Prólogo

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Nunca fui una chica normal; vida extraña, con gente extraña a mi alrededor (lo digo por mis amigos, aunque pensándolo bien, por todos los que conozco o llegare a conocer; sin olvidarme de mi misma), con una familia extraña, en una ciudad extraña (aunque el resto no lo considere así).

Las personas que Vivian en Paradise city tenían una vida muy monótona, de esas de las que uno siendo extrovertida se llega a hartar al segundo, y no se preocupaban de cosas inusuales pues en esta pequeña ciudad la mayor noticia era (al menos entre los estudiantes de la secundaria) ser castigado por saltarse una clase , puesto que hasta las fiestas eran igual de aburridas y monótonas; ellos sabían que aquí jamás pasaba nada, o más bien eso es lo que ellos pensaban pues yo sé que siempre hay algo o alguien observándonos, con ojos cautelosos, curiosos y en muchos casos llenos de amor.

Dentro de esta ciudad como en las muchas en las que he estado, tenía la apariencia de una chica común, con cabello negro como una noche tormentosa, de un largo sorprendente, hasta la cintura en su estado natural, osea ondulado, no tan alta ni tan baja, de 1,65cm aproximadamente, extremadamente blanca (más de lo que debería), con ojos color ámbar casi verdes (que no es por presumir pero considero estos mi mejor atributo que agradezco a diario a mis padres por darme), no muy gordita pero tampoco flaca completamente, en este aspecto estoy bien como cualquiera pues también poseía curvas.

Me había mudado mucho a lo largo de mi vida, ya que mi padre era militar pero el falleció cuando tenía 11 años, hace ya 5 años; me imagino que ya dedujeron mi edad. ¡Pues si tengo 16!, bueno los cumpliré en una semana.

Con la muerte de papa decidimos venirnos a vivir aquí a medio de la nada de Texas, a este pintoresco pueblito llamado Paradise City que parece sacado del oeste y lo digo literal hay muchos sitios sacados de las caricaturas de vaqueros, el alcalde escusa la falta de modernización al hecho de que así reciben más turistas, aunque lo considere una excusa el resto del pueblo parece feliz con el pueblo.

Supongo que mi inconformidad con Paradise es por el hecho de que he pasado por muchas ciudades con una globalización impresionante y pues esta es totalmente opuesta a lo que había esperado según los estándares de mi madre quien no vive sin internet a su disposición las 24 horas del día, así que se imaginaran mi sorpresa cuando llegue a este módico lugar, no me malinterpreten con los años he descubierto el encanto de este lugar, creo que si ahora si mi madre decidiera que debemos marcharnos haría cualquier cosa para impedirlo, aunque creo que el amor que le tengo a este lugar es por el amor que le tengo a sus habitantes; aunque raros los adoro (aunque esa es la razón por la que los adoro), ellos se parecen tanto a mí en un sentido cósmico (loco lo sé pero es así).

Descendencia legendaria: Conociendo la profundidad de tu poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora