¿Dios griego?

825 41 3
                                    

-Narra Ashley-

Vuelvo a mirar mi reloj, por quinta vez en esta clase, pero justo cuando estoy sacando el teléfono de mi mochila, el timbre suena avisándonos de que la próxima clase es la última antes de la hora del almuerzo.

Me dirijo a la siguiente aula con paso acelerado.
Al entrar escojo un asiento que este bastante alejado de la primera fila,
me siento y saco de mi mochila una de mis barritas de chocolate.

Me muero de hambre y sé que no aguantare otra hora sin comer, antes de eso me comería mis apuntes.

-Hola-. Escucho como una voz masculina que me es familiar, arrastra una silla y se sienta a mi lado.

Eidan me mira serio esperando a que le conteste, pero ahora mismo mi boca está llena de un delicioso chocolate.

Muevo la cabeza de lado y me encojo de hombros.

Eidan nunca se sienta conmigo, es más, no hemos intercambiado una palabra. Si se acerca para que le dé de mi barrita, puede volver por donde ha venido.

-Necesito un favor-. Suelta apoyando sus manos en la mesa.

Trago lo que estaba masticando y le presto atención.

-No se que clase de favor quieres y tampoco me importa-. Contesto a la defensiva.

Odio a Eidan por tres razones, la primera es que es hermano de Alison, la segunda es por que es un mujeriego al que se le ha metido en la cabeza April pero sólo la quiere para un rato, y la tercera es que su amigo es mi enemigo, James.

-Te importará cuando te diga algo que te interesa-. Comenta sonriendo cínicamente a la vez que alza una ceja, mirándome con superioridad.

-¿Tú? Dudo mucho que me interese algo de ti-. Espeto algo frustrada.

Eidan me mira desafiante, se cruza de brazos echándose para atrás, chocando con el respaldo de su silla.

-¿Seguro?-.

Resoplo cruzándome yo también de brazos.

-Eres tú el interesado así que sí quieres que te escuche tendrás que decirme eso-.

-Sé por que Carol le contó todo a Ian, y créeme, no es lo que piensas-. Dice con una gran sonrisa de satisfacción al ver mi reacción.

¿Cómo Eidan sabe eso? ¿Acaso las paredes tienen boca para hablar y contar las cosas que han escuchado? Por que sí es así, yo les debo de caer mal ya que no me dicen nada.

-¿Y sí estás bromeando?-. Pregunto frunciendo el ceño.

Él suelta una risa irónica.

-Podría, pero no me conviene ya que dependo de ti para que April me escuche de una vez por todas-.

Claro, April, debí suponer que su favor está relacionado con ella.

-Está bien, te ayudare. Y ahora cuéntame-.

Eidan vuelve a soltar una risa como respuesta.

Ya me estoy cansando de sus risas, parece que me quiera dejar de tonta.

Arrugo la frente apunto de decir algo pero él se adelanta.

-No es tan fácil, te daré un adelanto pero para saberlo primero me ayudarás-. Concluye ofreciéndome su mano para cerrar el trato.

-Está bien-. Me resigno y le doy mi mano.

-Carol le contó todo a Ian por que alguien le dijo que lo hiciera-. Suelta dejándome más intrigada de lo que ya lo estaba respecto a este tema.

Dos chicas, una ciudad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora