XII

93 10 3
                                    

Soledad. Soledad y oscuridad era lo único que sentía Ruby en aquellos momentos. Otra vez desfusionada a la fuerza de Sapphire. Otra vez sola y desesperada. Esa gema Onyx lo pagaría caro. Les había causado demasiados problemas en tan poco tiempo. Todo era culpa de Onyx. Eso lo tenía claro Ruby en su interior. Pero se acordó que fue Perla y Amatista quienes propusieron entrar en aquel sitio. Empezó a sentir furia contra ellas. Una furia intensa e insaciable, que de la única forma de pararla sería acabando con ellas. Pero fue Steven quien empezó todo esto. Por su culpa Onyx había sido liberada de su burbuja. Si no hubiera metido las narices donde no le llamaban...

La oscuridad la seguía rodeando, abrazándola, como si intentara consolarla de su llanto interior. Y su soledad era tan grande que parecía que se podía sacar a un ser vivo y racional de ella. Y también estaba la furia. La furia de fuego del interior de una Ruby, una gema guardiana, que no servía para mucho, pero que encontró el amor y la compasión en una Sapphire. Ella fue quien llenó su vida de sentido, amor, comprensión... Sapphire le mostró a Ruby todo un mundo de posibilidades.

La oscuridad se disipó un poco y Ruby se encontró de repente en un campo de rosas, desde el cual se podían divisar unas cuantas luces a lo lejos. Sapphire llegó andando hasta ella desde la nada. Ruby se alegró enormemente de poder volver a verla. La abrazó, la besó, miró su ojo lleno de... ¿odio? ¿Rencor? ¿Oscuridad?

Ruby se apartó de aquella Sapphire. Ese ojo... no tenía la vida y la luz de su Sapphire... Empezó a andar hacia atrás. Pero se chocó con alguien. El paisaje cambió y se encontraba en el pasillo del lugar donde estaba antes del campo de rosas. Se dio la vuelta despacio. Y por fin supo quien era con quien se había topado.

Era alguien alto, con la piel roja. Llevaba la vestimenda estándar del HomeWorld, con tres rombos amarillos en el pecho y las rodillas. Llevaba, además, unas hombreras y una capa ceñida. El pelo lo tenía revuelto y le tapaba el ojo derecho, del que salía un brillo rojo. Ruby la reconoció enseguida. Hacía mucho tiempo que no la veía. La última vez que coincidieron fue la noche en la que Sapphire y ella escaparon de esa gema y su guardia de Rubys, la noche en la que fueron tomadas como renegadas y rebeldes. Ruby no volvió a saber de aquella gema nunca más. No sabía si cayó en la Gran Guerra o sobrevivió.

Ruby: Tú...

???: Ruby 20098 V-7. Has sido acusada de fusión con una Sapphire, una gema de distinta clase a la tuya, y de ser una rebelde. Eres una Ruby. Fuiste instruida para luchar y fusionarte con las semejantes a ti. Tu comportamiento ha sido repugnante. Entrégate o lo haré a la fuerza.

Ruby: Dices que mi comportamiento ha sido repugnante. Pero más repugnante me parece lo que eres.

???: Yo soy la jefa de la guardia de las Rubys. Comandante de ejército y escolta personal de las Diamond, sobre todo de Yellow Diamond.

La gema se acercó y le cogió de la camiseta a Ruby, levantándola. Ruby pegó un grito y le golpeó en la cara, haciendo que la soltara. La gema le dio una patada en el pecho y la mandó por los aires varios metros más allá. Ruby se reincorporó e invocó su guante. La gema enemiga iba andando hacia ella muy calmada. Ruby le empezó a lanzar bolas de fuego, pero no acertó ninguna. La gema se paró. Cogió su capa y se la quitó. Nada más soltar la capa, salió corriendo con una velocidad enorme hacia Ruby. Le dio un puñetazo tan fuerte, que Ruby acabó incrustada en la pared de enfrente. Ruby hizo fuerza y consiguió salir de ahí, pero estaba muy malherida y apenas tenía fuerzas para seguir luchando. La gema enemiga apareció delante de ella.

???: Patética.

Una forma de luz roja empezó a formarse en su mano derecha. Ruby sabía lo que significaba aquello: estaba invocando su arma. Ruby lo daba todo por perdido. Sin esperanza, en un frío suelo, atrapada y sola moriría. Ruby esperó el golpe que acabaría con su existencia. Pero nunca llegó. Un rayo de hielo le acertó a la gema en las piernas y y en el pecho, congelándola entera. La estatua de hielo se rompió, y una figura azul y bajita, con la cara tapada por el pelo, apareció delante de ella. Ruby empezó a llorar de la alegría, de poder volver a verla. Sapphire la ayudó a levantarse. Se abrazaron y Ruby empezó a llorar en su hombro, mientras Sapphire le daba palmaditas en la espalda. Las dos se separaron, pero aún cogidas de las manos. Empezaron a dar vueltas, haciendo su baile de fusión. Las dos empezaron a brillar y sus esencias empezaron a juntarse.

Pero antes de que terminaran de juntarse sus esencias, Ruby se dio cuenta de que algo no iba bien. Notaba una presencia oscura y rota.

Y se dio cuenta de lo que pasaba. Se estaba fusionando con Onyx. Intentó escapar de ahí, pero la fusión estaba prácticamente acabada, y su enemiga no la dejó escapar. Atrapó su esencia y todo su ser, siendo sometida.

Una Onyx, con la forma de Garnet y las gemas de Ruby y Sapphire, fue lo único que quedó, con una sonrisa satisfactoria y maléfica al mismo tiempo.


Ataque A Las Crystal Gems 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora