Lo sentía llamándome, lo sentía tratando de aferrarse a mí, lo sentía desesperado porque regrese a él.
No podía hacerlo, estaba perdida y no encontraba la ruta de retorno entre tanta oscuridad, solo escuchaba su voz a lo lejos, sabía que debía correr a él.
- Jake ayúdame- dije entre lo que creo que eran sollozos.
- Aquí estoy Emma, justo aquí- dijo Jake.
- No sé qué hago, ayúdame-conteste histérica.
- Si, si puedes, esta magia no es nada a lo que tú puedes hacer, solo debes que confiar en ella y te demostrara el camino-volvió a decir él
- ¿Y cómo se supone que haga eso?- cuestione a la oscuridad.
- Demonios......Emma solo.....escúchame......confía.....-escuchaba en la oscuridad.
- Jake, ¡Jake!, ¿¡Jake!?- nada solo silencio y oscuridad.
Sabia de alguna manera que no lo volvería a escuchar, es como cuando tienes un mal presentimiento, ese temor que se te instala en el pecho, y sientes como un aire frio que te recorre el cuerpo y que te eriza hasta el último vello del cuerpo; sabía que esta oscuridad me consumiría si no salía de él, por eso Jake estaba tan alterado. ¿Podría salir de esto?, ¿Por qué Jake tenía tanta fe en mí?, ¿Por qué tengo este sentimiento de peligro?.
Entre más tiempo pasaba ahí más preguntas se formulaban en mi cabeza, pero tenía algo bien en claro debo irme antes de descubrir la peor manera la respuesta de esa última pregunta. El sentimiento de peligro es cada vez mayor y cada vez me sentía más desolada, he comprendido a lo largo de los años que sentirse sola puede provocar cosas terribles en una persona.
"Caldea, te necesito, ayúdame a salir de aquí".
Cada segundo que pasaba sentía que alguien me observaba, sentía su respiración y sentía como si me tocaban, estaba perdida lo sabía era cuestión d tiempo para que muriera, ya no me quedaban fuerzas, esta oscuridad me estaba drenando como una sanguijuela, me estaba secando, y quien sea que estuviera haciendo esto lo estaba disfrutando, sentía su sonrisa.
- ¿Por qué me haces esto?- dije con un susurro, pero sabía que escuchaba claramente lo sentía muy cerca.
No contesto como supuse, pero seguía cerca tanto que pudo escuchar su pequeña carcajada.
- Por favor no me hagas daño- volví a decir un poco más alto.
Silencio otra vez, este silencio y eta presencia me están volviendo loca, juro por Dios que deberé ir al psicólogo luego de toda esta experiencia; aunque ahora que lo pienso, no sé si sea buena idea he perdido la fe en esta clase de doctores gracias a mamá, ella sí que resulto estar más loca de lo que aparenta, no imagino cuantas personas como ella habrá por ahí terminaría más loca de lo que llego.
Todos estos pensamientos en este momento tan inapropiado me dan a entender que esto más trastornada de lo que creí, al darme cuenta de esta realidad, no puedo detener la carcajada sonora que sale desde lo más al fondo de mi ser, una risa de las de verdad como si hubiera dicho el mayor chiste de la vida, y por alguna razón me dio una nueva fuerza porque simplemente comente a la oscuridad, y a quien sea que estuviera ahí.
- Sabes acabo de darme cuenta que me tienes miedo, que sabes lo poderosa que puedo ser, y más cuando las personas que amo están a mi lado, por eso tus secuaces me montaron todo ese teatrito, por eso querían que me sumergiera en la oscuridad, pero con lo que no cuentas es que pudo llegar a tener mayor voluntad de lo que aparento, así que si, haces bien en tenerme miedo, porque junto a mí no eres nada.- dije con mayor confianza de lo que debería, teniendo en cuenta que estaba alardeando, yo no sabía ni lo que decía, pero es como cuando tienes a todo en tu contra pero a pesar de todo los desafías, no me iba a dejar caer así, sin dar batalla, me iré a la tumba diciendo que soy mejor que quien sea que este ahí.
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Descendencia legendaria: Conociendo la profundidad de tu poder
FantascienzaEmma Olivia Calvet, nombre común para una chica común, quien tras la muerte de su padre se muda de ciudad para llevar una vida simple junto con su madre, durante años eso se cumple pero a medida que pasa el tiempo comienza su cuenta regresiva y cada...