Buenas noches, lobezno.
Supongo que ya sabes que me gusta escribir, lo que no sabes es que no suelo escribirle a cualquier persona, así que puedes sentirte afortunado de que esta vez seas tú a quien le dedico mis versos."Aceptamos el amor que creemos merecer"
Creo que es la mejor forma de empezar esta carta, porque creo que tú, mejor que nadie, entiendes lo que significa.
Una vez me dijiste que estabas acostumbrado a dar mucho y recibir poco, y que aún sabiendo que este gato nunca respondería a tu llamada, estabas dispuesto a tenerlo entre tus brazos cuando se cansase de pasear por los tejados.Ojalá pudiese ser la piedra con la que te tropieces y aprendas que por muy segura que parezca, nunca debes apoyarte en una piedra que se tambalea, que las únicas de las que no te caerás son aquellas que con el paso del tiempo han quedado completamente fijadas al suelo, aquellas que te demuestran día a día que un soplo de viento no las moverá. Y que están ahí para que tú las pises.
Por eso esta noche, y siempre, quiero que sepas que mereces mucho más que piedras inestables en tu camino.
Quiero que te mires, pero no al espejo, sino mucho, mucho más adentro.
Quiero que tengas siempre claro que vales, que vales demasiado para lo poco que te han sabido valorar algunas personas.
Quiero que nadie te quite tu sonrisa ni tu niñez a la hora de afrontar la vida, que cantes y hagas tonterías teniendo como único motivo que puedes hacerlo, y que tienes una familia y amigos que te quieren, y no dudarán en reír a tu lado.Yo, por otro lado, he llegado a la conclusión de que no quiero seguir engañando a nadie, ni siquiera a mí misma, y que aunque siempre te he puesto los pies en el suelo, puede que nuestras tardes en un banco y nuestras risas sin motivo te hayan hecho creer que volabas.
No quiero seguir entregándole mis besos vacíos a alguien a quien se le acelera el corazón cuando me ve, porque sé que no es justo, no participamos en la misma carrera.No pienses que esto es ser egoísta, te aseguro que a todos nos gusta tener a alguien detrás, alguien a quien llamar cuando nos sintamos poco queridos, cuando nos arreglemos para una fiesta buscando triunfar, y nadie se fije en nosotros, cuando nos apetezca un intercambio de besos o un abrazo en una noche fría.
Mi cambio de opinión se debe a que he llegado al punto de negarme a seguir siendo así, o al menos, no contigo.
Me niego porque he podido conocerte, porque me es imposible hacerle algo así a quien ha tenido la suficiente confianza en mi como para contarme sus sueños, sus aficiones, y su día a día,
porque en este tiempo me he dado cuenta de que vales mucho más de lo que yo puedo darte.No quiero soltar el típico "te quiero, pero como amigo" así que, diré que te quiero ver feliz,
que te quiero ver con alguien que te quiera igual que tú, que sepa ver la infinidad de cosas geniales que tienes y que te hacen único,
quiero poder decir que te he ayudado en algo, aunque haya sido un desastre, quiero que se te escape una sonrisa, por muy amarga que sea, al leer esto, y aunque quiero seguir sabiendo de ti...
te querré seguir teniendo cerca cuando puedas mirarme sin sentir nada,
y me cuentes lo feliz que eres mientras tomamos unas cañas en un bar,
como dos viejos amigos
que en algún momento
parecieron algo más.