Recuerdame

4#NO ES UNA CITA

Al entrar al salón mi hermana y mi padre juegan al ajedrez y no encuentro a mama por ningún lado.

-¿Quieres jugar? -Me pregunta Sophy; mi hermana.

-Tal vez luego. -Respondo.

-¿Hija, recuerdas que te hable de la familia de los Marred?-Pregunta mi padre.

-Si, la familia de tu jefe, ¿No?

-Exacto, son nuestro nuevos vecinos y nos invitan esta noche a su casa para una fiesta. ¿Te apetece ir? -Me propone mi padre.

-Su ijo vino esta mañana a invitatme.

-Stefan, un chico encantador ¿No cres?

-A mi me parece un creído arrogante pero aún así e quedado con el esta tarde para tomar un helado.

-¿Una cita? -Pregunta mi hermana a pleno pulmón.

-No es una cita enana.

Mi padre palidece al momento.

-Aurora; se la fama que tienes entre los chicos, no permitiré que jueges con los sentimientos de el hijo de mi jefe, no nos lo podemos permitir.

-¡Eso no es ausnto tuyo¡-Respondo muy enfurecida.

Subo dando grandes pisotones por las escaleras pretendiendo que mis pisadas midan el nivel de mi enfado.
Yo no juego con los chicos, simplemente no quiero nada serio y nunca lo quedre porque lo que dura duele hasta que no hay más lágrimas que derramar.
Lo más feo del amor es que se an derramado más lágrimas por el que por vidas pérdidas.
Pero siento que con Stefan es diferente, siento que algo va a cambiar.

Dos horas después ya había salido de la ducha y estaba preparada para que ha Stefan se le cayera la baba con migo.
Me puse la ropa, me maquille y me rize las puntas, coji mi bolso y bajé todo lo rápido que los tacones me permitían.
Antes de bajar el último escalón Stefan ya martilleaba el pobre timbre.
Le tenia cara a cara.

-Guau... -Dijo Stefan sorprendido mientras me dava un repaso con la mirada con la boca entreabierta.
Menudo descarado.