capítulo 16

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-Eh Ana, tranquila, respira.
Silvia está sentada en el sofá con mis manos entre las suyas.
-No puedo, joder, soy tonta, ¿cómo pude hacerle eso a Anna?
-Anna va a volver
-¿cómo estás tan segura?
-cariño, es imposible no ver el brillo que aparece en sus ojos cuando te mira o habla de ti, te ama.
-Pero yo le dije que se fuera... Ya no quiere estar conmigo
-Llámala
-¿Qué?
-que la llames, pregúntale a ella si te sigue queriendo
-Silvia... No puedo hacer eso.
-hazlo
Cojo el móvil y lo miro fijamente, unos segundos despues empiezo a teclear "mi rubia".
Al segundo tono responde.
-¿Ana?
Tiene la voz rota por lo que se me escapa un sollozo.
-Anna
-¿Estás bien? ¿Te pasó algo? Si necesitas algo voy para ahí ahor....
-Anna, escucha, necesito quedar contigo y hablar.... De lo nuestro
-Sí...Vale...
Miro a Silvia y le pregunto la hora, las 10.
-¿a las 12 en el bar de siempre?
-Bien, hasta después Ana
-Hasta después
Al colgar tiro el móvil encima de la cama y me abrazo a Silvia, no puedo parar de llorar.
-Eh, ¿que te dijo?
-Vamos a quedar en el bar
-Muy bien, ¿Por qué lloras entonces?
-Porque soy lo peor... Nada más hablarle me preguntó si me pasaba algo, se preocupa por mi... Se sigue preocupando por mi.
Agacho la cabeza y me miro las manos, me duele todo.
-Ana, despierta ya, prepárate para después.
-Voy
Me levanto de la cama sin ganas y me meto en el baño, me ducho y media hora después me visto, un vestido negro corto y unas cuñas blancas.
Silvia está sentada en el sofá del salón, al verme abre la boca y me mira de los pies a la cabeza.
-Que guapa estás cariño
-gracias
Me sonrojo y bajo la cabeza, miro el reloj del movil, las 11:45.
-voy para el bar Silvia
-Genial
-¿Tú te quedas aquí?
-Mmmm... Sí, puedo ver alguna película en la tele
-Claro, ya sabes donde está todo
-Sí
Me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla, me doy la vuelta y salgo después de escuchar un "todo va a salir bien" de Silvia.
En la calle hay bastante gente, pues hace muy buen día.
El bar está cerca así que llego 5 minutos después, entro y saludo a la camarera, miro las mesas y en una la veo, a la persona que me despertaba cuando tenía pesadillas, a la persona que me reconstruyó el corazón, ella, mi rubia, está sentada con el movil en las manos, la cara pálida y unas ojeras "tapadas" por el maquillaje.
Me acerco lentamente a ella y le sonrío cuando me mira, me devuelve la sonrisa, me siento y le pido a Marta, la camarera, un café.
-Hola Ana
-Hola
-¿Qué tal estás?
-Bien...Bueno... ¿Tú?
-Mal, muy mal
Levanto la cabeza lentamente y la miro, tiene sus ojos puestos en los míos.
-lo siento
-No Ana, no tienes que pedirme perdón
-Sí, tengo que hacerlo, no es tu culpa que esté jodida
-No, no es mi culpa, pero yo pensaba...
Se para y mira por la ventana, tiene los ojos cristalinos.
-Yo pensaba que con mi ayuda podrías olvidarte de todo... De Óscar, y de toda la mierda que te reconcome, yo pensaba... Que con mi cariño podrías volver a amar, pero al final me di cuenta, que quizás no me ames lo suficiente como para....
-¿cómo para qué Anna?
-Para empezar una nueva vida a mi lado.
-No Anna, no digas eso por favor.
Suspiro y niego con la cabeza.
-Yo daría todo, y cuando digo todo es todo, por tener una vida a tu lado, pero necesito tiempo...Me entiendes ¿Verdad?.
Pongo mis manos encima de la mesa y le cojo las suyas, le sonrio debilmente y ella baja la cabeza.
-Claro que lo entiendo, quizás yo también necesito tiempo para soportar toda esta mierda, ¿no crees?
Me suelta las manos y se levanta, antes de irse por la puerta se gira para mirarme y me lanza un "lo siento" silencioso.
-Espera Anna!
Grito y salgo corriendo a la calle, no la veo por ninguna parte.
-No te vayas otra vez... No me abandones de nuevo.
Susurro y me seco las lágrimas que me hacen cosquillas en el labio superior, voy andando lentamente hasta el hotel.
-buenos días
Hay un chico de unos 30 años detrás mia, le saludo con una sonrisa triste y me mira con una gran sonrisa, mira a un lado y a otro y me agarra del brazo.
-¿Qué haces?
-Voy a presentarte a una persona
-No, suéltame
Intento escapar pero me tiene agarrada del brazo y de la cintura, me lleva rapidamente hasta un callejón y nos paramos en frente de un muro, no hay salida.
-No hay nadie, ¿Puedo irme?
-No, ya viene ahora
De repente aparece un hombre con una sudadera negra, tiene la cabeza y la cara tapadas por la capucha.
Se acerca a mi y me acaricia la mejilla, un escalofrio me recorre la espalda y me separo de él, por lo que se enfada y me coge bruscamente de los brazos.
-Mira bonita, de ahora en adelante vas a hacer todo lo que te diga.
Empiezo a gritar y me pone un trapo en la boca, siento como me duermo poco a poco y me coge en sus brazos.
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-Despiértate
Me gritan muy cerca del oido y abro los ojos lentamente, delante mia está el hombre de antes con la capucha, me acaricia el pelo.
-Eres preciosa
-¿quién eres?
-No te importa
-Estoy atada en una silla, en un lugar que desconozco y medio drogada, en definitiva... Claramente me importa quien eres.
-¿te crees muy lista preciosa?
Estoy a punto de responderle pero me coge del pelo y pone su cara muy cerca de la mia.
-Ni se te ocurra responder, no tengo ganas de castigarte el primer día.
Me callo y agacho la cabeza.
-Eso es
-suéltame, por favor
-Puedes hacer una llamada, ni se te ocurra decir que estás aquí.
Me suelta las cuerdas de las manos y me pasa el móvil.
Busco "mi rubia" en los contactos y la llamo.
Al cuarto pitido contesta.
-Ana, ¿que quieres?
-Anna...
-¿Qué te pasa?
-Ayúdame!
Noto como tiran el móvil al suelo y escucho a Anna gritar, el chico está delante mia con la mano abierta.
-Te avisé zorra
Me da con la mano en la mejilla y me caigo en el suelo, me desmayo al instante por el dolor, sólo noto como me vuelven a sentar en la silla.

No digas nada, sólo ámame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora