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Hola, para todos los que estén leyendo esta historia, se que no son muchos pero para mi es un montón, quería contarles que esta novela la escribí hace como unos dos años, ahora solo la estoy editando, por eso no tardo mucho en subir nuevos capítulos. Bueno nada, era eso lo que tenía para decir. Espero que les guste...
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4. Los Cole
La casa de los Cole quedaba a algunas cuadras del Central Park. Era muy lujosa, constaba de tres pisos, grandes ventanales y su fachada era de un estilo griego. Estaba por subir los tres escalones que me separaban de la imponente puerta principal tallada en roble cuando noté algo en el suelo que me llamó la atención. Me agaché, y si, definitivamente era lo que pensaba. Mi corazón se aceleró de la emoción, tomé el papel que se encontraba en el piso y pude observar solo una fecha:
30/06/08
Pero solo eso me bastó para darle un poco de alegría a mi día. Guardé la nota en el bolsillo trasero de mi pantalón y toqué timbre. Fue un hombre de traje quien me abrió la puerta, bien podría ser el señor Cole, pero no podía saberlo ya que no lo conocía.
-¿Señor Cole?- Pregunté con cautela.
-No, no, yo soy el mayordomo de la familia, puede llamarme Jaime.- Me hizo señas para entrar, ya que aún no me había movido ni un paso. Hice caso a sus señas y entré.
-Bien, Jaime, he venido a ver a Grace.- Dije de la forma más cortés que se me ocurrió.
El interior de la casa era espacioso, las paredes eran de un blanco reluciente y los pisos y escaleras de mármol bien pulido. En la sala principal había dos grandes sillones blancos con terminaciones en dorado.
-Lo sé, me lo ha comentado.- Hizo una pausa adecuada y continuó.- La señorita Grace se encuentra en su estudio de fotografía, sígame por aquí por favor.- Jaime se dirigió hacia el fondo de la casa, pasamos la sala y el comedor, donde solo atiné a ver una mesa de vidrio rodeado por sillas aterciopeladas. Llegamos a la escalera, donde había una puerta, al estilo Harry Potter.
-Descienda por allí y llegará en un santiamén.- Me anunció Jaime mientras sostenía la puerta para dejarme entrar.
El lugar estaba oscuro, por lo que me costó bajar por la estrecha escalera que había tras la pequeña puerta sin tropezar. Una escalera dentro de otra escalera, que ironía. Bajé el tramo que me quedaba hasta llegar al final de la escalera. Abajo también estaba oscuro.
-¿Cole, estas ahí?- Susurré.
-Murray, pasa.- Me dijo.- No hace falta que susurres, solo estoy revelando una fotos.-
No sabía que se dedicara a la fotografía, pero a decir verdad no sabía nada de ella más que su nombre y apellido, que tenía una linda casa y un mayordomo llamado Jaime.
-Veo que te gusta la fotografía.- Dije para romper el hielo.
-Así es, mira aquí estoy revelando algunas.- Exclamó mientras encendía la luz y me enseñaba algunas fotos colgadas.
-¿No debes dejar la luz apagada para que las fotografías no se arruinen?- Pregunté alarmado al reaccionar que había prendido la luz.
-Tranquilo, luego de poner el rollo en el tanque de revelado puede encenderse la luz.- Me explicó.
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Caso Dixon
Teen Fiction"El amor es una fuerza extraordinaria que nos lleva a actuar de formas inesperadas. Las mayores locuras del hombre fueron cometidas por amor. O por lo menos ese es mi caso. Quién no arriesgaría todo por la persona que ama. Porque no importa qué, si...