Es temprano, las cuatro y no doy dormido, tengo miedo de volver a tener las pesadillas, antes por lo menos tenía una persona que me despertaba, me acariciaba cuando lloraba y me abrazaba cuando tenía frío, ahora no tengo a nadie, me levanto de cama con la esperanza de encontrarme a Óscar en la cocina, es imposible, lo sé, pero desde que murió lo único que puedo hacer es recordarlo, perfecto, con su pelo alborotado que le tapaba sus ojos azules, esos ojos que me daban la fuerza que necesitaba para seguir viviendo, muchas veces me hizo daño, pero cuando me hacía reir, creédme, eran los momentos más felices de mi vida, en la cocina decido coger una manzana, me siento en el sofá e intento buscar algo en la televisón, son las cuatro y media, está claro que no va a haber nada interesante, pero puede aparecer algo gracioso para poner en zapenado mañana, al final eligo una médium que se queda dormida en medio de una llamada, ya son las seis, así que intento dormir un poco, lo consigo, y a las diez me despierto con unas ojeras impresionantes. Hoy es mi día libre, así que decido ir a tomar un café con Silvia, Anna, Cris y Llum, les mando un whatsapp y me responden al momento, pueden ir todas, pero Cris va a llegar algo tarde. Al bajar al bar ya están las cuatro sentadas en una mesa esperándome, al parecer soy yo la que llegó tarde.-Hola chicas- Ana.
-Holaaaa- responde las cuatro a uníseo.
-¿Me echábais de menos?
-Claro morena, a ti siempre se te echa de menos- Anna
Me sonrojo y le sonrío, no sé como hace para sacarme siempre una sonrisa, pero se lo agradezco, lo necesito.
-Bueno... Que quereis tomar?- Silvia
-Yo un bermú- Anna
-Yo otro- Llum
-Y yo, porfa- Cris
-Yo un tequila- Ana
-Muy bien- Silvia
Al levantarse Silvia noto que me mira alguien, miro para mi izquierda y veo a Anna con una gran sonrisa, es tan preciosa...
"Despierta Ana, Anna te está mirando con mala cara"
Por fin me despierto y veo que Silvia ya está en la mesa con todas las bebidas, cojo la mia y le doy un trago rápido, me encanta.
-Y... que os contais? - Llum
-Pues yo nada, que ya os echaba de menos, y tu anna, me echabas de menos?- Cris le guiña el ojo
-Claro morena!- Anna le da un pequeño puñetazo en el brazo y se rie.
-Y tu ana, que estás muy callada- Silvia
-Pues yo... La verdad es que estoy fatal, sigo con las pesadillas y... Dios, le echo tanto de menos...- Me seco una lágrima.
Agacho la cabeza, me averguenza tanto hablar de esto... De repente noto como una mano se posa en la mia, me fijo que es la de Anna, que me mira con los ojos llenos de lágrimas, esto es por lo que no me gusta contar mis problemas, odio que la gente llore por mi culpa, lo odio.
-Ana, ya sabes que estoy aquí para cualquier cosa, siempre- Anna
-Lo sé, gracias, muchas gracias chicas, de verdad, no sé como agradecéroslo.
-No hace falta Ana, nosotras solo queremos que seas feliz de nuevo, como en los viejos tiempos, te queremos- Llum
-Yo también os quiero, muchísimo, que haría yo sin vosotras...- Levanto las manos de mis piernas y dejo que Anna ponga su mano es las suyas, pero no lo hace, y en vez de eso la deja en mi pierna, no sé porque, pero me siento protegida, pongo mis manos encimas de la mesa y todas las chicas ponen las suyas encima de la mia.
-Por las mejores amigas!- Grito
-Por las mejores amigas!- gritan todas juntas.
-Os quiero- Digo
-Lo sabemos- Anna
Tomamos unas cuantas bebidas más y nos vamos a nuestras casas, estoy un poco borracha, menos mal que mi casa está al lado del bar, llego a la puerta e intento meter la llave en la cerradura, no lo consigo, a la tercera va la vencida y entro por fin en mi casa, llego hasta la habitación agarrándome a las paredes, menos mal que llego sana y salva, me saco la ropa y me meto en la ducha, lo necesitaba, al acabar salgo y me seco, tengo frío, por lo que me seco lo más rápido que puedo, me pongo el pijama con unos dibujitos de gafas y me meto en la cama, al apartar mi pelo de la cara me doy cuenta de una cosa, en mi mano hay un perfume parecido al mio, pero no lo es, es dulce y nada empalagoso, y me doy cuenta que es de ella, de Anna.
Hola chicas, si llegais a leer esto es para deciros que las frases que están entre comillas es Ana hablándose a sí misma, espero que os gustara.
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No digas nada, sólo ámame.
FanficDesde la muerte de Óscar, marido de Ana Morgade, tiene pesadillas, y por miedo de no despertar prefiere no dormir. Un día, cansada de estar sola decide quedar con sus amigas, lo que no sabe es que desde ese día todo su mundo se va a volver de color...