7. La exposición

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El martes me levanté temprano, incluso antes de que sonara el despertador. El día estaba soleado, pude notarlo por los débiles rayos de sol que se colaban a través de las cortinas de mi habitación. Me dirigí a esta y corrí las cortinas, el vidrio estaba empañado a causa del viento frío que soplaba afuera. Por lo que aproveché y me puse a hacer dibujitos en el vidrio, en eso, sin siquiera notarlo había escrito el nombre de Emily; di un largo suspiro y me dirigí a la ducha.

Luego de un relajante baño con agua caliente, me puse unos jeans, una camiseta de manga larga color negra y un buzo con capucha verde botella. Me calcé mis zapatillas y baje a desayunar. Mi hermana se había ido hacía unos diez minutos y no había señales de mi madre por ningún lado. Por lo que me serví el café que quedaba en la cafetera, el cual aún estaba caliente, y tomé algo de pan.

Ese día debía exponer el trabajo con Grace, por ello, mientras el pan se tostaba, me puse a repasar mentalmente lo que debía decir en la exposición. En eso oí el "ring" de la tostadora que indicaba que el pan estaba listo. Luego de desayunar fui por mi mochila. Minutos después estaba sobre mi moto pasando a toda velocidad las calles de Nueva York mientras me dirigía a la escuela.

Al llegar, estacioné mi moto y pude notar que mis mejillas estaban congeladas a causa del viento que soplaba, el cual se intensifica cuando se viaja en moto. Soplaba un viento gélido y seco, lo cual indicaba que dentro de unos días probablemente nevaría. Seguramente para las fiestas, las cuales eran la semana entrante, tendríamos algo de nieve. Esa semana sería genial, ya que nos habían extendido las vacaciones de navidad hasta el 2 de enero. Una voz de tono grave y algo acatarrada me sacó de mis pensamientos.

-Hola Jack.- Era Nick.

-¿Qué onda Nick?-

-Todo bien, creo que me estoy por resfriar ¿Y tú?-

-Bien, bien.- Le dije algo distraído, mis pensamientos volvían una y otra vez a la lección que debía dar en unos minutos, y no quería decepcionar a Grace, por lo que tenía que darla bien.

Mientras Nick me comentaba algo sobre el partido del sábado mis pensamientos volaron directamente de la lección a lo ocurrido el sábado por la noche con Grace. La habíamos estado pasando tan bien hasta el momento del beso, luego del cual hui repentinamente. Mierda, ahora que lo notaba, había dejado a Grace plantada en la casa de los Herrera. Ella había llegado conmigo al lugar, cómo habría regresado a casa. Era un completo idiota. Qué le diría ahora. Debía pedirle disculpas, si eso debía hacer, tal vez así las cosas regresarían a la normalidad.

Otra vez mis pensamientos se vieron interrumpidos; pero en este caso por el sonido del timbre que indicaba el comienzo del día escolar. Nick y yo nos apresuramos al aula de física y fuimos directo a nuestros asientos. Genial, la profesora Parker aún no había llegado. Tras este fugaz pensamiento, el cual fue como una invocación, la profesora entró por la puerta con un rígido andar y se situó justo detrás del escritorio.

-Buenos días alumnos.- Saludó mientras tomaba asiento.

-Buenos días.- Contestamos todos al unísono con la ganas que cualquier alumno puede tener un martes por la mañana.

-Hoy daremos comienzo a las clases especiales así que...- Consultó su lista, luego levantó la vista tras sus anteojos de antiguo armazón carey y dijo.- Señorita Cole y señor Murray, al frente por favor.-

Grace y yo nos levantamos al mismo tiempo. Preparamos lo necesario para la demostración de nuestro experimento y colgamos una lámina con la explicación en el pizarrón.

-Bueno.- Comencé a hablar. Grace se veía algo nerviosa.- Nuestro trabajo trata sobre la energía eólica.-

-La energía eólica es la energía obtenida del viento, es decir, la energía cinética generada por efecto de las corrientes de aire, y que es convertida en otras formas útiles de energía para las actividades humanas.- Recitó Grace prácticamente de memoria. No se le daba muy bien hablar en público.

Caso DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora