Juego a dos bandos.

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-Narra April-.

-Yo-. Contesta Eidan levantándose de mi cama.

Ruedo los ojos y me cruzo de brazos, esperando a que suelte alguna palabra más.

Él sólo se queda quieto recorriéndome con la mirada mientras se muerde el labio inferior.

Podría decir que en este mismo momento me está pareciendo terriblemente irresistible pero después de haber besado a mi profesor en su casa y que él estaba sin camiseta, ahora esto es lo que menos necesito.

-¿Por qué eres tan complicada?-. Suelta alzando una ceja a la vez que frunce el ceño.

Arrugo la frente al escuchar su estúpida pregunta.

-Quizás por que todas las que tienes a tu alrededor son fáciles-. Contesto en un tono cortante.

Él suelta una pequeña risa y se acerca a mi.

-¿Ya se te ha olvidado que tenemos una guerra declarada?-. Susurra en mi oído pero su respiración choca en mi cuello, produciéndome cosquillas.

Niego con la cabeza muy suavemente y con los ojos cerrados, su voz grave suena tan bien en susurro que al ser combinada con su olor dulce, me deja relajada y sin poder contestar con algo coherente.

-Entonces te gustara saber que voy a atacar-. Al escuchar su frase con una risa cínica y picara hace que vuelva a la realidad, abriendo los ojos.

-¿Cóm....?-. No llego a acabar la frase cuando sus labios chocan con los míos bruscamente, no los detengo al instante por que aún que odie reconocerlo, echaba de menos sus labios y la forma en la que él los mueve.

Reacciono en cuanto se me pasa por la cabeza Adam. Hace menos de una hora estaba besando a mi profesor y ahora lo hago con Eidan.
Siempre he odiado a las personas que juegan con los sentimientos de los demás y van a dos bandos, y ahora yo no puedo hacer eso.

Pongo mis manos en su pecho y con bastante dificultad ya que me encanta tener sus labios con los míos, le aparto echándome para atrás. 

-Te dije que pensaba atacar-. Habla sonriendo de lado.

-Eidan yo...-. Levanto mi mirada del suelo y al chocar con sus ojos, algo en mi estómago produce unas cosquillas que son indescriptibles. -Lo siento-. Me disculpo y salgo corriendo de la habitación dejándole dentro, nuevamente sin una explicación o reacción tras nuestro beso.

Necesito hablar con Ashley y cuando más la necesito ella no está, genial.

Vuelvo a salir de la residencia de las chicas y cruzo todo el campus para llegar a la del sexo opuesto, supongo que al menos Ian estará ahí y por tanto puede que sepa donde esté Ashley.

Al abrir la puerta los pocos chicos que están por la entrada, clavan su vista en mi.

Sonrió nerviosa y al darme cuenta de lo ridícula que debo de verme, subo las escaleras rápidamente en busca del cuarto de Ian y Logan.

Pasan unos minutos en los que paseo por los pasillos y subo escaleras hasta encontrar la habitación que indica que es la que busco.

Es tanta la prisa que tengo por encontrar a Ashley que no toco antes de entrar, sólo abro la puerta con agilidad y entro cerrándola detrás de mi.

Y al darme la vuelta mis ojos se abren como platos al ver a Ian saliendo del baño sin camiseta y con su cepillo de dientes en la boca.

Frunce el ceño y me mira dudoso.

-¿¡Hoy nadie se piensa poner la camiseta!?-. Espeto e Ian me mira aún más confuso. -Pues menos mal que estamos en invierno, por que en verano os veré a todos en bóxers-. Suelto moviendo los brazos y dando vueltas por la habitación.

Dos chicas, una ciudad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora