◇Say Something◇(Thomesa)

◆ ¿No es una variable o sí? ◆

Mi primera reacción ante eso fue pensar en lo que me había dicho Minho .

Teresa acaba de regresar y ya tenemos problemas.
Si de verdad ella sabe de esto. Ella me destruirá el corazón .

Minho me miró para hacerme recordar lo que acababa de pensar. Aún así le hice una mueca de disgusto.

Ese moustro comenzó a girar la cabeza observando todo el lugar. Como si estuviera eligiendo un lugar donde dormir.

De seguro ya vio a los habitantes.

—Debemos avisar a los habitantes — susurré .

—Ya lo hice shanks , sólo faltaban ustedes— me regañó Brenda en silencio.

—Gracias— le agradeció Minho.

—Están en la sala de juntas, procuren no hacer ruido— nos sugirió Brenda mientras nos señalaba un camino a donde ir.

—De acuerdo—

Esperen, se me olvidaba algo muy importante.

Teresa.

—¿Teresa sigue en la enfermería? — pregunté asustado.

—No lo sé, yo les avise que sacarán a todos— hasta a ella se sorprendió al recordarlo —¡Mierda!— patio lo primero que vio , una piedra. La cual salió volando e hizo un ruido al caer.

—No sabía que te importará tanto— bufé sin esperar una reacción de parte de ella en sí.

—Tu ve por ella — me ordenó —Minho cuida a los habitantes, los veo allá — nos ordenó a ambos con cierto sentido de liderazgo.

—¿Qué?¿tu a donde iras?— preguntó extrañado Minho.

Estábamos alzando mucho la voz.

—Sólo hagan lo que les digo—Brenda apretó los dientes.

—¡Ni lo pienses shank!—

—¡Sólo ve con los demás! —

—¡No quieras crerte el héroe garlopa!—

—¡Ni tu el líder! —

—¡Deberías cerrar el pico!—.

—¡Y tu el hocico!—

—¿¡Me estás diciendo perro , estúpida!?—

—¡Y de esos que comen croketas!—

—¡¿Qué?!—

—¿te compran pedigree?— estaba seguro de que si Brenda fuera varón , Minho ya la hubiese golpeado.
Aunque dudo de igual manera que si pelearan, no ganará Minho , porque Brenda es Brenda y nadie le a ganado en combate.

—¡Pagarás por eso shank!—

—Y de seguro será con efectivo, pues las creces las pones tu— Brenda se miró las uñas.

No se como, pero yo me carcajeaba desde el primer momento en que comenzaron sus gritos.

"Gritos"

Hay no.

Miré hacia donde estaba el temible animal carroñero.

Nos observaba fijamente.
Tenía unos ojos color gris profundo , o podría quizá ser que eran casi negros.

—Hey chicos— no deje de mirar al ave.

—¡Ya callate!— se decían entre los dos, mientras se seguían atacando con sus insultos.

—¡Chicos!— no pude evitar gritar y me giré para verlos.

Se paralizaron y me miraron ambos con las manos cruzadas.