -Dice sin poder terminar la frase, porque la interrumpo con un beso húmedo que me devuelve con más fuerza.

Me encanta esto, me encanta Aurora.

-Soy tu nena. -Me confirma separando sus labios de los míos.

-Así me gusta, nena. -Digo sabiendo que no me va a reprochar el mote.

Los dos reímos.
Nuestras frentes se tocan y nuestros labios descansan.

-Vayamos a tomar un café. -Le propongo.

Los dos nos levantamos cojidos de la mano y caminamos por el sendero por el que llegamos aquí, para llegar a la cafetería.