Colorful Life || tronnor

7. Troye

Miercoles por la mañana. Así como me acosté, me desperté: pensando en un par de ojos verdes de mirada seductoramente penetrante.   Me senté en la cama con un bostezo largo. Miré mi antebrazo y me saqué la curita que me habian puesto el dia anterior en el hospital. En su lugar, habia un puntito rojo que no dolia, contrariamente, me hacia sentir bien. Me recordaba el hecho de que estaba salvando la vida de una mujer,  la madre de Connor.

Al llegar a la escuela, empece a sentir ese típico miedo a estar tan rodeado de tantas personas, ese molesto ruido de la multitud y la horrible sensación de que las personas hagan lo que yo no puedo: hablar entre ellas. Pero esta vez algo mas me empezó a preocupar. ¿Qué pasaría si veía a Connor? ¿Me saludaría delante de sus amigos? ¿Qué pasaría si, nuevamente, no me salian las palabras? Comenzé a desesperarme. Lo único que queria era encontrarlo y hablarle, pero que no haya nadie mas alrededor, ser los dos únicos estudiante de mi colegio. Cosa que era imposible. Miré la hora: 7:30. Aún faltaban quince minutos para la primera clase.
Derrepente lo vi entre la gente a unos dos metros de mi. Reluciente y alegre, como siempre, y rodeado de sus amigos, como siempre. Sabia el nombre de cada una de esas personas, aunque nunca hubiera hablado con ellos, al igual que muchos en mi escuela. Era imposible no saber de Zoe Sugg, o de Tyler Oakley. Aunque, obviamente ellos no sabian de mi existencia. Apenas los vi me escondi detras de los casilleros, de modo que yo podia verlos y escucharlos pero ellos no a mi. Me concentré en escuchar lo que decian.
Zoe, que estaba impecable en un vestido corto color celeste, le dijo:
—Estuvimos pensando opciones para animarte. Y al final nos pusimos de acuerdo en... bueno, supongo que ya te imaginás lo que es.
Connor rodó los ojos.
—Chicos, no estoy de humor para fiestas.—Respondió, mirando hacia abajo y con volumen bajo. Solo escuchar su voz hizo que mi pecho se contraiga.
—Connor.—Esta vez habló Joe Sugg, el hermano de Zoe, que tenía fama por estar buenisimo y por hacerte morir de risa en cada conversación. Claro que yo de eso solo habia escuchado. —Dale ¿Por qué no? No hay nada como una buena fiesta en casa de Alfie.—

-Esperá. ¿Quién dijo que yo iba a poner casa?.—Dijo 

—No se preocupen.—comentó Tyler.—Mi casa está siempre dispuesta para una buena fiesta.

—¡Si!—festejó Louise.- Yo voy antes y te ayudo a preparar todo pero antes debo ir a comprarme algo que ponerme.
—¿En serio? Apuesto lo que sea a que tu guardaropas está rebalzando de prendas.—Se burló Alfie.
—Dejala, yo la entiendo.—Dijo Zoe, extendiendo un brazo sobre sus hombros.
—Esperen chicos.— dijo Connor. —Agradezco la intención. Pero a mi madre la operan el sábado, no puedo pensar en fiestas ahora.
—Vamos, Connor, te va a ayudar a despejarte. Es mejor si estas relajado—dijo Alfie.
—Si querés podemos invitar a ese chico...— dijo Joe.
—¿Troye? — Al salir mi nombre en la conversacion, me corazón dió un salto y comenzo a latir rapidamente. Me escondí mejor para asegurarme que no me vieran y seguir escuchando. —No lo se. Me gustaria que fuera pero no creo que él sea la clase de personas que van a fiestas. — dijo Connor. Decidí salir de mi escondite y tratar de irme hacia el lado contrario sin que me notasen. 

Error.

—¡Troye!—Me llamó Connor. Me di la vuelta lentamente y me enfrente a ellos. Trate de sonreirle a Connor en forma de saludo, pero solo me salió una especie de mueca. Connor se separo un poco de su grupo y vino hacia mi.
—¿Cómo estas?- Me preguntó con una sonrisa radiante.
—Bien— respondi, algo friamente.
— ¿Te acordas lo que te dije, de que te iba a ayudar a hacer amigos? Tengo la solución perfecta. 

"¿En serio?, ¿Qué sera?"  Pensé yo.

—Ah, ¿Cuál es?—Traté de hacerme el desentendido.
—Una fiesta. En la casa de un amigo mio.
—Lo siento, pero no.—Me di media vuelta para irme pero el me agarró la mano, impidiéndomelo. Mire su mano agarrando la mia y luego lo miré a él.
—Mira— me dijo clavando su mirada en la mia. —Se que no te gustan esas cosas. Pero siento que quiero ayudarte, te lo debo en realidad.
—No, Connor, no me debes nada.— me opuse yo.
—Si, si te debo. Es solo una fiesta, son solo chicos, mis amigos y algunos mas. Va a ser divertido.