Nunca he querido que me quieras, y mucho menos quererte yo.
Pero si decides quererme en contra de mi voluntad,
quiéreme cuando las luces se apaguen y no quede nada,
y el silencio haga tanto ruido que te destroce los tímpanos
quiéreme cuando te sientas sólo y elijas mis brazos de entre tantos
para acompañarte,
pero quiéreme también cuando estés en una fiesta y te ofrezcan bailar otras manos que no sean las mías
Cuando estés rodeado de gente y te lo estés pasando tan bien que desearías que esa noche
fuera eterna
pero que te falte algo
ese pequeño detalle que necesita tu sonrisa para brillar con más luz que ninguna
de las estrellasSi vas a quererme, acuérdate de mi cuando estés borracho, y en la resaca del día siguiente.
Porque en el silencio de los domingos por la mañana, cuando tu cama parece demasiado grande para un sólo cuerpo, es muy fácil querer.
Pero el amor, cielo, el amor es buscar esa mirada felina en medio de las luces cegadoras de la noche, aún sabiendo que no la encontrarás allí,
que esa mirada está muy lejos...
Pero joder, lo que darías por cerrar la noche con un último baile a su lado.No te engañes, que todo lo demás no es más que falso amor
y a mi
si decides quererme
quiéreme de verdad.