Qué increíble me parece esto de haberte conocido en verano y aún así
morirme de ganas por pasar todo el día a tu lado,
porque digan lo que digan, abrazarse a alguien cuando hace frío es muy fácil,
el mérito está en seguir abrazados a pesar del calor.
Y mira que no hay nada que me reviente más que el calor,
pero
cuando nos reventamos las ganas, que el resto del mundo parezca un infierno no importa nada,
porque tú
cuando llegas
traes contigo un pedazo de ese cielo
que ni creemos, ni queremos
pero a veces, (y a voces) nos gusta jugar a hacernos los tontos y fingir que nos hemos dejado engañar,
sólo
con tal de convertirnos,
aunque solo sea por una noche,
en los seres eternos,
que siempre
y nunca
hemos sido.