La alarma que hizo que finalmente despertara sonaba como si estuvieran ahorcando a un pato o algo parecido. El reloj apuntaba las 7:00 a.m. Tome una ducha y luego me vestí con el uniforme y mis zapatos deportivos, en ningún lugar del reglamento dice que no puedo usarlas, tome la mochila vacía y guarde los libros de hoy y la colgué sobre mis hombros. Fui hasta la sala del piso a encontrarme con Austin. Ayer dijo una frase que me recordó a papá pues una vez se lo dijo a mi hermano.
—Es bueno hacer amigos rápido, es más fácil afrontar el primer día acompañado.
Y tal vez era cierto, cuando tienes alguien con quien charlar todo parece más fácil. Austin estaba sentado en la misma mesa que ayer, fui hasta el bufé y tome un emparedado de jamón y queso además de una manzana y luego fui a sentarme con él, parecía estar disfrutando su tortilla.
— ¿Por qué esto esta tan lleno? — Pregunté mirando a mi alrededor, prácticamente todos los de primer año estaban allí abajo apretujándose en las mesas.
— ¿Por qué crees?
— ¿Por las bromas? No entiendo ¿Acaso son tan crueles las bromas? Además de lo que contaste — dije después de tragar el bocado que le di al emparedado.
—Son horribles, a veces utilizan nuestros poderes en nuestra contra u otras simplemente buscan humillarnos como a mi hermana en el lago — Parecía bastante alterado de solo pensar en las bromas —. Me quedare aquí hasta que sea hora de entrar a clases y durante las horas libres bajare aquí a comer.
—No creo que sea posible lo quedarte hasta que empiecen las clases — dije recordando algo que había leído en la guía —, a los de primer año siempre se les da — mi voz quedó opacada gracias al anuncio proveniente de las paredes.
—Los alumnos de primer año por favor presentarse en el patio trasero ahora mismo para un recorrido — dijo la voz robótica.
—Un recorrido — Terminé de decir, Austin palideció un poco —. Vamos si hay profesores cerca no harán ninguna broma.
—Eso no los detiene, — murmuro poniéndose de pie —. Vamos es hora de la perdición.
Salimos de la torre y en el patio había una multitud de estudiantes con chaquetas de distintos colores, note la mirada de algunos de ultimo año sobre nosotros dos, empecé a sentirme algo ansiosa también, a pesar de todo no quería ser uno de los blancos, los de primer año nos reunimos todos aglomerados frente al edificio. Se escuchaban muchas risas y gritos.
—Acércate a mi hermana y juro que incendiare tu habitación — Gritó una voz femenina lo suficientemente fuerte para que todos en el patio escucharan, espie sobre mi hombro la escena, era alta y rubia, llevaba una chaqueta negra e iba acompañada con otra chica muy parecida a ella de chaqueta roja, la chica apuntaba a un muchacho también de ultimo año con su dedo y no paraba de gritar amenazas por si llegaba a tocar a su hermana.
—Ella se Jessica, sus hermanas son Katherine y Marlene es la de primer año son las únicas personas con los mismos poderes, son antorchas humanas,— dijo Austin quien también observaba la escena — mi hermana dice que las bromas se reducirán este año a solamente los que no tienen hermanos que los defiendan pero pienso que mientras estos se distraigan aun así harán las bromas a todos, estos últimos años se han encargado de embaucar a todos los de primer año, uno que otro que tiene suerte, dudo mucho ser uno de ellos y no creo que estando conmigo tú seas una de los suertudos.
—Bueno, pero tus hermanos no pueden evitar que te hagan bromas.
—Leopold dijo que lo intentaría pero que sería muy difícil — parecía muy decepcionado.
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Streethigh: El medallón maldito.
FantasyPara muchos la vida en el campo puede llegar a ser monótona y aburrida, para Leila es el mejor estilo de vida que hay, aunque ese pensamiento se basa principalmente en el hecho de que es el único estilo de vida que conoce. Al descubrir el secre...