Recuerdame

5#STEFAN

Camino a la derecha de Aurora de camino a la heladería, e salido miles de veces con miles de chicas y por primera vez en mis diecisiete años me tiemblan las piernas.
Soy un poco más alto que ella pero con sus tacones medimos igual.
Esta preciosa pero no tanto como me pareció esta mañana desarreglada, a lo natural.
Viste un vestido azul celeste, unos tacones negros y su pelo castaño dorado es igual que el mío, sólo que más largo y con las puntas rizadas, los ojos azules más claros que he visto nunca y su cuerpo me enloquece a pesar de que no es la tía mas buena que he visto...

Yo no quería salir con ella desde el principio pero mis padres me dijeron que lo hiciera sin conocerla y no había ganas, pero desde que la he tenido delante mío a sido como si el mundo se hubiera detenido y fuera ella quien me sostuviera, no me quito de la cabeza que si no hubiera obedecido a mis padres me habría perdido su encantadora sonrisa...

Hay un enorme silencio y mucha tensión hasta llegar a la heladería.

-Un cucurucho XL con tres bolas; una de fresa y dos de chocolate por favor. -Pide Aurora a la camarera.

Estoy sorprendido por el estomago que tiene esta chica, me la quedó mirando sorprendido, algo así no se ve todos los días, ella se percata y baja la mirada avergonzada.

-¿Y usted? -Me pregunta la camarera.

-Una tarrina de helado de menta.

Después de tomar nota la camarera se da la vuelta y no puedo evitar mirarle el culo, menos mal que no me ha visto Aurora sería una situación embarazosa.

-¿Cual es tu sabor de helado favorito? -Le preguntó a Aurora interesado.

-El chocolate y el tuyo?

-La menta, esta claro.

-Egs, la menta esta horrorosa.

Le saco la lengua y decido tentarla un poco.

-Entonces no quedarás besarme después de que me haya comido el helado.

-Por lo menos te olerá bien el aliento. -Contrataca.

Los dos echamos a reír pero nos callamos de golpe al llegar la camarera con los helados, cuando se va no la miro nada porque estoy centrado en el gigante cucurucho que se va ha zampar Aurora.

-Eres una glotona.

Ella no me contesta pero mete el dedo en su bola de fresa y se apresura a mancharme la nariz con mucho encanto.

-Hummm... -Contesto saboreando el helado que a dejado de estar en mi nariz para llegar a mi boca.

Me acerco a ella para limpiar un poco de chocolate que le cae por la comisura de los labios, ella se queda sorprendida y nos quedamos mirando unos instantes.

-¿Porque os habéis mudado tu y tu familia? -Pregunta interrumpiendo el contacto visual.

-Mis padres pensaron que me vendría bien un cambio de aires.

-¿Y eso? Perdona por ser tan impertinente y cotilla...

-No te preocupes no lo eres, me encanta hablar con tigo.

Se le escapa una sonrisa pero enseguida vuelve a su estado se seriedad.

-Perdí a alguien de mi familia y todo me recordaba a esa persona, no podía salir ni a la calle. -Respondo con lágrimas amenazando llegar a mis mejillas.

-Lo siento mucho Stefan.

Cuando salimos de la heladería ya es casi de noche y empieza a refrescar, le ofrezco mi cazadora a Aurora pero ella la rechaza, es una chica difícil de complacer.
Unas manzanas antes de llegar a casa de mis padres ya se oye la música a todo volumen.

-No me gustan las fiestas.-Dice Aurora.

-Espero que te guste bailar.