Tal vez me había acostumbrado a su compañia demasiado rápido. Tal vez no era normal que lo estuviese extrañando tanto. Que lo sintiera tan lejos cuando estaba al lado suyo. Pero ¿Cómo no? Era como si no estuviese ahí, era como un fantasma. Si, yo estaba muy triste por la muerte de Cheryl pero era mas grande la preocupación que tenía por Connor. Su padre y yo ya habíamos intentado todo. Ibamos, le hablábamos, le rogábamos para que conteste. Pero él no parecía escucharnos, ni siquiera lo había visto llorar por su mamá. Y estaba muy, muy flaco ya que llevaba días sin comer. Nos estábamos quedando sin opciones y lo único que nos quedaba era acudir a un profesional.
Pero yo no quería llegar a eso. Si había una persona, de todas las que él conocia, que pudiera entenderlo de verdad, esa persona era yo. Yo perdí a mi madre tambien, aunque siendo más joven. Pero me sentí de la misma manera, no quería hablar con nadie y hasta pretendía que mi familia no estaba ahi. Era una sensación horrible, una angustia en el pecho que me hacía querer llorar y gritar y al mismo tiempo mi cerebro tratando de controlarme y ordenándome no sentir.
Al quinto día desde aquella noche en el hospital, me encontraba saliendo su casa, despidéndome del señor Franta, luego de otra visita en la que había terminado hablando yo solo porque Connor había parecido no percatarse de mi presencia.
Caminando hacia a casa, miles de pensamientos cruzaban por mi mente, me llenaban la cabeza y me hacían sentir millones de emociones distintas. Trataba de poner mis ideas en orden, y se me hacía muy complicado. Mi vida entera había dado un giro impresionante en las últimas semanas. Todo pasó muy rápido e inesperadamente. Practicamente, había logrado superar el problema que me había estado persiguiendo y aterrorizando desde que tenía memoria, había interactuado con otros adolecentes, hasta asistí a una fiesta y lo más importante de todo, me enamoré. Lo más increible para mi es que la persona de la que me había enamorado, sentía lo mismo por mi. Un mes antes ni se me hubiera pasado por la cabeza que eso me hubiera podido pasar.
Pero a la vez, me sentía muy deprimido y frustrado. Yo estaba tan orgulloso de el hecho de ser la única persona capaz de ayudar a la mamá de Connor. Me hacía sentir tan feliz que, gracias a mi tipo de sangre, había llegado a conocer al chico más lindo de escuela, y no solo eso, si no que tambien iba a salvar a su mamá. Cada vez que me sacaban sangre, no me dolía ni un poco, porque cualquier posible dolor era reemplazado por saber que así estaba salvando una vida y por el hecho de que siempre que mirara a mi lado, me encontraba con sus preciosos ojos verdes, apoyandome y agradeciéndome. No quería nada a cambio, solo quería su amor, su compañia, su alegria que tanto lo caracterizaba.
Y todo para nada. Porque Cheryl no había sobrevivido, y Connor parecía no querer hablar nunca más.
Llegué a casa, y luego de dejar mi campera tirada en una silla y sacarme mis zapatillas, me dirigí al living, dónde me encontré a mi padre y a mis tres hermanos hablando y riendo entre ellos. Pero apenas entré a la habitación, callaron repentinamente.
—Tranquilos, pueden reir enfrente mio — dije, pero no me respondieron. Sage hizo un espacio en el sofá y con un gesto de su mano me invitó a sentarme junto a ellos. Acepté, y me acurruqué con mi familia, cerrando los ojos y sintiendo su brazos al envolverme.
—Lo extraño mucho — susurré. —No se que hacer.
—Muy pronto las cosas van a mejorar, ya encontrarán la forma de superarlo — dijo mi padre, sorpresivamente, y mis hermanos dieron a entender que estaban de acuerdo.
Luego de unos minutos, subí a mi pieza y me acosté en mi cama respirando profundamente. Pero luego me incorporé y me dirigí a una esquina de mi habitación, donde se encontraba mi viejo teclado. Me senté en la banqueta y lo encendí. Tecleé algunas notas con mi mano derecha, y continué haciéndolo hasta que formé una sutil melodía. La repetí, la modifiqué, la volví a modificar hasta que fuera perfecta. Luego apoyé mi mano isquierda sobre las teclas y creé un acompañamiento para dicha melodía.
ESTÁS LEYENDO
Colorful Life || tronnor
Fiksi PenggemarSer rico o pobre, popular o antisocial, extrovertido o tímido. Cuando es cuestión de vida o muerte, estos factores pasan a segundo plano. Y lo que comienza a tener importancia es el fuerte color del amor. Pero, dejemos que Troye Sivan Mellet y Conno...