II

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Perla: A tu derecha.

Lapis se giró rápidamente y paró con su espada la estocada de una Holo-Perla. Instantáneamente la empujó. La Holo-Perla recuperó la compostura y volvió la carga. Atacó moviendo la espada de izquierda a derecha, a la altura de la cabeza. Lapis se agachó, le dio una patada, haciendo que cayera y, mientras caía, Lapis cortó a la Holo-Perla por la mitad.

Perla aplaudió y Lapis salió de su estado de guardia.

Perla, Lapis, Steven y Connie estaban en la antigua arena en el cielo, donde Connie había aprendido también el arte de la esgrima. Era el segundo día desde que Lapis había preguntado a Perla sobre aprender a luchar con la espada. 

Perla: Muy bien. Solo es tu segunda clase. Tienes un talento para esto. Me pregunto cómo las gemas del HomeWorld no se dieron cuenta de tu potencial.

Lapis agachó la cabeza y se ruborizó. Perla sonrió satisfecha. Steven corrió desde las gradas, seguido de Connie.

Steven: Ha sido alucinante. Le has dado su merecido a esas holo-perlas.

Lapis: No ha sido para tanto.

Connie: Hazle caso, ha estado muy bien. A mí me costó más del doble de clases que tú has tomado para alcanzar una técnica ligeramente mayor.

Steven se giró hacia ella, achinó los ojos y sonrió.

Steven: Estás celosa.

Connie: —poniéndose colorada— ¿Qué...? ¿Yo...?

Lapis: —imitando a Steven— Estás celosa.

Connie puso una cara de desafío amigable.

Connie: Si quieres luchamos ambas.

Perla se puso en medio de Lapis y Connie.

Perla: De ninguna manera. No estáis preparadas. Además, Connie es una humana. Si resulta herida... no sería como nosotras... No se regeneraría.

Connie y Lapis se pusieron a hacer pucheros, poniendo ojos de cachorrito para que Perla las dejara luchar. Pero seguía negándose.

Perla: No es un no. Además, Lapis, me tienes que ayudar terminar con mi cuarto.

Lapis puso cara de cansancio.

Lapis: Estoy taaaan cansada...

Perla la miró con cara seria y Lapis captó el mensaje.

Los habitantes del lugar se fueron al portal, para volver al templo.

[...]

Lapis: La última gota de agua... y ¡listo!

La reconstrucción de la habitación de Perla había finalizado, con la puesta en funcionamiento del pilar central, que era el más alto de todos y el último que quedaba. Perla veía cómo Lapis terminaba su obra desde un pilar cercano, mientras la gema de agua volaba sobre el torrente. Perla saltó al gran pilar, y Lapis se reunió con ella en el borde.

Perla: Muchas gracias por tu ayuda. Sin ti no lo habría podido conseguir.

Lapis: No hace falta darlas. 

Las dos gemas se quedaron unos instantes calladas, sin saber qué decir, cuando un pequeño seísmo sacudió los cimientos del lugar. Perla recuperó el equilibrio en seguida, pero Lapis no disfrutó de la misma suerte. Al estar muy cercana al borde se cayó. Por suerte, una blanda montaña de basura amortiguó la caída, pero se hundió en los desechos.

Amatista, que vio cómo caía Lapis, fue en su rescate. Apartó la basura que estaba encima de ella y la sacó de allí.

Amatista: ¿Estás bien?

Lapis: Gracias a la basura.

Las dos gemas se rieron.

Lapis: ¿Qué ha sido ese temblor?

Amatista: No tengo ni idea. Pero provenía de más abajo. A lo mejor en la zona de conexión de mi cuarto con el de Garnet.

En ese momento apareció Connie con una espada y seguida de Steven, que corría como podía.  Y detrás de ellos iba una enorme bestia, una gema corrupta. Amatista sacó su látigo, pero no hizo falta, pues Garnet aterrizó, desde dondequiera que hubiera saltado, encima de la bestia e, instantáneamente, la bestia volvió a su gema, la cual Garnet guardó en una burbuja.

Steven y Connie empezaron a moverse muy despacio hacia otro lugar, para huir de Garnet, pero ella los cazó enseguida.

Garnet: ¡Vosotros dos! No creáis que vais a salir de esta. Habéis liberado a una gema corrupta. Ahora vais a venir conmigo a guardarla, y vais a pasar un rato conmigo allí.

Los dos humanos empezaron a ir en dirección al cuarto de Garnet, vigilados por ella.

Amatista y Lapis, que habían visto todo lo sucedido, les siguieron. Cuando se apartaron del montón de basura, Perla aterrizó elegantemente al lado. Miró por donde se iban todos y los siguió. Corrió hasta alcanzar a Lapis y a Amatista.

Perla: ¿Qué ha pasado?

Amatista le relató lo sucedido.

Perla: ¡¿Qué han hecho que?!

Amatista la mandó callar, pues no sabían que estaban yendo allí, pero ya difícil que no se hubieran enterado Garnet y los niños.

Finalmente, llegaron al cuarto de Garnet. La fusión soltó la burbuja, que subió flotando.

Obligó a Steven y a Connie permanecer allí durante una hora, sin tocar nada. Las cinco gemas se reunieron aparte para hablar de algunos asuntos.

Steven: Connie, ¿te enseño la gema de Peridot? Sé donde está.

Connie asintió. Steven se puso a escalar por uno de esos tubos, hasta que estuvo a una altura. Visualizó la gema de Peridot, que estaba al lado de la de Jasper y una gema negra y ovalada, con algunos hoyuelos, y parecía estar rota. Tomó impulsó y se lanzó, pero cogió la burbuja de la gema negra, que explotó, y ambos cayeron.

Connie: ¡Steven!

Las gemas se giraron, y vieron a Steven tirado en el suelo, con Connie al lado. Steven se recostó.

Steven: Estoy bien.

En ese momento, la gema negra, que estaba a pocos metros de él, empezó a brillar y una masa negra y deforme salió de la gema.   Perla se llevó una mano a la boca, Amatista se quedó en shock, al igual que Garnet. Lapis no sabía qué estaba pasando.

La masa deforme lanzó dos enormes brazos hacia las gemas de Peridot y Jasper. Las burbujas explotaron, y la masa negra se guardó las gemas. Al instante, se transformó en la fusión de Peridot y Jasper, pero las gemas eran ahora negras, al igual que el cuerpo. La fusión sonrió y salió volando por la puerta del cuarto.

Perla se cayó de rodillas, cuando Steven y Connie se acercaron a preguntar.

Steven: ¿Qué era eso?

Perla: Esa... es Onyx. Y era una Gema de Cristal.

Ataque A Las Crystal Gems 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora