xxi.

525 55 0
                                    

el ruido se la silla pareció sacarlo de toda ensoñación y nuevamente aquellos ojos estaban contra los míos. grandes y asustados, deseosos de un poco de amor, pero a la vez renuentes de éste. hundidos en un mar sin fondo, en el que sólo te hundías más y más. ¿podría ser capaz de rescatarlo?

Calum; CashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora