#1O: Italia, familia y reconciliación

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-¡Esto es precioso!-Chilló Carlos mirando Milán. Blas se acercó a Sofía y le susurró algo al oído y cuando se separó me hizo una señal con la cabeza para que le siguiera.

-¿Donde está tu casa?-Preguntó.

(***)

Llamé a la puerta después de soltar algunas lágrimas de nostalgia.

-¡Ya va!-Chilló una voz femenina. La puerta se abrió y vi a mi madre con su delantal verde.-¿Nerea?

-Hola mama.-Sonreí casi llorando.

-¡Mi bebe!-Me abrazó. Comencé a llorar y la miré cuando se separó.-¡Que mayor estás mi niña!

-¿Quien es mama?-Mis hermanos y mi hermana aparecieron por detrás.

-¿Hermanita?-Dijo mi hermana sollozando. Me acerqué a ella y la abracé.

-Hola Angelina.-Le susurré. Me acerqué a mi hermano mayor, Francesco.

-Enana...-Me abrazó. Me solté y me dirigí a Enzo, el pequeño.

-¿Como estas peque?-Le pregunté. Me sonrió y me abrazó.

-¿Quien era amore?-Me quedé helada al escuchar la voz de mi padre. Me separé de Enzo y miré a mi padre, el cual se quedo serio y sin expresión alguna.

-Hola papa.-Dije secándome las lágrimas.

-¿Que haces tu aquí?-Preguntó el y sentí una apuñalada en mi corazón.

-¡Anton!-Chilló mi madre poniéndose a mi lado.-¡No hagas pasar mal rato a la niña!

-He venido ha arreglar las cosas, papa.-Le dije son hacer caso a mi madre. El no se inmutó y se encerró en una habitación.

-No sufras, cariño.-Me dijo mi madre de forma dulce.-Y dime, ¿quien es este chico?

¿Es posible que me haya olvidado que mi novio ha estado aquí todo el tiempo? Cher tiene razón, soy un caso perdido...

-Es Blas mama, mi novio.-Sonreí. Noté como se posicionaba a mi lado y me daba la mano.

Novio... Sonaba raro y bonito a la vez...

-Encantado señora Arezzto.-Sonrió Blas.

-Tranquilo Blas, puedes llamarme Megan.-Sonrió mi madre.

-¿Como habéis estado mama?-Pregunté.

-Bien, cariño.-Respondió. Miró hacia atrás.-Y aunque tu padre no lo acepte, no se pierde ninguna de las veces que sales por televisión.

Reí y noté que mis hermanos se habían ido, mi madre se fue ha hacer la comida y mi padre volvió ha aparecer.

-¿Como piensas arreglar las cosas?-Preguntó mi padre.

-Diciéndote que...-Comencé.-Quería conocer a mis padres, pero no significa que dejase de quererte. Has sido tu quien me ha criado, se ha tragado mis gripes y el que me ha desinfectado las heridas. ¡No te cambiaría por nadie, papa! ¿Que no lleve tu sangre? Es posible, pero te quiero, papa.-Le dije llorando. El dejó escapar algunas lágrimas. Mi madre y mis hermanos aparecieron esperando la respuesta de mi padre.

-Ven aquí cariño.-Abrió sus brazos y me envolvió en un abrazo cuando llegué junto a el. Veía a mis hermanos sonreír, a mi madre llorar y a Blas, aunque no le veía, lo imaginaba admirando la escena con ternura.-Ya esta regazze...-Me separé d el y escuché un tono de llamada. El de Blas. Lo miré y cuando colgó se guardó el móvil en el bolsillo.

-Sofía nos llama.-Dijo.

-Tengo que irme, pero volveré en cuanto tenga un momento libre.-Dije y me despedí de mi familia. Blas y yo salimos y lo abracé.-Gracias, en serio.

-No ha sido nada pequeña.-Me dijo.

-Mejor vamos, antes de que se pregunten donde estamos.-Dije y el asintió.

Cada día me gusta más... ¿Como es posible?




Conviviendo con la competencia (Auryn){TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora